Por: Jorge Marcelino Trejo Ortiz / @JMarcelinoTrejo *.
La declaratoria de emergencia no fue solo para Acapulco, sino para 47 de los 85 municipios del Estado de Guerrero, afectados por el huracán Otis, por lo que tanto estímulos fiscales como apoyos, resultan insuficientes.
Sin embargo, el decreto emitido para los apoyos fiscales, además de los económicos, representa un inicio esperanzador para la reconstrucción de infraestructura y la reactivación de la actividad económica en las zonas afectadas.
Otis sorprendió a propios y extraños y su desarrollo, dicen expertos, fue atípico, porque pasó de una tormenta tropical a huracán categoría 5 “catastrófico”, como lo calificó el Servicio Nacional de Huracanes de Estados Unidos, en pocas horas.
Lo posible es que el cambio climático en el mundo traerá fenómenos meteorológicos inusuales como Otis, y precisamente por ello deberá cambiar la forma en que se debemos entender estos fenómenos, pero también la forma en que los gobiernos deben alertar de los peligros a las poblaciones.
Legalmente, primero fue necesario emitir la declaratoria de emergencia para luego decretar los estímulos fiscales que se aplicarán por las instituciones financieras y tributarias del país.
El documento publicado por el Diario Oficial de la Federación contiene 15 artículos en los que se detallan las condiciones de los estímulos fiscales para la gente de Acapulco y los otros municipios afectados.
De los apoyos a los contribuyentes se puede destacar la deducción al 100% de las inversiones (magnífico); diferimiento hasta 2024 en el pago de IVA, ISR e IEPS; exentos de presentar declaraciones del quinto y sexto bimestres (de este año); y devolución del IVA a las personas que hagan la solicitud a más tardar en diciembre de este año.
De manera adicional el Gobierno Federal presentó el Plan para la Reconstrucción de Acapulco, y Hacienda informó que el costo para ese acometido será de un poco más de 61 mil millones de pesos.
Si Estados Unidos estima las pérdidas en el orden de los 15 a 18 mil millones de dólares, lo cual equivaldría a los 300 mil millones de pesos, entonces este recurso informado por Secretaría de Hacienda es la quinta parte de lo que se necesitaría en la reconstrucción.
Solo que no debemos perder de vista que será una tarea titánica, pero en la que deberán participar todos los sectores sociales, especialmente la iniciativa privada, con la necesidad de buscar apoyos y créditos internacionales.
Lo que no se aclara es que si en el recurso anunciado por la Federación estarían incluidos los 15 mil millones de pesos provenientes de los ex fideicomisos del Poder Judicial.
No se indica, pero es posible que el monto total para la reconstrucción se hayan incluido los adelantos de pagos de pensiones de los programas del Bienestar y los gastos en infraestructura carretera y de servicios como el del agua, drenaje y electricidad.
Debemos suponer que todo el plan de reconstrucción y reactivación llevará su tiempo en regularizar su marcha, pero es momento de comentar que mientras tanto hay población afectada y miles de damnificados que requieren los apoyos más inmediatos.
Me refiero primero a los alimentos, agua, ropa, productos de higiene y limpieza, materiales de construcción, que podemos donar en todos los centros de acopio que se han instalado en la ciudad y el estado.
Acapulco es un ícono turístico nacional y parte de la memoria que la mayoría de los mexicanos tenemos de haber ido una o más veces en nuestras vidas, las playas, La Quebrada, las discos, los restaurantes, sus palapas, entrañable al fin.
Los acapulqueños y todos los guerrerenses que resultaron afectados son a fin de cuentas nuestros hermanos como mexicanos, por lo que no podemos postergar nuestras intenciones, oraciones y colaboración en todo lo que más podamos.
La naturaleza nos dice claramente que hoy es por ellos y mañana puede ser por nosotros.
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