Síntesis Obrera

Foto del día: Sinaloa, Nuevo León, la Ciudad de México, Nayarit y Sonora son los estados que tienen las mejores condiciones para el mundo del trabajo en la actualidad, revela el Índice de Competitividad Estatal 2021 (ICE). De acuerdo con el ranking elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las mejores entidades federativas en la medición del trabajo tienen sueldos promedio superiores, menos personas con ingresos por debajo de la línea de bienestar, menor brecha salarial, jornadas laborales balanceadas, mayor población con estudios profesionales o técnicos y buenos programas de capacitación laboral, todos estos elementos agrupados en los que denominan “Mercado de factores”. (Vía El Economista)

 

Reforma de outsourcing no viola los acuerdos comerciales del T-MEC: STPS

 El Economista

La regulación de la subcontratación de servicios especializados y la prohibición del outsourcing basado en suministro de personal no afecta los compromisos asumidos por nuestro país en el marco del T-MEC y mucho menos las relaciones comerciales, afirmó Alejandro Encinas Nájera, titular de la Unidad de Política Laboral y Relaciones Institucionales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

“De lo que se trata esta ley es tener plena certeza de quién es el responsable, quién asume las responsabilidades patronales respecto a las y los trabajadores. Por supuesto que la subcontratación está permitida y, si es legal y si está dentro de los marcos legales, no tendría por qué obstaculizar o afectar la relación comercial”, expuso durante el Foro internacional laboral: Las voces de los expertos sobre los retos del trabajo actual convocado por la Coparmex.

Encinas Nájera subrayó que las empresas que prestan servicios especializados deberán asegurar que sus trabajadores cuenten con seguridad social, reparto de utilidades y negociación colectiva.

“Uno de los usos indebidos en el pasado de la subcontratación era encubrir la relación laboral existente en un centro de trabajo. Con esta reforma lo que se va a lograr es que se aclare y que las y los trabajadores tengan plena certeza de quién es su patrón y quién responde ante un eventual conflicto”, agregó.

Por su parte, Ricardo Aranda, director general de Disciplinas de Comercio Internacional de la Secretaría de Economía (SE), recordó que al inicio del capítulo 23 del T-MEC se enfatiza la obligación de los países de mantener o adoptar derechos laborales internacionalmente reconocidos, como la libertad de asociación y la negociación colectiva.

“En la medida en que la reforma sobre subcontratación persigue entre sus objetivos, además de terminar con prácticas abusivas, garantizar los derechos laborales en los centros de trabajo, esto es acorde con el cumplimiento de este objetivo del capítulo”, explicó el funcionario de la SE.

Tanto la Secretaría del Trabajo como la Secretaría de Economía coincidieron en que la reforma de subcontratación no representa un incumplimiento de México al capítulo laboral del T-MEC, por el contrario, refuerza el compromiso de nuestro país por mejorar las condiciones de los trabajadores.

La reforma de subcontratación entró en vigor el 24 de abril luego de su publicación en el Diario Oficial de la Federación y ya comenzaron a correr los plazos de implementación de las nuevas disposiciones.

Las modificaciones al régimen de subcontratación implicaron reformas a ocho ordenamientos legales y con ello, quedó expresamente prohibido el esquema de suministro de personal, entendido cuando una empresa pone a sus trabajadores a disposición de otra. El nuevo marco legal permitirá únicamente la tercerización de servicios especializados siempre y cuando éstos no formen parte del objeto social y actividad económica preponderante de la compañía contratante.

Alejandro Encinas recordó que incluso México recibió felicitaciones por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por el acuerdo tripartito alcanzado para regular el outsourcing y, en ese sentido, enfatizó que el capítulo laboral retoma los principios de los convenios del organismo internacional.

Diálogo, clave para evitar paneles

Por su parte, Ricardo Aranda resaltó que el éxito del T-MEC no se deberá medir por el número de paneles que se constituyan para atender quejas, sino por el avance en la implementación de los compromisos asumidos como país contenidos en la reforma laboral de 2019.

Aunque el nuevo gobierno estadounidense ha mostrado interés por promover una agenda comercial centrada en los trabajadores, utilizando todas las herramientas de observación disponibles en el nuevo acuerdo comercial de América del Norte, el funcionario de la Secretaría de Economía opinó que esta postura no significa que nuestro país recibirá más demandas, pues existen etapas de consulta que son previas al establecimiento de un panel y que buscan resolver las diferencias a través del diálogo.

