Quedan 100 segundos para el apocalipsis, señala el Reloj del Día del Juicio Final

El Reloj del Juicio Final, también conocido como “Doomsday Clock” ha estado haciendo tic toc durante exactamente 75 años. Pero no es un reloj cualquiera e intenta medir lo cerca que está la humanidad de destruir el mundo.

Este jueves 20 de enero del 2022, el reloj se fijó en 100 segundos para la medianoche; la misma hora desde 2020.

El reloj no está diseñado para medir categóricamente las amenazas existenciales, sino para suscitar conversaciones sobre temas científicos difíciles como el cambio climático, según el Bulletin of Atomic Scientists, que creó el reloj en 1947.

“Cien segundos para la medianoche refleja el juicio de la Junta de que estamos atrapados en un momento peligroso, que no aporta ni estabilidad ni seguridad. Los avances positivos de 2021 no lograron contrarrestar las tendencias negativas a largo plazo“, dijo Sharon Squassoni, copresidenta del Consejo de Ciencia y Seguridad del Bulletin, que establece el horario del reloj. Squasson es también profesora de investigación en el Instituto de Política Científica y Tecnológica Internacional de la Universidad George Washington.

¿Qué es el Reloj del Juicio Final?

El Bulletin of Atomic Scientists fue un grupo de científicos atómicos que trabajaron en el Proyecto Manhattan, el nombre en clave para el desarrollo de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial.

Originalmente, fue concebido para medir las amenazas nucleares, pero en 2007 el Bulletin tomó la decisión de incluir el cambio climático en sus cálculos.

A lo largo de los últimos tres cuartos de siglo, la hora del reloj ha cambiado, según lo cerca que los científicos creen que está la raza humana de la destrucción total. Algunos años el tiempo cambia, y otros no.

El Reloj del Juicio Final lo fijan cada año los expertos del Consejo de Ciencia y Seguridad del Bulletin en consulta con su Junta de Patrocinadores, que incluye a 11 premios Nobel.

Aunque el reloj ha sido una llamada de atención eficaz a la hora de recordar a la gente las crisis en cascada a las que se enfrenta el planeta, algunos han cuestionado la utilidad del reloj de 75 años.

Lawrence Krauss, exmiembro de la Junta de Patrocinadores del Bulletin, dijo que, aunque el tiempo ha pasado desde que el reloj empezó a funcionar, ha sido difícil tomar en serio sus resultados, ya que en las últimas décadas se ha acercado peligrosamente al fin de la civilización.

Como físico teórico, Krauss se ha preocupado por cómo se evalúa y determina el reloj en la actualidad. Cada año, dijo, cuando el reloj se acerca alarmantemente a la medianoche, los científicos tendrían que medir cuánto “espacio” disponible queda antes de decidir cuánto más se debe mover el reloj.

“Ahora, el reloj se mueve en segundos, antes eran minutos”, dijo Krauss a CNN. “Está claro que no es una evaluación científica cuantitativa, sino más bien cualitativa. Lo que siempre fue importante es el movimiento del reloj, no su valor absoluto”.

¿Qué ocurre si el reloj llega a la medianoche?

El reloj nunca llegó a la medianoche, y Rachel Bronson, presidenta y CEO del Bulletin, espera que nunca lo haga.

“Cuando el reloj llegue a la medianoche, significa que se produjo algún tipo de intercambio nuclear o un cambio climático catastrófico que ha acabado con la humanidad”, afirma. “Así que no queremos llegar nunca y no lo sabremos cuando lo hagamos”.

Pasos para abordar las actuales amenazas

La declaración del Reloj del Juicio Final de 2022 enumera los pasos que se deben tomar para abordar las amenazas actuales.

  • Los presidentes de Rusia y Estados Unidos deben identificar límites más ambiciosos y completos sobre las armas nucleares y los sistemas vectores para fines de 2022. Ambos deben acordar reducir la dependencia de las armas nucleares al limitar sus funciones, misiones y plataformas, y reducir los presupuestos en consecuencia. Estados Unidos y otros países deberían acelerar su descarbonización, haciendo coincidir las políticas con los compromisos. China debería dar ejemplo siguiendo vías de desarrollo sostenible, no proyectos intensivos en combustibles fósiles, en la iniciativa One Belt One Road.
  • Los líderes de Estados Unidos y otros países deberían trabajar a través de la OMS y otras instituciones internacionales para reducir los riesgos biológicos de todo tipo a través de un mejor control de las interacciones entre animales y humanos, mejoras en la vigilancia y notificación de enfermedades internacionales, una mayor producción y distribución de suministros médicos y una capacidad hospitalaria ampliada.
  • Estados Unidos debería persuadir a aliados y rivales de que no ser los primeros en usar armas nucleares es un paso hacia la seguridad y la estabilidad y luego declarar tal política en concierto con Rusia (y China).
  • El presidente Biden debería eliminar la autoridad exclusiva de los presidentes de Estados Unidos para lanzar armas nucleares y trabajar para persuadir a otros países con armas nucleares para que establezcan barreras similares.
  • Rusia debería reincorporarse al Consejo OTAN-Rusia y colaborar en la reducción de riesgos y medidas para evitar la escalada. Corea del Norte debería codificar su moratoria sobre las pruebas nucleares y las pruebas de misiles de largo alcance y ayudar a otros países a verificar una moratoria sobre la producción de plutonio y uranio enriquecido.
  • Irán y Estados Unidos deben volver a cumplir conjuntamente el Plan de Acción Integral Conjunto e iniciar conversaciones nuevas y más amplias sobre la seguridad en Oriente Medio y las limitaciones de misiles.
  • Los inversores privados y públicos deben redirigir los fondos de los proyectos de combustibles fósiles a inversiones respetuosas con el clima.
  • Los países más ricos del mundo deben brindar más apoyo financiero y cooperación tecnológica a los países en desarrollo para emprender una acción climática fuerte. Las inversiones de recuperación de COVID deben favorecer los objetivos de mitigación y adaptación climática en todos los sectores económicos y abordar la gama completa de posibles reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero, incluidas las inversiones de capital en desarrollo urbano, agricultura, transporte, industria pesada, edificios y electrodomésticos, y energía eléctrica.
  • Los líderes nacionales y las organizaciones internacionales deben idear regímenes más efectivos para monitorear los esfuerzos de investigación y desarrollo biológicos.
  • Los gobiernos, las empresas de tecnología, los expertos académicos y las organizaciones de medios deben cooperar para identificar e implementar formas prácticas y éticas de combatir la información errónea y la desinformación habilitada por Internet. En cada oportunidad razonable, los ciudadanos de todos los países deben responsabilizar a sus funcionarios políticos locales, regionales y nacionales y a los líderes empresariales y religiosos preguntando “¿Qué están haciendo para abordar el cambio climático?”

Fuentes: Excélsior, CNN.

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