Kiosco político
Por Fidel Ramírez Guerra / @periodistafrg
El arranque de campaña de Aldo Márquez a la diputación local por León fue TODA la carne asador.
Daba la impresión de que era un arranque de candidato a gobernador.
Las Joyas vivió una fiesta. Un entusiasmo de cerca de dos mil personas de principio a fin.
Al presenciarlo, recordé el fenómeno Fox y el fenómeno Peña Nieto:
Vallas a los candidatos y a cada paso un saludo. Buenos deseos de la gente. Palmadas. Puños.
(Sí y no se guardó la sana distancia. La mayoría con cubrebocas. Seguramente los más familiares y vecinos. Los maestros de ceremonias con el exhorto permanente al cuidado. Excesos, sí)
Ya en la percepción del evento ni Aldo le hizo sombra a Alejandra ni ella a él. Ambos se dividieron las porras y el trato de la masa. Los dos partieron plaza, con sus respectivos apapachos.
Unas cuadras atrás la hilera de camiones en los que fueron transportados.
El término de acarreados aplica. Pero hay que reconocer que esta masa se mantuvo con bastante enjundia.
No fue un evento panista – panista, propiamente. Se observaron liderazgos panistas de lo local, pero no fueron ellos los autores de este evento.
Se trató de un evento con la asistencia de simpatizantes.
Eso sí, todos con playeras, gorras y algunos con banderas del PAN.
El evento fue posible gracias a liderazgos añejos de Solidaridad, del viejo priato, de acuerdo a un pequeño sondeo que realicé entre los cuadros medios de liderazgos.
Como en gran parte del país, el PRI fue perdiendo en el tiempo su efecto corporativo.
Al llegar los tecnócratas al poder los liderazgos fueron rezagados, hasta que perdieron los espacios de poder y prebendas con el consabido declive de este partido.
Con la caída del PRI y el arribo del PAN en el gobierno federal el movimiento de colonos se ha mantenido con sus altibajos en el tiempo.
En el caso de León quedó demostrado que el panismo se está abriendo más a la sociedad civil, a los grupos organizados.
Necesita aliados. Y ya lo demostró lanzando candidatos de otros partidos.
Un PAN que concreta alianzas y que no está limitando las campañas a los suyos.
Esta ha sido la característica del PAN. Se nutre mucho de simpatizantes, más que de militantes.
Estamos hablando de una estructura panista bien aceitada, con capacidad de movilización y recursos, en León, la joya de la corona del panismo, el asiento de miles de empleados del gobierno estatal y municipal.
Y estamos hablando de muchos reflectores para un candidato a diputado local como Aldo Márquez.
No hay duda de que el panismo trabaja fielmente el presente y el futuro, con el armado de nuevos liderazgos.
Mi pregunta es si este entusiasmo de la masa que no veía desde hace muchos años es porque particularmente en León pudiera crecer un voto de castigo para el presidente AMLO, para Morena y para Sheffield.
Y otra pregunta que seguramente tendrá respuesta en las próximas semanas es:
¿El gobierno federal hizo realmente su tarea en León con los programas sociales para ganar adeptos?
El PAN mostró músculo y se está vendiendo también como marca.
En sus números la candidata a la alcaldía crece mientras que el morenista desciende, con un priista, Pablo Marún, que le pisa los talones.
(Si la campaña se extendiera un mes, téngalo por seguro que Marún alcanzaría a Ricardo)
El PAN le está echando toda la carne al asador en su joya de la corona, con todos los recursos a su alcance.
Y ya lo demostró en Las Joyas.
Finalmente, el poder es para ejercerse, y los 30 años del PAN en Guanajuato les ha enseñado mucho y, de ese tanto, el perfeccionamiento de su maquinaria electoral – ejército azul – le llaman, en especial para el día D.
… Pero puede haber sorpresas:
Así como se interpreta lo de votos de castigo también pueden existir los votos del referéndum a favor:
Votación irrestricta a la 4T, por Morena, por Andrés Manuel y sus candidatos.
No sabemos. Solo el tiempo.
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