“No quiero decir que definitivamente no habrá demandas vinculadas a los compromisos laborales. Lo que quiero decir es que esto tiene un impacto en nuestras labores cotidianas a través de un diálogo constante con nuestros interlocutores en Estados Unidos y Canadá para abordar asuntos de interés o inquietudes puntuales sobre los compromisos laborales del T-MEC”, puntualizó.

Sin embargo,  consideró que este diálogo también se debe impulsar al interior del país entre los sectores vinculados con la implementación de la reforma laboral. Por ello, los canales de comunicación abiertos entre autoridades y centros de trabajo serán importantes para definir “cursos de reparación” ante supuestos incumplimientos que sean reclamados al amparo del acuerdo comercial.

Por otra parte, Alejandro Encinas resaltó que, el cumplimiento de la normatividad laboral es la mejor forma de prevenir cualquier queja al amparo del T-MEC.

“Vamos a seguir en una estrategia preventiva, inhibiendo el establecimiento de paneles comerciales. Antes de que se instale un panel, podemos acordar cursos de reparación con la instalación cubierta, que éste sea convincente y la parte demandante desista de continuar y que se llegue a una solución amistosa”, señaló el funcionario de la STPS.

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Empleos precarios se recuperan más rápido que los de mayor salario

 El Economista

 

Los empleos precarios son aquellos puestos de trabajo que, tras la crisis del Covid-19, se han recuperado más rápido, en contraste con aquellos que ofrecen un mayor salario o condiciones laborales mejores, indicó la última investigación del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Luis Monroy-Gómez-Franco, autor del estudio “Los Impactos Distributivos del Covid-19 en México”, indicó que el segmento de la población que más se vio afectado fue aquel con empleos de ingresos medios y, si bien algunos han recuperado su trabajo, lo han hecho con salarios más bajos.

“Esto es preocupante porque, de continuar la tendencia, se profundizará la polarización del mercado laboral mexicano, así como la precarización del mismo, porque los empleos que no están reapareciendo en la mitad de la distribución (ingresos medios) están reapareciendo en la parte baja de la misma, mientras que los empleos mejor pagados no están aumentando su participación en el total de empleos del mercado”, explicó en videoconferencia para presentar el estudio.

Agregó que en el caso de los empleos de mayores ingresos, éstos se han recuperado, pero no se han generado nuevas plazas, en contraste con los de los ingresos menores, mientras que la recuperación se ha estancado en los niveles de ingreso medio, con un déficit de 2 millones de empleos respecto al inicio del año.

Marcelo Delajara, también del CEEY, aseveró que estos patrones son polarizantes dentro del mercado laboral, además de profundizar elementos que desde antes de la pandemia ya eran preocupantes, como la precariedad y desigualdad.

Agregó que se debe analizar que, ante la ausencia de ayudas o estímulos por parte del gobierno mexicano para enfrentar la crisis, los programas prioritarios del gobierno estén bien focalizados.

Vacunación ayuda

La recuperación del ingreso a niveles pre Covid podría tomar hasta una década, como sucedió en la crisis financiera pasada; no obstante, Monroy-Gómez-Franco indicó que el proceso de vacunación puede ser impulsor para la recuperación de estos puestos de trabajo.

“Hay que agregar que es en un escenario donde ya veníamos con problemáticas estructurales que dificultan el proceso de recuperación. Tenemos en cuenta la última crisis, que en términos de ingresos laboral nos tomó 10 años recuperar el ingreso laboral promedio. En ese sentido, depende mucho del tipo de políticas y del desempeño de la economía”.

Señaló que el plan de estímulos de Estados Unidos también podrá ayudar a la recuperación de empleos en el lado de las manufacturas, uno de los sectores mexicanos que mantiene una relación con el país vecino del norte.

Aumenta pobreza

Por otra parte Monroy-Gómez Franco expuso que durante el pico más alto del cierre de las actividades económicas para contener los contagios derivados de la pandemia de coronavirus, la población con un ingreso por debajo de la línea de pobreza extrema se incrementó de 35 hasta 45% de la población, algo nunca antes visto, ni siquiera durante la crisis financiera del 2008.

Aclaró que a finales del 2020 el porcentaje había disminuido a 40% de la población total, sin embargo está por arriba de lo observado en periodos previos. En el caso de la población sin ingreso laboral alguno, se incrementó a 15% de la población total en el tercer trimestre del 2020 para reducirse a 12% del total hacia finales del año pasado, añadió el CEEY.

