Conforme avanza el año y se acerca el invierno, también se aproxima el cambio de horario en México. El horario de verano llegará a su fin el 31 de octubre.
El horario de invierno lo podemos considerar como el horario “original” de México, pues no fue sino hasta 1996 que se decidió implementar el cambio de hora en verano con el fin de ahorrar más energía y aprovechar la luz del día.
A partir del 31 de octubre, los días parecerán más cortos, pues anochecerá más temprano y los días tendrán menos tiempo de luz natural.
Excepciones del cambio de horario
En la franja fronteriza con los Estados Unidos el horario de verano termina el primer domingo de noviembre a las 2:00 de la mañana.
Adicionalmente, los estados de Sonora y Quintana Roo no participan en el horario de verano e invierno, por lo que en estas zonas no hay ajustes en los relojes.
¿Cómo afecta al cuerpo el cambio de horario?
Uno de los efectos más inmediatos al alterar el horario es la secreción de melatonina, una hormona que actúa regulando los estados del sueño, el cuerpo humano se activa con la luz así que la impresión de levantarse cuando aún es de noche produce una sensación de sueño y cansancio que puede alargarse durante todo el día.
Niños y personas mayores son las que más afecta este cambio, pues tienen mayor sensibilidad al conciliar el sueño.
En cualquiera de los casos el organismo es capaz de adaptarse a los cambios: buscar luz solar, hacer ejercicio y no dormir siestas innecesarias son algunas de las recomendaciones que hacen los expertos para adaptarse mejor al cambio de horario.
¿Cuándo se implementó en México el cambio de horario?
El horario de verano inició en 1996, durante el gobierno de Ernesto Zedillo, por medio del “Decreto por el que se establece el horario estacional que se aplicará en los Estados Unidos Mexicanos”, según la Secretaría de Energía.
Desde ese momento, su objetivo ha sido “hacer mejor uso de la luz solar durante los meses de mayor insolación, para así obtener una reducción en el consumo de energía eléctrica en las horas de mayor demanda de electricidad”, según indica el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide).
Vía: El Financiero, El Sol de México y Política Expansión.