Síntesis Obrera

Foto del día: El gobierno federal pugnará porque el salario mínimo general llegue al menos a 189.04 pesos diarios al final del sexenio. Es decir, más de 5,700 pesos mensuales. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) anunció que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) defenderá esa postura ante el Consejo de Representantes, el órgano encargado de fijar dicho referente. El salario mínimo para la mayor parte del país este año es de 141.70 pesos diarios, más de 4,300 pesos al mes. Al iniciar el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, este referente tenía una valor de 88.36 pesos por día, lo que no representaba ni 2,700 pesos mensuales. “El Gobierno de México impulsará los incrementos al salario mínimo para que al final del sexenio éste represente 1.7 veces el valor de la canasta de consumo mínimo” informaron la STPS y la Conasami en un comunicado. (Vía El Economista)

 

Más armadoras en Guanajuato anunciaron paros laborales

 AM

León, Guanajuato.- Los paros técnicos de producción en las armadoras automotrices en Guanajuato podrían mantenerse en el segundo semestre del año.

A partir del lunes General Motors (GM) nuevamente avisó a sus 6 mil colaboradores que volverían a hacer pausa en las líneas de producción, como sucedió apenas en la última semana de julio.

Mientras que en Toyota fue esta semana la que estuvieron parados, afectando a sus 2 mil operarios, y en ambos casos a por lo menos 40 empresas que son parte de su proveeduría.

Industriales no ven cuando

Alejandro Rangel Segovia, secretario del Sindicato de Trabajadores de la Industria Metal Mecánica Automotriz en Guanajuato mencionó que desafortunadamente los especialistas y directivos no ven que pronto esto termine, y por el contrario la fecha de su terminación sigue siendo incierta.

Debido a que no es solamente el sector automotriz, sino el electrónico y digital que requiere de los semiconductores, y aunque ya hay en proceso nuevas plantas de fabricación de esta materia prima, habrá que esperar cierto tiempo en que comiencen a producir.

Comentó que cada armadora acuerda con sus trabajadores el porcentaje que habrán de pagar y en los casos más recientes han sido de un 100% y principalmente del 80 a 85%.

Explicó que en Toyota el semiconductor es en particular el que va en el estéreo que hoy no solamente es el generador de música, sino donde va la computadora que funcione opciones como el GPS.

La demanda de semiconductores es tan alta, que cada día, cada semana es cambiante. Vemos que va seguir la incertidumbre lo que resto del año y aún a inicios del 2022.

Todavía hay confianza

Dijo que pese a eso la confianza en que el sector siga teniendo números

positivos se mantiene, porque luego de situaciones como esta, viene un importante empuje de recuperación.

Puso como ejemplo lo que pasó en Honda, donde en meses pasados tuvieron varias pausas, sin embargo ahora están en la recuperación, trabajando sábados extras y horas extras.

La proyección es tan positiva en la planta de Celaya, que mencionó que

recientemente acordaron pagos extras a los trabajadores a partir de ahora y hasta marzo del siguiente año, fase en que prevén que estén en aumento la producción.

Los sábados extras iban a comenzar a partir de mañana (hoy) sin embargo en Honda, alcanzó nuevamente afectar ya no en la producción de lunes a viernes, pero si en la idea del extra del primer sábado con esa modalidad’.

En Mazda también tuvieron un paro en la semana, en el caso de ellos fue paro técnico de producción programado. El segundo de tres que tienen en el año.

Proveeduría afectada

Aunque de cada armadora de vehículos dependen hasta 80 empresas más de su cadena de proveeduría, no todas están en el estado de Guanajuato.

Por ejemplo de Toyota en el mismo parque industrial donde está la planta hay 8 proveedores y en diferentes partes del estado otros 9, mismo caso que en Honda que en la entidad tiene unos 20 proveedores directos.

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Pandemia redujo en 10%, en promedio, el nivel de los salarios en México

 El Economista

Las personas que conservaron su empleo el año pasado recibieron un ingreso 10.3% menor al que tenían antes de la covid-19, de acuerdo con el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). En tanto, según los resultados de la Medición de pobreza 2020, quienes laboran de manera independiente ganaron 9.1% menos.

Este jueves, José Nabor Cruz, secretario Ejecutivo del Coneval, presentó las estimaciones de la pobreza multidimensional. En conferencia de prensa virtual, el funcionario dio a conocer que la población en pobreza aumentó de 41.9 a 43.9% entre 2018 y 2020, lo que implica un aumento de 3.8 millones más de personas en esta condición, al pasar de 51.9 a 55.7 millones de personas en dicho periodo.