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Los 5 estados con las mejores condiciones para trabajar en México en 2021

 El Economista

Sinaloa, Nuevo León, la Ciudad de México, Nayarit y Sonora son los estados que tienen las mejores condiciones para el mundo del trabajo en la actualidad, revela el Índice de Competitividad Estatal 2021 (ICE).

De acuerdo con el ranking elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las mejores entidades federativas en la medición del trabajo tienen sueldos promedio superiores, menos personas con ingresos por debajo de la línea de bienestar, menor brecha salarial, jornadas laborales balanceadas, mayor población con estudios profesionales o técnicos y buenos programas de capacitación laboral, todos estos elementos agrupados en los que denominan “Mercado de factores”.

“El subíndice de Mercado de factores mide la eficiencia del principal factor de producción: el trabajo. En específico, se consideran características que son esenciales para el adecuado desempeño de trabajadores y empleadores puesto que esto es determinante para establecer condiciones de competitividad de cada una de las entidades federativas. Aquellas entidades en las que los trabajadores están más y mejor capacitados y los salarios son mejores, son más atractivas para el talento y la inversión”, detalla la asociación.

El ranking en materia laboral dentro del ICE 2021 lo encabeza Sinaloa, entidad que desplazó al segundo lugar a Nuevo León. Además, dentro de las primeras cinco posiciones se integraron en esta medición la Ciudad de México (3) y Nayarit (4), quienes hasta el año pasado ocupaban los lugares 6 y 14, respectivamente. El Top 5 lo completa Sonora en el quinto lugar, estado que retrocedió una posición respecto de 2020.

Este año salieron de las primeras posiciones Jalisco y Baja California Sur.

En tanto, en las posiciones con las condiciones menos competitivas para el mundo del trabajo se encuentran Chiapas, Guerrero, Guanajuato, Tlaxcala y Oaxaca, entidades con sueldos más bajos que el promedio nacional y los mayores niveles de desigualdad salarial, pobreza laboral y escasez de talento profesional y técnico.

Recomendaciones de política pública

El IMCO destaca que si bien el mercado laboral está regulado a nivel federal, hay elementos en manos de los gobiernos estatales que hacen que se generen mejores condiciones locales para el trabajo, como la seguridad y la justicia, además de aspectos como el fomento a la capacitación laboral y el desarrollo profesional.

Ante este contexto, la institución de la sociedad civil recomienda poner en marcha al menos 13 políticas publicas para mejorar las condiciones del mercado laboral a largo y ancho del territorio nacional en áreas como la capacitación y la empleabilidad, regulación fiscal, reducción de costos laborales y mercados de capital:

  • Fortalecer los programas locales de apoyo al empleo con nuevos mecanismos de vinculación y capacitación que permitan suplir el recorte de 92% en los recursos federales para este fin.
  • Implementar programas de autoempleo, empleo temporal y designación de fondos para proyectos productivos para revertir el aumento del desempleo que dejó la pandemia.
  • Vincular la educación técnica y superior con las necesidades del sector productivo fomentando la participación de las autoridades educativas y laborales con el sector empresarial en el diseño de los planes educativos a nivel técnico y profesional.
  • Evaluar la continuidad de sectores improductivos o poco competitivos mediante la transformación de actividades hacia áreas más productivas.
  • Generar incentivos para la contratación de jóvenes y apoyo al emprendimiento juvenil.
  • Otorgar estímulos e incentivos fiscales para la contratación de personal perteneciente a poblaciones vulnerables.
  • Otorgar subsidios adicionales al empleo para personas que ganan menos de 10,500 pesos al mes, por el monto equivalente a lo que deben pagar de Impuesto Sobre la Renta (ISR).
  • Consolidar el presupuesto estatal de salud para otorgar la seguridad social obligatoria en el empleo.
  • Crear fondos de garantía para préstamos de liquidez a las empresas a través de acciones puntuales de los gobiernos estatales que permitan respaldar el otorgamiento de créditos comerciales de corto plazo.
  • Reducir temporalmente o diferir el impuesto sobre nómina como una medida para la conservación del empleo formal.
  • Impulsar los mercados de capital semilla, capital ángel y capital emprendedor como instrumentos para el financiamiento de negocios locales.
  • Dinamizar el mercado de la tierra y otros activos inmobiliarios para financiar la actividad productiva.
  • Impulsar la modernización en el sistema de pagos, ya que mantener altos niveles de transacciones en efectivo favorece la informalidad, el crimen y la corrupción.

