Por Eduardo Lalo Ordóñez / @LalOrdonez_
No es de orgullo estar en los primeros lugares del índice de inseguridad ni de percepción negativa sobre paz y armonía.
Lamentablemente esta es nuestra realidad. Somos producto de décadas de descomposición social y de desatención a la sociedad por parte de los gobiernos.
Sin embargo y a pesar de que el panorama se ve desastroso, debemos de seguir alzando la voz como ciudadanos libres.
No se ve una solución pronta. Menos si las autoridades no actúan de manera coordinada.
Más aún, como el problema es social y de raíz, este esfuerzo es de todos en su conjunto: sociedad, gobierno y empresarios.
Colonias y rancherías en el abandono.
Familias con una mayor desintegración.
Falta de oportunidades.
Escolaridades de lo más bajo.
Obvio, esto se trata de una problemática y su solución no es inmediata ni de un solo lado.
Pero lo peor es que no hagamos nada… tenemos que señalar nuestros males y tenemos que aportar a lo que cada uno de nosotros nos corresponda.