Por: Juan Miguel Alcántara Soria / @jalcants
Otro paso en la conformación de un grupo de acompañamiento al Conservatorio Mahler México-Irapuato para hacerse institución. La Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Irapuato, fundada y dirigida hace más de diez años por Guillermo Silva García, no sin evidentes dificultades, enseña. Y logró en enero del 2020 firmar un convenio con Mahler Foundation of Viena, y con el Alcalde de Irapuato, para crear el Conservatorio. Cimientos de una institución que ofrece oportunidades académicas a niños, niñas y jóvenes con vocación musical, de manera sostenida y sustentable. La pandemia hizo “marcar el paso”; es momento de ir a “paso redoblado”, y aun a “paso veloz”. Recién, un puñado de enamorados de la música clásica y de Irapuato, y sensibles al aquí y ahora de esos capullos de artistas, resolvimos que vale mucho la pena apoyar al Conservatorio. Sus instalaciones actuales-el anexo al templo de Santiaguito-, están en ruinas: solo 2 salones sirven para clases, por no tener goteras; el salón de guardar instrumentos tiene cascadas cuando llueve; la oficina está en espacio abierto; coros y orquestas ensayan en el patio. Carecen de recursos para pagar enseñanza de más clases de maestros, instrumentos y sillas, entre otros. Hay toda la disposición del director, maestros y alumnos por enseñar-aprender. (Y lograron del SAT ser donataria para quienes ocupan recibos deducibles de impuestos federales). Cerca de 400 jóvenes egresados. Hoy, con los coros, más de 180 personas ensayan.
La idea embrionaria es procurar condiciones de incubadora del talento, para todo niño, niña o joven que quiera actualizar sus potencialidades de cantar o tocar cualquier instrumento de música clásica. Imaginémoslos tocando o cantando no solo en plazas, atrios, verbenas y festivales de nuestra ciudad. Integrando grupos, o solistas. No mendigando, vendiendo chicles, prostituyéndose o delinquiendo. Y continuando en escuelas de música en Europa o EU. Logrando un desarrollo profesional gozoso y una vida digna para ellos y sus familias. Impregnemos de sonoridad disfrutable Irapuato. No el de balazos, sirenas y llantos.
Hay referentes exitosos cerca. Si volteamos a Celaya o León, constatamos logros impresionantes en sus conservatorios: El de Celaya, con recién 30 años cumplidos, de varias licenciaturas y más de 40 pianos con sus respectivos cubículos, el mejor en el interior del país. (La escuela de la UG es más continente que contenido). Irapuato tiene ese otro reto: dejar la zona de confort de a quienes les ha ido bien y hoy se sienten bien, para involucrarse en algo más allá de casa, familia o empresa. No hay duda de nuestra estupenda ubicación geográfica, clima, vías de comunicación, recursos hídricos, y hospitalidad e inclusión a foráneos. Celaya o León tienen más clases medias (hoy despreciadas por López Obrador) tangibles con instituciones de educación privada de calidad, campos de golf, aeropuertos de aviación civil, zonas industriales y conservatorios. Superar individualismos, miopía o egoísmos es primer paradigma a sustituir. Una opción solidaria es apoyar este proyecto de la sociedad civil, no gubernamental. Al gobierno municipal habrá que exigir seguimiento al compromiso de facilitar el uso continuo del espléndido edificio de presidencia municipal, convertido en Centro de las Artes. O que la Parroquia de La Soledad -la misma Diócesis- acuerde con el Ayuntamiento y empresarios reedificar el anexo de Santianguito. Adapto el poema “Carpe Diem”, de Walt Whitman: “…No dejemos de creer que las palabras, la poesía y la música, sí pueden cambiar el mundo, porque, pase lo que pase, nuestra esencia está intacta. Somos seres humanos llenos de pasión. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa. Y tú puedes aportar una estrofa… No dejes nunca de soñar, porque solo en sueños puede ser libre el hombre… todos merecemos ser aceptados. ¡No permitas que la vida te pase a ti, sin que tú la vivas!” Vamos por el Conservatorio Mahler Irapuato, y su Filarmónica! Nuestros niños y niñas bien lo valen.