En tanto, la población en pobreza extrema pasó de 7 a 8.5 por ciento. Es decir, se incrementó en 2.1 millones de personas, al aumentar de 8.7 a 10.8 millones.

Casi todas las fuentes de ingreso de los hogares tuvieron una disminución, excepto una: transferencias monetarias. Todas esas fuentes están agrupadas en el indicador Ingreso Corriente Total Per Cápita (ICTPC), y éste se redujo 6.9% entre 2018 y 2020.

“Las remuneraciones por trabajo subordinado siguen siendo las de más relevancia” dentro del ICTPC, dijo Nabor Cruz. Y mientras éste bajó hasta 10%, el dinero que ingresó a los hogares mediante transferencias monetarias sociales —tanto públicas como privadas— creció 16 por ciento.

Esas transferencias son por jubilaciones, pensiones, remesas, apoyos gubernamentales y donativos de instituciones, entre otras, detalló el funcionario. Gracias a esos montos hubo una contención de la pobreza. Sin ellas, la pobreza no hubiera incrementado a 43.9%, sino a 45.9 por ciento. Y la pobreza extrema hubiera rebasado al 10% de la población, pues no hubiera quedado en 8.5%, sino en 12.8%, señaló.

Sin embargo, el ingreso laboral, el dinero que la gente gana por su trabajo “es un componente importantísimo del ingreso total. No hay transferencia ni mecanismo indirecto posible que pueda sustituir la capacidad de generación de ingreso no precario de las personas”, señaló en entrevista Claudia Maldonado Trujillo, consejera del Coneval.

Hay más, pero mal distribuido

De acuerdo con el informe, la remuneración de quienes tienen un trabajo subordinado pasó de 3,044 a 2,731 pesos mensuales entre 2018 y 2020, una reducción de 10.3 por ciento. En tanto, los ingresos laborales de quienes trabajan por su cuenta pasaron de 436 a 396 pesos en el mismo periodo, una baja de 9.1 por ciento.

En contraste, el ingreso por transferencias monetarias presentó un incremento de 16.2%, al pasar de 639 a 743 pesos.

“El ingreso laboral es el rubro más importante del ingreso de los hogares en México en todos los deciles”, apuntó la doctora Claudia Maldonado. “Eso supone que enfrentar el desafío de la recuperación pasa necesariamente por políticas y estrategias que promuevan” el incremento del ingreso de los hogares, agregó.

Uno de los hallazgos de la investigación es que a la par del crecimiento de las transferencias hubo una disminución en su progresividad. Eso quiere decir que “hay mayores montos” de apoyos, pero su capacidad para llegar a las personas que menos ingresos tienen es menor, explicó.

“Es necesario asegurarnos que esas transferencias puedan, efectivamente, llegar de manera prioritaria a los más pobres, a los primeros deciles de ingreso”. No tienen que dejar de ser apoyos universales, “tiene que ver con hacer el esfuerzo de ir a buscar a estos niveles de ingreso para ofrecer un poco de protección social”.

Entonces, el gran reto que enfrenta el país es asegurar “la atención prioritaria a los grupos históricamente discriminados, en desventaja, y a aquellos que fueron afectados por la pandemia”.

Es decir, los mayores niveles de pobreza han estado siempre en el ámbito rural, comenta. Según los resultados de la medición, la población rural —que no significa que sea indígena— presentó una disminución en la pobreza, al pasar de 57.7 a 56.8% entre 2018 y 2020.

Para el caso de las personas que hablan una lengua indígena, en 2018 el 75.8% de ellas vivía en pobreza; para 2020 fue el 76.8 por ciento.

Pero mientras la pobreza en la población rural disminuyó, en la población urbana aumentó 3.3 puntos porcentuales, al pasado de 36.8 a 40.1% entre 2018 y 2020. “El crecimiento más importante de la pobreza se dio en las zonas urbanas y muchos programas no estaban diseñados para atender a esos grupos, porque la incidencia es mayor en la población rural”, detalló la especialista.

Una ventana al futuro

Cada dos años, por mandato de ley, el Coneval mide la pobreza nacional y cada cinco, la de los municipios. “La definición de pobreza multidimensional, las fuentes de información y las características generales son las mismas de siempre”, comenta la consejera. Pero esta vez hay dos situaciones distintas a las anteriores mediciones.

La primera es que el Coneval “inicia una nueva serie con ajustes a los umbrales”, una modificación que se decidió antes de la actual administración federal. Por lo tanto, “podemos comparar 2018 con 2020, pero no con 2016 o 2014”.

La otra, por supuesto, la covid-19. “Éste es un levantamiento muy especial porque ocurre en una pandemia, es información clave, una fotografía en un momento crítico para el país y el mundo”.