“El buen funcionamiento del mercado laboral es uno de los temas que normalmente tienen la atención de los gobiernos estatales. Normalmente las políticas públicas están enfocadas a la creación de empleos. Es importante que la creación de empleos en el corto plazo no destruya las posibilidades de educación, el desarrollo tecnológico, ni impidan la movilidad laboral. Para ello, las políticas públicas más exitosas en el largo plazo se enfocan en crear capacidades en las personas, más que oportunidades de empleo”, destaca el IMCO.

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La recuperación del empleo ha sido “desigual y regresiva”: CEEY

 Proceso

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) señaló que, pese a la recuperación del empleo, luego del gran confinamiento provocado por la pandemia de covid-19, el mercado laboral mexicano quedó marcado por una dinámica de precarización, acompañada de una polarización en los ingresos,

Entre el tercero y cuarto trimestres de 2020, apuntó, la recuperación del empleo se estancó en los niveles de ingreso medio, con un déficit de dos millones de plazas respecto al inicio del año.

Este patrón resulta similar tanto en el sector formal como en el informal del mercado laboral.  Sin embargo, la falta de empleos en la parte intermedia de ingresos laborales es mayor en el sector informal.

Pero, además, al cierre de 2020 el nivel de ingreso laboral per cápita ha recuperado su nivel original sólo en el estrato más alto.

En comparación con el primer trimestre del año, la población en el decil más alto de ingresos ha recuperado su nivel original, mientras que el resto se mantiene en un nivel inferior. “Lo anterior es una muestra de que la recuperación ha sido desigual y regresiva”, señaló el CEEY.

De acuerdo con el análisis, de todas las regiones del país, la Ciudad de México, que es donde se concentra la mayor parte del mercado laboral, fue la más afectada, pues su ingreso laboral per cápita cayó 18%.

Sin embargo, el choque no fue parejo. Mientras en la Ciudad de México la caída en el ingreso laboral provocó que los más pobres de la entidad perdieran la ventaja que tenían en relación con los más pobres de otras entidades federativas, no sucedió lo mismo con la población que antes de la pandemia estaba en la parte alta de la escalera de ingresos.

El Centro de Estudios aclaró que, aunque no sea posible incorporar el efecto de las transferencias gubernamentales, se debe decir que de cara a la pandemia no hubo un cambio en éstas, ni en cobertura, ni en montos.

“Si los resultados de la dinámica laboral aquí descritos no se revierten a través de políticas activas, en el mediano plazo una mayor proporción de la población mexicana no contará con opciones de movilidad social”, abundó.

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En México se han recuperado empleos, pero son más precarios

 La Jornada

Ciudad de México. El mercado laboral de México ha recuperado espacios de trabajo, pero cada vez más precarios. Mientras el 10 por ciento de los trabajadores que más ganaban antes de la pandemia recuperaron sus ingresos al cierre de 2020, el otro 90 por ciento de la fuerza de trabajo se encuentra con remuneraciones menores, reportó el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

“Lo anterior es una muestra de que la recuperación ha sido desigual y regresiva”, resumió. Recuperar los niveles de ingreso perdidos por la crisis de coronavirus puede tomar una década, como ocurrió con la recesión de 2008 y 2009, detallaron en conferencia de prensa los investigadores del centro.

Mientras los trabajadores de altos ingresos prácticamente no vieron una afectación derivado de la crisis por Covid-19, hay 2 millones de plazas menos entre quienes ganaban de 3 a 5 líneas de pobreza y los empleos que van reapareciendo son en los niveles de ingreso laboral más bajo, detalló Luis Monroy-Gómez-Franco, autor del documento de trabajo Los impactos distributivos del Covid-19 en México.

En términos distributivos se ha polarizado más el ingreso laboral y en general hay una “igualación hacia abajo”, explicó. Es decir, que no mejoraron las condiciones de los trabajadores más pobres para tener un mejor ingreso, se deterioraron las de quienes tenían remuneraciones medias, mientras las de los más ricos salieron ilesas de la mayor recesión en 88 años.

“El problema de desigualdad que arrastramos se profundiza y las distancias quedan más marcadas. Si pensamos en términos de efectos más estructurales hacia futuro, estamos pensando en menos espacios de movilidad, tanto a mediano plazo como si se cristaliza este patrón que estamos observando, en términos intergeneracionales”, comentó Roberto Vélez, director ejecutivo del CEEY.

