En un rinconcito de Salamanca, reposa el barrio más antiguo de la ciudad, Nativitas, fundada en la primera mitad del siglo XVII. Su historia, su autenticidad y su gente, hacen de este sitio, un lugar único por su icónica Parroquia, la tranquilidad de su Jardín y su kiosko.
Entre su jardín encontraremos la Parroquia de Nuestra Señora de Nativitas, una de las primeras construidas en la ciudad, su estilo es de corte primitivo, los detalles arquitectónicos son sencillos pero majestuosos, al interior del recinto religioso encontramos su altar mayor, de estilo neoclásico.
Es de destacar que, su edificación, es una réplica de la Parroquia Antigua, edificio que también es parte de la riqueza de Salamanca. La fachada, que resguarda los tesoros religiosos que veneran sus fieles feligreses, está labrada en piedra de cantera que a su vez está cubierta de memorias de la tribu Otomí; al centro del templo encontramos a la Virgen de Natividad, patrona del barrio de Nativitas, venerada cada 8 de septiembre, con el pasar de los años su festividad religiosa continúa presente.
Y a los alrededores del jardín, las familias se continúan reuniendo para platicar y recordar, aquellas vivencias que con los años van formandohistorias,- por supuesto- por las tardes no pueden faltar los juegos de lotería, una tradición que prevalece en este bonito barrio de Salamanca y que decir de la inocencia de la niñez, que a través de sus juegos clásicos van forjando esas amistades que continuarán escribiéndose.
Salamanca es ícono de historia, de riqueza y cultura que mantiene vivas sus tradiciones.