De acuerdo con la profesora investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), otros de los grupos prioritarios de atención es el de las niñas, niños y adolescentes. El Coneval indica que el rezago educativo aumentó 0.25 puntos porcentuales.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha advertido el riesgo del aumento en el trabajo infantil a consecuencia del cierre de escuelas por la pandemia y el abandono escolar de la población infantil. Y también estima que por cada punto que aumenta la pobreza, el trabajo infantil incrementa 0.7 por ciento.

Otra de las preocupaciones es que la carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 16.2 a 28.2% entre 2018 y 2020, en medio de una pandemia. Y la población con seguridad social disminuyó 1.4 por ciento.

“Lo que Coneval ha propuesto en otros reportes, a la luz de muchos de estos hallazgos, es pensar en universalizar el régimen de seguridad social desvinculándolo de una ocupación formal subordinada”, señala la consejera del organismo.

Lo que se presenta en los resultados de la medición, dice, “es una primera ventana para ver todo lo que tendremos que resolver en el futuro, como consecuencia no sólo de la pandemia, sino de nuestras fragilidades estructurales y de las decisiones de gobierno”.

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Grupo Industrial Saltillo enciende motores con nuevas reglas de origen del T-MEC

El Economista

Grupo Industrial Saltillo (GIS) encendió motores para aprovechar las oportunidades que se han abierto para la industria automotriz en México con el T-MEC (tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá), particularmente con el nuevo capítulo sobre las reglas de origen de autopartes.

“Con el T-MEC se requiere mayor contenido regional y con la integración de la zona hemos ganado nuevos negocios que nos hacen planear que a finales del próximo año ya vamos a necesitar la expansión, por lo tanto hemos decidido hacer una inversión importante”, explicó Jorge Rada, director General de Draxton, subsidiaria GIS que fabrica autopartes.

La semana pasada la empresa anunció que invertirá 30 millones de dólares para aumentar la capacidad de su planta de fundición de autopartes que Draxton tiene en San Luis Potosí, cuya producción estará muy enfocada al mercado norteamericano.

Actualmente, la planta tiene una capacidad de producción de 100,000 toneladas, por lo que con la nueva inversión aumentarán otras 30,000 toneladas al año. El inicio de operaciones se prevé para finales del 2022.

Rada explicó que no contratarán deuda para financiar la expansión de su planta, ya que cuentan con recursos propios y un balance sólido para soportar la inversión.

La nueva línea estará enfocada en la producción de calipers y brackets, piezas críticas y de seguridad para el sistema de frenos para todo tipo de vehículos, de gasolina, híbridos y eléctricos.

El director de operación de Grupo Industrial Saltillo comentó que han ganado contratos de largo plazo con empresas automotrices que operan en Norteamérica para proveerles componentes para sistemas de frenos, por lo que esta expansión es necesaria.

“Hemos notado que ha habido un crecimiento de la demanda en México de esos componentes y nosotros estamos muy bien posicionados para tomar esa demanda creciente y los contratos que hemos ganado nos hacen ver que esta inversión es oportuna y necesaria para hacer frente a esta demanda adicional que hemos visto”, reiteró.

Draxton ganó nuevos negocios por 50,000 toneladas por año para un total de 80,000 toneladas en 2021 que serán colocados en los próximos dos años.

Entre los programas ganados destaca un brazo de control (control arm) que será ensamblado en un nuevo vehículo eléctrico para un fabricante automotriz, señala en su reporte financiero del segundo trimestre del 2021.

En el mismo se detalla que “con estos negocios nuevos se incrementa el número de nuevos productos en desarrollo a 338, lo que representa alrededor de 236,000 toneladas por año”.

Draxton, que es la división de autopartes de GIS, contribuye con el 70% de los ingresos del Grupo y genera 80% del flujo operativo (Ebitda). Además de México, también tiene plantas en China, República Checa, España, Polonia y en Italia.

De abril a junio registró ventas por 177 millones de dólares, un aumento del 211% contra el mismo trimestre del año anterior, impulsados por el aumento en el volumen, principalmente.

En Norteamérica, el volumen aumentó 211% por una fuerte demanda de vehículos, mientras que en los mercados de Europa y Asia creció 139%, apoyado por mayores ventas a vehículos comerciales y por un importante volumen del mercado de China.

GIS es una empresa que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Cada una de sus acciones se negocia en 30 pesos. En el año se han apreciado 10.30 por ciento.