“Ahora tenemos el desafío de sacar a más personas de la pobreza”, dijo Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del CEEY. Explicó que la crisis ha dejado “patrones poralizantes”, aumentó la precariedad laboral y la “desigualdad se han profundizado muchísimo”.

Además, se remarcan patrones preocupantes que caracterizan al mercado laboral mexicano, amplió. Uno de ellos es la precariedad laboral, vinculada a las altas tasas de informalidad, 56 por ciento de la fuerza laboral trabaja en esas condiciones, lo que genera un círculo vicioso de empleos precarios. “Sin capacitación, sin protección social, que llevan a malas emparejamientos entre empleados y empleadores”.

Ingreso per cápita en CDMX cae hasta 18 por ciento

La crisis también “tuvo un efecto desproporcionado” en tres estados. Quintana Roo y Baja California Sur —economías altamente dependientes del turismo, uno de los sectores que resintieron en primera línea los efectos económicos de la pandemia a nivel mundial— y la Ciudad de México, que también tiene una estructura productivamente principalmente enfocada a servicios.

Los trabajadores de la capital del país resintieron una caída promedio de 18 por ciento per cápita en sus ingresos. Es el estado más devastado en estos términos, detalló Monroy-Gómez-Franco. Si bien antes de la pandemia los más pobres de la Ciudad de México tenían una ingreso mayor al promedio de los más pobres a nivel nacional, esta ventaja fue borrada con el Covid-19.

Eso no pasó en la población de mayores ingresos de la Ciudad de México. Al inicio y al final de 2020 esta población sigue concentrando las mayores remuneraciones en el país.

Abrir escuelas, clave en recuperación laboral

Los investigadores expusieron que ayudará el proceso de vacunación para que más pronto se recupere la economía, pero es crucial la apertura de las escuelas, dado que esto liberaría tiempo para que las mujeres —en quienes se han recargado las tareas de cuidado— regresen a los espacios de trabajo. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay 1.5 millones menos de ellas en el mercado laboral que el año pasado.

Delajara reiteró que además de un programa de emergencia de uno o dos salarios mínimos para trabajadores que perdieron sus ingresos, o parte de ellos, se necesita que los programas sociales estén bien focalizados, que se realicen programas de intermediación para capacitar a trabajadores que salieron del mercado laboral y que regresan a empresas en las que se ha incorporado más tecnología para adaptarse a la crisis.

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Reconocen empresarios ahorro que generó el trabajo en casa

 La Jornada

 

Ciudad de México. Empresarios reconocen que el trabajo en casa, generó ahorro a las empresas y mejoró la calidad de vida de sus colaboradores al evitar traslados de dos a tres horas, sin embargo en el futuro esta práctica podría llevarse de manera combinada realizando el trabajo unos días en casa y otros en las áreas de trabajo, señaló, el presidente de la Coparmex Ciudad de México Armando Salinas Zúñiga.

El teletrabajo es un cambio radical con la pandemia y hoy en día el 80 por ciento de la fuerza administrativa de las empresas ésta todavía trabajando desde casa, indicó, Zúñiga Salinas.

En la Ciudad de México, apenas de autorizó “el regreso del 20 por ciento de los colaboradores y bueno, han sido experiencias, yo creo que muchas positivas como ahorros que de hecho han tenido las empresas pero un punto importante también es la calidad de vida de los trabajadores”.

Por ejemplo los traslados de la casa al trabajo “que a veces son de tres y hasta cuatro horas y bueno, con esto, se mejoró mucho la calidad de vida”.

Sin embargo el trabajo en casa, trajo también otras circunstancias, como por ejemplo el que en casa convivan los que trabajan, los niños que estudian, en fin, “lo cual ha traído algunas cuestiones incluso psicológicas y este tema, que de hecho ya en torno al cual se ésta legislando respecto a quien tiene que pagar los servicios de internet o cómo se supervisan los trabajos”.

Todo esto ya se ésta regulando pues “efectivamente el trabajo en casa llegó para quedarse, yo creo que en adelante se va a ir compensando; incluso el teletrajo, no necesariamente tiene que ser al cien por ciento en un lugar; se puede combinar por ejemplo haciendo la mitad de la semana desde casa y la otra mitad en el trabajo buscando lo más sano”.

