Importancia de la agricultura maya

El sistema de la milpa maya es un tipo de agricultura ancestral de baja intensidad, que a partir de prácticas como la tumba, roza y quema, establece cultivos de maíz, frijol y calabaza (Toledo et al. 2003).

Durante años la base económica de los mayas siempre fue la agricultura, la cual esta se encontraba basada principalmente por el cultivo de maíz, la caza de animales, la recolecta de productos del bosque, entre otras, que eran actividades importantes para su supervivencia y el comercio de productos agrícolas.

Los mayas utilizaban en la economía como tasa de cambio las semillas de cacao, las campanillas de cobre el cual se empleaba también para los trabajos ornamentales, también el oro, la plata, las conchas de mar, el jade y las plumas de colores.

Introdujeron métodos intensivos para la mejora en el desarrollo de la agricultura hidráulica para mejorarla, el cual fue complementada en los jardines de vegetales, árboles frutales, entre otros.

Se planteó la ingeniería hidráulica la cual fue construida para la recolección de agua en los inmensos depósitos, los cuales eran llamados chultunes, estos depósitos eran cavados en el subsuelo recubiertos con estuco para evitar que se absorbiera el agua de los depósitos.

“Entre el año 350 y el 900 A.C., algunos reinos mayas vivieron cómodamente, con sistemas de agricultura sustentable y sin evidencia de inseguridad alimentaria”, señala la Universidad de Brown.

Principales alimentos de los mayas:

  • Maíz
  • Yuca
  • Frijoles
  • Calabazas
  • Batata
  • Pimiento
  • Carne De Animales
  • Pescados
  • Frutas Locales
  • Cacao
  • Tomates
  • Chiles
  • Entre otros.

Los mayas también se dedicaron mucho en su agricultura a la producción y cultivación del algodón el cual fue un cultivo valioso, ya que de este realizaban textiles como ropa para el comercio.

 

Métodos de cultivo mayas

La calidad y cantidad de tierras de cultivo alrededor de las ciudades mayas variaba dependiendo de su ubicación. Por ejemplo, en las tierras bajas de las regiones de Petén y Puuk, la tierra era relativamente fértil, pero estaba limitada a pequeñas extensiones. Una técnica para incrementar la fertilidad de la tierra era la de usar cultivos elevados, especialmente cerca de cauces y terrenos inundables. En esos sitios, algunas veces se construían terrazas como barreras para recolectar los fértiles depósitos de cieno.

Los mayas talaron bosques para hacer lugar a los cultivos, pero la fertilidad de dichas tierras disminuyó rápidamente y se necesitaba aplicar la técnica de roza y quema para rejuvenecerlas después de dos años de cultivos, que después necesitaban un promedio de 5 a 7 años más para estar listos para ser plantados nuevamente. Una necesidad similar de abandonar los campos para que rejuvenecieran era común en las tierras altas, donde los terrenos debían dejarse vacíos por hasta 15 años. Para maximizar la producción, distintos cultivos se plantaban juntos, como frijoles y calabaza en los campos de maíz, para que las plantas de frijol pudieran trepar por los tallos del maíz y que las calabazas ayudaran a reducir la erosión del suelo.

Las ciudades que no tenían acceso a grandes extensiones de tierra apropiadas para cultivo, podían comerciar con otras ciudades más productivas. Por ejemplo, esclavos, sal, miel y bienes preciados como metales, plumas y conchas eran vendidas a cambio de productos agrícolas.

Se sabe que muchos hogares mayas cultivaban alimentos en pequeños huertos, sobre todo frutas y vegetales. Una vez cosechados, los alimentos eran almacenados en arcones de madera sobre el suelo y en sitios subterráneos.

Colapso de los mayas no se dio por una crisis alimentaria

Durante décadas se han barajado distintas teorías, como el crecimiento desmedido de la población, un sistema agrícola que provocó la erosión del suelo o una ola de sequías que imposibilitó los medios de vida, todas coinciden en que la explotación de recursos llevó a una situación insostenible, caracterizada por el abandono de grandes centros urbanos acompañado de una dramática caída demográfica.

Esta narrativa suele presentarse como una advertencia del frágil equilibrio ecológico y la facilidad con la que puede trastocarse, como una lección de los siglos VIII y IX trasladada al presente; sin embargo, un nuevo estudio liderado por Andrew Scherer, profesor de Antropología en la Universidad de Brown, sugiere que esta versión podría resultar incompleta.

El equipo al analizar las prácticas agrícolas mayas, encontraron sistemas de gestión y transporte del agua de riego a través de canales que maximizaban la producción en las tres áreas investigadas: “A pesar de sus diferencias, estos tres reinos se jactaban de una gran similitud: la agricultura que producía un excedente de alimentos”.

La evidencia demuestra que si bien los mayas de la zona practicaban la agricultura intensiva y modificaron grandes terrenos para aumentar el volumen de la producción de sus cultivos (especialmente maíz), cada año generaban un excedente de alimentos después de cubrir con lo necesario para su propia subsistencia.

 

Fuentes: Etnias, Economipedia, Word History Encyclopedia, National Geographic en Español. Imágenes tomadas de internet.

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