No obstante, los pronósticos más optimistas de los analistas, estiman que cada acción de Grupo Industrial Saltillo debería cotizar en alrededor de 40 pesos por unidad, por lo que a este nivel se encuentran en un 33.33% por debajo del consenso de analistas.

Proyecta recuperación en el 2022

El también director de operación de Grupo Industrial Saltillo explicó que a pesar de las dificultades que atravesó la industria por la pandemia y ante la carencia de semiconductores que ha limitado la producción, así como el bajo nivel de inventario de vehículos y una fuerte demanda, se han generado oportunidades que ayudarán a la recuperación gradual de la industria.

Por lo que anticipa que hasta el 2022 se recuperará el nivel de inventarios que cayó ante la escasez de semiconductores, mientras que la carencia de este componente automotriz se irá moderando en lo que resta de este año y para el 2022 “prácticamente (el desabasto) va a desaparecer”, proyectó Jorge Rada.

“Gradualmente en lo que resta de este año se van a ir liberando los cuellos de botella por semiconductores y nosotros pensamos que se va a extender todo el año que entra el crecimiento o la recuperación”, enfatizó.

El directivo dijo que la industria ya ha tocado fondo tras los efectos negativos de la pandemia, por lo que la cadena está lista para retomar los volúmenes pre pandemia.

Tan solo en el segundo trimestre de este año se alcanzaron altos niveles de ventas que ajustadas por estacionalidad alcanzaron 17 millones de vehículos en Estados Unidos, un nivel visto por última vez en el tercer trimestre del 2019.

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Gobierno federal apostará por cerrar el sexenio con un salario mínimo de $189.04

 El Economista

El gobierno federal pugnará porque el salario mínimo general llegue al menos a 189.04 pesos diarios al final del sexenio. Es decir, más de 5,700 pesos mensuales. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) anunció que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) defenderá esa postura ante el Consejo de Representantes, el órgano encargado de fijar dicho referente.

El salario mínimo para la mayor parte del país este año es de 141.70 pesos diarios, más de 4,300 pesos al mes. Al iniciar el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, este referente tenía una valor de 88.36 pesos por día, lo que no representaba ni 2,700 pesos mensuales.

“El Gobierno de México impulsará los incrementos al salario mínimo para que al final del sexenio éste represente 1.7 veces el valor de la canasta de consumo mínimo” informaron la STPS y la Conasami en un comunicado.

Este aumento, destacaron, “permitirá que una persona que gane el salario mínimo sea capaz de comprar una canasta de consumo mínimo y una parte de otra para el resto de los integrantes de su hogar”.

El artículo 123 de la Constitución mandata que esta remuneración mínima debe ser suficiente “para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.

Rebasar la meta

Hasta 2018, el salario mínimo había tenido una caída sin freno, pues no aumentaba ni siquiera a la par de la inflación. Su poder adquisitivo había disminuido 70 por ciento. La última vez que representó un monto digno para las personas trabajadoras fue en 1976, cuando valía 326.80 pesos diarios a precios de julio de 2018, de acuerdo con información de la Conasami.

Sin embargo, el comunicado oficial no adelanta cuál será la propuesta del gobierno federal para el salario mínimo 2022 ante el Consejo de Representantes. Ese órgano tripartita agrupa a la representación de la parte obrera, patronal y gubernamental.

“Los incrementos otorgados en 2020 y 2021, gracias al apoyo mayoritario del Consejo, han sido pasos importantes en la ruta hacia este objetivo”, señalan. “El Gobierno de México mantiene su compromiso de presentar propuestas con miras a la meta mencionada, cuidando que los incrementos sean sustanciales, responsables y consensuados”.

El primer aumento, el de 2019, que pasó de 88.36 a 102.68 pesos “tuvo como objetivo llevar el salario mínimo al mismo valor que la Línea de Pobreza por Ingresos Urbana (LPIU) del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)”.

Esa medición se usa para comparar el ingreso de los hogares con el valor de una canasta de consumo mínimo. “Así, una persona que ganara el salario mínimo sería capaz de sostenerse a sí mismo”.

Este jueves, el Coneval dio a conocer que la LPIU es de 3,559.88 pesos por persona. Con la meta que el gobierno federal se plantea para 2024, el monto mensual sería de 5,700 pesos mensuales.

Previo a este anuncio, la Conasami, a través de su Programa Institucional 2021-2024, señalaba que la meta era llegar al final de la actual administración a 167.56 pesos diarios, o sea, poco más de 5,100 pesos al mes. El documento fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en julio pasado.

Esa cantidad había sido proyectada a precios de septiembre de 2020. Una vez hecho el ajuste a los costos actuales, la cantidad mínima a lograr sería de 189.04 pesos diarios.

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