Definitivamente en los tiempos que vienen se va ir legislando más al respecto, “se van a ir viendo las diferentes circunstancias que afecten y finalmente lo que genere un beneficio importante, poco a poco va a haber un reacomodo tanto de los colaboradores como de las empresas en la legislación”, apuntó.

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Covid-19 da giro a riesgos de trabajo

 Grupo en Concreto

Además del riesgo de contagio de coronavirus, los trabajadores de todos los sectores se han enfrentado a otros peligros durante la pandemia por Covid-19 que han surgido debido a las nuevas prácticas y procedimientos laborales adoptados para mitigar la propagación del virus, como es el teletrabajo, que si bien, ha sido fundamental para reducir los contagios por coronavirus, se han presentado en empleados otros padecimientos como ergonómicos y sicosociales.

A esto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destaca el fenómeno del “presentismo”, es decir, la difuminación de las líneas entre la vida laboral y privada, a lo que se le suman los trastornos musculoesqueléticos, causados por estar mucho tiempo sentados frente a la computadora, la responsabilidad de cuidar a los hijos o a los padres mientras trabajan y el aislamiento social que puede suponer no estar en la oficina, lo que afecta el desarrollo personal.

En el marco del Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, la OIT, que este miércoles se conmemora, acepta que el personal de salud supera a otros sectores como el de la construcción en lo que se refiere a riesgos de trabajo debido a la pandemia.

Quienes se desempeñan hospitales, clínicas o consultorios, así como los de sectores denominados esenciales, se han enfrentado a muchas situaciones de estrés, con aumento de la carga de trabajo, la prolongación de la jornada laboral y la reducción de los periodos de descanso, que se han convertido en la norma durante la crisis.

“El riesgo de violencia y acoso en el trabajo también ha aumentado, con consecuencias para el bienestar físico y mental. Muchos trabajadores de hospitales han tenido que enfrentarse a decisiones difíciles que provocan fatiga emocional. Por ejemplo, la asignación de los limitados recursos cuando se enfrentan a muchos casos graves en cuidados intensivos”, destaca la OIT.

La situación en México

Los de supermercados, tiendas de autoservicio y departamentos especializados en línea de mercancía, construcción de obras de infraestructura y edificaciones en obra pública, compraventa de alimentos y tabaco, así como preparación y servicios de alimentos, son los sectores en donde más se registran accidentes de trabajo, de acuerdo con información proporcionada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El instituto, reporta que en 2020 se contabilizaron 806 defunciones, de las cuales 343 fueron por accidentes de trabajo, 183 en el trayecto a su centro laboral y 280 por enfermedades derivadas de actividades en esos sitios.

En tanto que los estados donde más se registran percances y enfermedades de trabajo son Jalisco, en el oriente y poniente del Estado de México, Nuevo León, Sur de la Ciudad de México, Baja California, Guanajuato, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas, según los datos de 2019, que son los más recientes.

Por otro lado, el IMSS destaca que las 10 enfermedades más comunes en ese contexto fueron: Dorsopatías (2 mil 435 casos); Hipoacusias (mil 712); Neumoconiosis (992); Síndrome del Túnel Carpiano (851); intoxicaciones (796); lesiones de hombro (751); otras entesopatías (709); enfermedad del ojo y sus anexos (589); y Tenosinovitis de Estiloides Radial de Qervain (559).

Paralelamente, el número de incapacidades permanentes en 2019 fueron 38 mil 802 y en 2020 se contabilizaron 22 mil 381. En ese marco, las demandas laborales por accidentes de trabajo que registra el IMSS en 2019 fueron 305 y en 2020, 170, que son los datos más recientes con los que cuenta el instituto.

Los más afectados ante la pandemia

La directora de Normalización en Seguridad y Salud Laborales de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Cointa Lagunes Cruz, reconoció que después del personal del sector salud, ante la pandemia por Covid-19, quienes también han sido los más vulnerables, son los trabajadores y empresas informales, puesto que estos últimos no cuentan con la protección suficiente y adecuada.

Resaltó el hecho de que el IMSS califique a los empleados afectados por Covid-19 en el rubro de enfermedad de trabajo, por lo que, en ese marco, la STPS supervisa que se cumpla con la norma en materia de salud y seguridad en el trabajo, así como con capacitación, por medio de la Dirección General de Inspección Federal del Trabajo.

