Un nuevo mundo más feminista

“De ahora en adelante yo les llamaré resilientes o extraordinarias, no porque piense que son lindas, sino porque sé que son mucho más que eso”, Rupi Kaur

 

Por: Rodrigo Enrique Martínez Nieto @roymnieto *

En el contexto del próximo Día Internacional de la Mujer surge la necesidad de hablar acerca de las desigualdades que se han incrementando en el mundo a raíz de la pandemia por COVID – 19.

Sin duda el gran tema  de la Equidad de Género, que ya era un objetivo de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 de la ONU (Objetivo 5 https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals.html),

ha sufrido de manera asimétrica un impacto al que vale la pena prestar atención.

En América Latina las deudas históricas ya eran grandes, pero el confinamiento ha llevado a un extremo la experiencia vital para el género femenino.

Asumiendo que vivimos en una sociedad patriarcal, entendido como la supremacía de los varones sobre las mujeres por razones de género, el feminismo venía siendo un movimiento social que había ganado importantes batallas para posicionar el tema en el discurso público además de espacios en todas las esferas de la vida social.

Sin embargo, lo mínimo que podemos reconocer es que las consecuencias de esta crisis humanitaria tiene implicaciones especialmente significativas y lescivas para las mujeres.

Por ejemplo, se volvieron en automático responsables de la mayor parte de los cuidados y la educación de los hijos durante el cierre de escuelas; el confinamiento las dejó expuestas a un mayor nivel de violencia intrafamiliar; en casa, aumentaron las tareas domésticas mientras que las responsabilidades laborales también se trasladaron al mismo habitus desdibujando los campos de acción de cada rol.

Por supuesto esto genera consecuencias a nivel emocional, social y afectivo. Además de un retroceso en la inclusión para poder acceder a posiciones de liderazgo y toma de decisiones.

Se debe reconocer el talento femenino

En lo personal estoy convencido que el verdadero progreso de la humanidad no debería de encontrarse solo en la automatización, la inteligencia artificial o el uso de criptomonedas; sino en la deconstrucción y reconstrucción de nuevos paragidmas Post COVID que nos acerquen a la utopía de generar mejores condiciones en donde toda vida humana es igualmente valiosa.

Por tanto es indispensable construir, desde una mirada feminista, una nueva conciencia que reconozca estos escenarios de desigualdad y establezca como máxima prioridad la urgencia de potenciar el valor y el talento de la mujer así como su derecho a tener un proyecto de vida en plenitud.

Y para lograrlo la educación es la plataforma fundamental para la concientización y la formación de verdaderos agentes de cambio.

Debemos no solamente educar  de manera transversal en Equidad de Género a las nuevas generaciones de hombres y mujeres, también re-educar a las generaciones que tienen un papel activo presente en la configuración del espacio social.

Existen cientos de miles de historias de mujeres inspiradoras que motivan e ilusionan por su capacidad de resiliencia y que pueden aportar un valor extraordinario desde la la innovación y la redirección de los cambios estructurales que demanda la Nueva Era.

Así que reconocer el talento femenino y promover su empoderamiento debe ser una prioridad para lograr alcanzar por fin el desarrollo sostenible como sociedad.

No nos neguemos la oportunidad de evolucionar como humanidad.

En la Nueva Era, “es hora de que las mujeres prosperen” en palabras de la Primer Ministro de Noruega, Erna Solberg

*Rodrigo es Licenciado en Administración Financiera (ITESM´04), Maestro en Administración (UG’07) y Doctor en Ciencias del Desarrollo Humano (UNIVA’15).

De 2009 a la fecha ocupa la rectoría de la Universidad Santa Fe, A.C., institución educativa de gestión privada ubicada en la Cd. De Guanajuato Capital

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