Por Fidel Ramírez Guerra / @periodistafrg
En general l@s panistas de Guanajuato despertaron con mucha anticipación al inicio del proceso formal electoral rumbo al 24. Y el origen de este despertar es el activismo en el proceso nacional, tanto por Morena como en el frente y de manera particular por la posición de la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez. El panismo local está despierto con la claridad de que será esta de la elección más competida.
La mesa política que se ha anunciado es en realidad un proceso interno que se repite en cada elección. Se trata de acuerdos previos entre los grupos y sus liderazgos para negociar posiciones. A quién le dan, a quién no le da ciertas candidaturas, fundamentada en mucho por las encuestas internas, amarres y compromisos. Evidentemente el candidato a gobernador y gobernador en funciones lleva mano para las alcaldías, regidores y diputaciones locales. Para el tema de federales es más decisión del CEN del PAN.
De aquí el antecedente claro de que en Guanajuato el CEN nunca ha impuesto candidato a gobernador y en esta ocasión no sería la excepción en virtud de que la mesa política no es el espacio para que Alejandra Gutiérrez perfile acuerdos para ir por la gubernatura sino por la reelección además de pactar posiciones para su equipo. La situación real es que el grueso del panismo no está con ella sino con Libia García.
Y en esta lógica, por la dinámica nacional y la posición de Alejandra, es como el panismo de Guanajuato está despierto y preocupado por lo que se viene, que no será un día de campo, sino una elección de estructuras y de recursos. Ni más ni menos choque de trenes, En este sentido la estructura panista, ya despierta, tendrá que tener condiciones para una interna e incluso para una elección abierta ante la ciudadanía.
Un proceso así articularía la maquinaria, la aceita y la pone en marcha para la madre de todas las batallas, que será la elección del 24.
Alejandra y su grupo, finalmente, están contribuyendo al despertar y a la articulación de esta maquinaria, por lo cual finalmente ella está haciendo un favor, porque ha venido el cierre de filas con Libia y se están definiendo los sub grupos. A la alcaldesa no le alcanza porque la estructura no está con ella. Así, tiene una presencia débil en lo estatal y no tiene toda la base panista leonesa. Ni siquiera toda la estructura local de presidencia de León, ni del cabildo.
Por ejemplo, en el evento del sábado de Alejandra Gutiérrez estuvieron funcionarios, gabinete y trabajadores de presidencia municipal bajo la convocatoria de César Dávalos, director de Desarrollo Institucional. En este evento muy curiosa la aparición de Miguel Márquez, primero con los convocados en general, pero antes de la llegada de Alejandra abandona el lugar y no se da la foto del espaldarazo público.
La mesa viene con una especie de delegado especial nombrado por Marko Cortés. Marco Antonio Adame, ex gobernador de Morelos, no viene a imponer porque no está en condiciones de hacerlo. Llega a conciliar a los grupos para un cierre general de filas que de las más de las diputaciones federales desde Guanajuato y posiciones para el senado. El propio MC no puede darse un balazo en el pie.
Muy pronto veremos los tamaños del ejército azul para enfrentar a la locomotora de la 4T, porque ahí está el enemigo principal y no adentro.
Fotografía tomada de Periódico Correo.