Dijo que eso es fundamental, puesto que actualmente los entornos de trabajo cerrados presentan 18.7% mayor probabilidad de transmisión del virus del SARS COV 2, a diferencia de los espacios al aire libre.

De ahí, que la STPS cuenta, entre otros, con el Programa de Autogestión en Seguridad y Salud en el Trabajo, que invita a las empresas a observar las medidas que deben que deben tomar en la aplicación de las normas y con ello disminuir los riesgos de accidentes o enfermedades en los centros laborales.

Por otro lado, coincidió con la OIT en los padecimientos que están teniendo personas debido al teletrabajo, el cual reduce el riesgo de contagios al eliminar los traslados, pero registran problemas como de ansiedad, estrés y ergonómicos.

De ahí, que recordó la entrada en vigor recientemente de las reformas al Artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo en materia de teletrabajo y después de más de un año de laborar a distancia, los empleados mantienen los mismos derechos.

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En México, 11.5% de los niños y niñas trabaja: Inegi

 Serendipia

 

El trabajo infantil en México aún no está erradicado. Cada 30 de abril se celebra el Día del Niño para reafirmar los derechos de los niños y crear una infancia feliz para su desarrollo pleno e integral, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Pero en el país hay 3.3 millones de menores de edad que trabajan, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019 del Inegi, 11.5 por ciento de las niñas y niños mexicanos están trabajando, la mayoría de ellos (55 por ciento) sin salario alguno.

La Ley Federal del Trabajo (LFT) prohíbe el trabajo de menores de 15 años y permite el trabajo de los adolescentes de 15 a 17 años que hayan terminado su educación básica obligatoria. Sin embargo, esta misma ley prohíbe el trabajo de los menores de 18 años en actividades que pongan en riesgo su desarrollo y salud tanto física como mental.

El Inegi consultó a 82 mil 888 personas de entre cinco y 17 años (que representan los 28.5 millones niños que hay en México) durante los últimos tres meses de 2019 para conocer cuántos de ellos están involucrados en formas de trabajo prohibidas y en qué condiciones.

Trabajo infantil en México: labores no permitidas

El trabajo infantil no permitido en México comprende tres tipos de trabajo: el que involucra a niños menores de 14 años, el que realizan personas de 15 a 17 años pero es peligroso (construcción, minas, agropecuario, bares, cantinas) y el quehacer doméstico no remunerado en condiciones no adecuadas. Es la primera vez que el Inegi mide el trabajo doméstico no remunerado de niños y niñas dentro de una encuesta de trabajo infantil.

El Inegi estima que en todo el país hay 3 millones 269 mil 395 menores que realizan alguno de estos trabajos: el 61 por ciento son niños y el 39 por ciento son niñas.

De este total, dos millones de niñas, niños y adolescentes trabajan en ocupaciones no permitidas. Estos son el 7.07 por ciento del total de personas de 5 a 17 años en el país.

La mayoría de estos menores de edad (71.15 por ciento) son niños y 28.85 por ciento son niñas, según los datos del Inegi. Además, 44 por ciento (888 mil menores de edad) tienen entre cinco y 14 años, es decir, menos de la edad mínima para laborar establecida en la LFT.

Además, 262 mil de estas niñas, niños y adolescentes (12.99 por ciento) realizan tareas domésticas en condiciones no adecuadas además de trabajar en una ocupación no permitida por la LFT.

¿Cuánto tiempo trabajan los niños en México?

A pesar de que la mayoría de los niños que laboran fuera de casa (43 por ciento) trabajan hasta 14 horas, el 14 por ciento tiene jornadas de más de 48 horas. Aunado a esto, el 19 por ciento trabaja entre 14 y 28 horas, 15 por ciento de 36 a 48 horas mientras que el 1 por ciento no especificó el tiempo que dedica al empleo.

Los niños trabajadores pertenecen a familias con uno o hasta 16 integrantes. De hecho, el 70.5 por ciento de ellos viven con una a cuatro personas, el 11.1 por ciento con cinco a nueve personas, el 7 por ciento con 15 o más personas, el 5.6 por ciento viven solos, el 2.9 por ciento con 10 a 14 personas y el otro 2.9 por ciento no dio detalles.

Niños que trabajan en México

En México, hay 888 mil 839 menores de 15 años que están trabajando, de ellos el 68.9 por ciento (612 mil 548) son niños y el 31.1 por ciento (276 mil 291) son niñas.

