Por. Alejandro Gómez Tamez / @alejandrogomezt*
En el arranque de 2021 el consumo privado en México tuvo un mal desempeño. En el comparativo del primer bimestre de 2021 respecto de los mismos meses de 2020, el Indicador mensual del consumo privado en el mercado interior reportó una caída de -7.55%. Esto sin duda denota una caída en el bienestar general de la población y tiene dos explicaciones: por un lado, hay una disminución importante en el número de personas que conforman la población ocupada, y por otro lado, se ha dado una caída en términos reales en el nivel de ingresos promedio de la población.
En esta entrega abordaremos estos dos fenómenos que explican lo sucedido con el poder adquisitivo y consumo de los mexicanos. Desde luego que lo presentado aquí no tiene el rigor de una investigación científica, pero si busca proporcionar una idea clara de la magnitud del problema en el mercado laboral y en los niveles de ingreso promedio de la población ocupada.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN), entre el primer trimestre de 2020 y el mismo trimestre de 2021, la población ocupada total en México disminuyó -4.30%, al haber pasado de 55.352 millones a 52.973 millones de personas. El porcentaje se dice fácil, pero implica que en los primeros tres meses de este año hubo 2.379 millones de personas menos trabajando con respecto a un año antes.
Desde luego que al haber menos gente trabajando, hay menos ingresos para millones de familias, y esto sin duda afecta su capacidad de comprar bienes y servicios. Por otra parte, es verdad que en el último año se dio un aumento importante en el salario mínimo, al haber pasado éste de 123.22 pesos a 141.70 pesos diarios entre 2020 y 2021; sin embargo, ocurrió un cambio significativo en la distribución de la población ocupada por nivel de ingreso. Esto lo explico a continuación.
Caída del salario mínimo
La ENOEN nos muestra que entre el primer trimestre de 2020 y los primeros tres meses de 2021 la población ocupada que gana menos de un salario mínimo (sm) aumentó 6.99%, al pasar de 12.533 millones a 13.409 millones. Esto ocurrió mientras que todos los demás rangos de ingreso presentaron disminuciones en la población ocupada que se encuentra en ellos.
Tenemos que la cantidad de personas que ganan de 1 hasta 2 sm disminuyeron -3.64%, al pasar de 19.781 millones a 19.062 millones; los que ganan de 2 a 3 sm decrecieron -19.22%, al pasar de 8.613 millones a 6.958 millones de personas; los que ganan de 3 a 5 sm disminuyeron -11.89%, al pasar de 3.715 millones a 3.273 millones de personas; mientras que los que perciben más de 5 sm decrecieron -23.45%, al pasar de 1.534 millones a apenas 1.174 millones de personas. Por su parte, una buena noticia es que aquellos que no reciben ingresos bajaron -4.22%, al pasar de 2.908 millones a 2.785 millones de personas. Finalmente, los que no revelaron cuánto ganan (los no especificados) aumentaron 0.70%, pasando de 6.264 millones a 6.308 millones de personas. Con estos datos, en principio queda claro que hay un empobrecimiento relativo de la población ocupada ya que si excluimos al grupo de “no especificados”, los que ganan menos de un salario mínimo pasaron de representar el 25.5% del total de población ocupada a ser el 28.7% del total.
Ahora, para poder determinar el número de salarios mínimos percibidos en promedio por persona ocupada al día, es necesario realizar algunos supuestos, dado que el INEGI no nos da información en este sentido. Para fines de esta entrega vamos a asumir las siguientes tres cosas:
1. En el primer trimestre de 2020 los que declararon que ganan menos de un sm, percibían 0.7 sm; los que dijeron que ganan de entre 1 y 2 sm perciben 1.4 sm; los que ganan entre 2 y 3 sm perciben 2.4 sm, los que dijeron que ganan de 3 a 5 sm perciben 3.9 sm; los que dijeron ganar más de 5 sm perciben 5.9 sm.
2. La crisis económica ocasionada por el Covid-19 ha mermado los niveles de ingreso de la población ocupada, por lo que las percepciones promedio en cada uno de los rangos se ajustaron a la baja.
3. Conservadoramente, vamos a asumir que en el primer trimestre de 2021, los que declararon que ganan menos de un sm, percibían en promedio 0.6 sm; los que dijeron que ganan de entre 1 y 2 sm perciben 1.25 sm; los que ganan entre 2 y 3 sm perciben 2.3 sm, los que dijeron que ganan de 3 a 5 sm perciben 3.8 sm; los que dijeron ganar más de 5 sm perciben en promedio 5.8 sm.
Si el optimismo plasmado en los supuestos anteriores es verdad, eso implica que en el primer trimestre de 2020 la población ocupada promedio percibía 1.64 sm diarios, mientras que en el primer trimestre de 2021 la percepción económica promedio fue de 1.44 sm. Esto implica una caída de -12.48% en el número de salarios mínimos que en promedio gana la población ocupada. Sin embargo, debemos recordar que en el salario mínimo pasó de 123.22 pesos en los primeros tres meses de 2020 a 141.70 pesos en los mismos meses de 2021, lo que representa un aumento de 15.00%.
Salario nominal
Esto significa que el salario nominal promedio diario de la población ocupada habría pasado de 202.53 pesos en el primer trimestre de 2020 a 203.85 pesos en promedio en los mismos meses de 2021. Es decir, habría habido un aumento nominal de los ingresos promedio de 0.65% en el periodo referido. Sin embargo, si tomamos en consideración que la inflación del periodo fue de 3.99%, eso significa que las percepciones promedio en términos reales habrían bajado -3.21% entre el primer trimestre de 2020 y el mismo trimestre de 2021.
Ahora, en cuanto a la evolución de la masa salarial nominal (la percepción promedio diaria multiplicado por el número de días en el trimestre por el número de personas en la población ocupada) pasó de 1.008 billones de pesos en el primer trimestre de 2020 a 971.9 miles de millones de pesos en el primer trimestre de 2021. Esto implica una disminución de -3.68% en términos nominales. Obvio, si tomamos en consideración la inflación del periodo, vemos que el valor de la masa salarial se contrajo -7.37% entre el primer trimestre de 2020 y el mismo periodo de 2021. No es coincidencia que esta caída en el nivel de ingresos de la población ocupada sea en una magnitud similar a lo que cayó el consumo privado en el mercado interior en el primer bimestre de 2021, tal y como se indicó en el primer párrafo de esta entrega.
A manera de conclusión quiero señalar que México está en un proceso de recuperación económica, pero los niveles de consumo por habitante que veíamos en 2019 tardarán al menos tres años en recuperarse. En esta entrega vemos que la caída en los niveles de ingreso promedio de la población ocupada cayeron casi marginalmente, pero sin duda hay muchas personas que ahora ganan considerablemente menos que hace un año. Por otra parte, para recuperar los niveles de consumo agregado, será necesario que se recuperen las fuentes de empleo que se han perdido. Esto se ve bastante complicado a la luz de que no hay incentivos fiscales ni apoyos para que las empresas puedan expandir sus operaciones. Estamos atenidos a la recuperación de Estados Unidos para que a través del sector externo se pueda expandir la producción. No hay estrategia y por eso, con todo y que este año la economía crezca un 4 o 5%, el bienestar perdido tardará muchos años en recuperarse.
Director General GAEAP*
alejandro@gaeap.com