El efecto Yalitza continúa… Carmen Martínez es madre, abogada y activista por los derechos indígenas. Protagoniza la película “At’ Anii'” (Tu amante).
En 2018 Yalitza Aparicio representó una ruptura en la historia del cine mexicano. Si bien su protagónico en Roma recibió buenas críticas y fue ampliamente premiado, también dejó ver una de las heridas más profundas en la sociedad mexicana: la discriminación.
Como consecuencia, Yalitza se ha convertido en un movimiento de apertura para una mayor representatividad de las comunidades indígenas en la vida pública de México. A la par, los indígenas ganan derechos en un acto de justicia y memoria histórica.
El cine es una de las formas de resistencia en las que el movimiento indígena comienza a tener fuerza. En 2019 El sueño del Mara’kame, Malintzin y Nadie sabrá nunca, han dado voz a los indígenas mexicanos en la pantalla grande.
Ahora es el turno de la indígena huasteca Carmen Martínez, protagonista de At’ Anii’ (Tu amante), el primer filme grabado en lengua teenek.
At’ Anii’ es un proyecto del director Antonino Isordia, originario de San Luis Potosí, quien consciente de las problemáticas de los huastecos, busca mostrar tanto su riqueza cultural y espiritual, como los retos a los que se enfrentan en el mundo contemporáneo.
La trayectoria de Carmen comenzó cuando se presentó al casting para At’ Anii’ en 2014. De inmediato, Isordia reconoció en la joven la encarnación de Enedina, la protagonista de su guion.
En palabras de Isordia: “La cultura teenek tiene, en sus orígenes más ancestrales, el culto a la sensualidad. Esto era algo que queríamos proyectar en el personaje de Enedina; una mujer que fuera carne y demonio. En cuanto vimos a Carmen, lo supimos”.
Actualmente Carmen ejerce su carrera de abogada, profesión que ha convertido en una herramienta para luchar por los derechos de los indígenas.
At’ Anii’, filmada en 2014, promete traspasar las barreras nacionales. El proyecto es una voz de denuncia contra el machismo y los abusos del “progreso”, pero también un homenaje a la lengua y al vínculo profundo que tienen los indígenas teneek con el agua y la naturaleza.
Tomado de: México Destino.