Estos menores de 15 años representan el 44 por ciento de todos los menores que trabajan de manera no permitida (debajo de la edad mínima autorizada y menores de 18 años laborando en actividades peligrosas). Esto quiere decir que 44 de cada 100 menores de 18 años son niños y niñas de entre 5 y 14 años.

Trabajo infantil en México: labores peligrosas

Los menores empleados en ocupaciones peligrosas en México suman 1.1 millones, según los datos del Inegi. Esto es el 55.94 por ciento de las niñas, niños y adolescentes empleados en ocupaciones no permitidas.

En este rubro, 72.91 por ciento son hombres y 27.08 por ciento son mujeres; es decir, hay casi tres veces más niños que niñas entre trabajando en actividades peligrosas.


Las tareas domésticas también son trabajo infantil si son peligrosas

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) establece que los servicios domésticos no remunerados peligrosos realizados por menores también se consideran trabajo infantil. Las tareas domésticas de carácter peligroso son aquellas en la que los niños y niñas se exponen a cargar cosas pesadas, dolores de espalda o musculares, cansancio o agotamiento, problemas respiratorios o intoxicación y que no permiten cumplir con las actividades escolares.

Adicionalmente, las labores domésticas durante horarios prolongados, en medio insalubre y lugares peligrosos se consideran quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.

De los tres millones 269 mil 395 menores de 18 años ocupados en trabajo infantil, el 38 por ciento son niños que realizan quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas. Estas son un millón 251 mil 658 niñas y niños, según la encuesta del Inegi.

En las tareas domésticas predominan las niñas, pues el Inegi encontró 690 mil 115 niñas en estos trabajos y 561 mil 543 niños laborando en sus propios hogares. En otras palabras, el 55.1 por ciento de las personas menores de 18 años que hacen tareas domésticas son niñas.

¿Por qué trabajan?

Los niños y niñas en trabajo infantil en México trabajan porque el hogar necesita de su trabajo o de su aportación económica, pero también para pagar su escuela, por gusto, para aprender un oficio, para pagar deudas y por otras razones.

Los menores de edad que trabajan por necesidades del hogar suman 558 mil 84 niños y niñas. El 15.8 por ciento de los niños trabajadores no domésticos están laborando porque el hogar requiere su trabajo y el 13.3 porque necesita el ingreso que trae el menor.

Además, 366 mil 843 niños y 181 mil 378 niñas trabajan fuera del hogar por gusto y por ayudar mientras que 272 mil 266 niños y 112 mil 722 niñas lo hacen para pagar su escuela y sus gastos. Ellos y ellas equivalen al 27.2 y 19.2 por ciento de los infantes ocupados respectivamente.

El 12.6 por ciento (216 mil 515 menores) trabaja a fin de aprender un oficio y el 12 por ciento (242 mil 474 niños) trabaja para pagar deudas, no estudio o hay otra razón. Es en este penúltimos motivo¿ donde se aprecia una gran diferencia entre los niños y las niñas que trabajan: el 85 por ciento de los menores que están aprendiendo un oficio son varones.

 

¿En dónde trabajan?

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil durante la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo de 1999. En el artículo 3 de este convenio aparecen cuatro peores formas de trabajo infantil: trata de niños, prostitución y pornografía infantil, actividades ilícitas como el tráfico de estupefacientes y el trabajo que probablemente dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.

Dos décadas después en México, 6 de cada 10 niños trabajadores están empleados en la cuarta de ellas: trabajo en el hogar, en las minas, en la agricultura, entre otras.

El 32 por ciento de los niños que trabajan fuera de casa apoyan en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, caza y pesca mientras que el 25 por ciento labora en la minería, construcción e industria, y el 5 por ciento son trabajadores domésticos, de limpieza, planchadores y otros trabajadores de limpieza.

El resto de niños son comerciantes (14 por ciento), vendedores ambulantes (8 por ciento), brindan servicios personales y vigilancia (7 por ciento), o realizan otras actividades (4 por ciento).

Los niños predominan en todos los grupos de ocupación, salvo en trabajos domésticos y de limpieza. En estos empleos, el 43 por ciento de los empleados son niños y el 56 por ciento son niñas.

Además, hay un millón 251 mil 658 niños y niñas trabajando en sus hogares: se hacen cargo de quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas. El 55 por ciento (690 mil 115) son niñas que se dedican a esto mientras que el 44 por ciento (561 mil 543) son niños.

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