Monseñor Samuel Ruiz, el irapuatense universal, proclamado “Profeta en su Tierra” y prospecto post mortem a la presea Vasco de Plata en el marco del 475 Aniversario de la Fundación de la Ciudad

Por Maestro Delgado / @MtroDelgado / Cadena 8 Noticias

El Tatik Samuel Ruiz, como reverencialmente le llamaban los indígenas chiapanecos en sus diferentes lenguas nativas, que el obispo dominaba a la perfección, mereció el reconocimiento post mortem del Papa Francisco el 15 de febrero del año 2016. Ahora, la comunidad irapuatense consensa, otorgarle en justicia el mérito post mortem, Vasco de Plata: Honor a quien honor merece.

En su visita a México, el pontífice argentino manifestó al Estado mexicano su deseo íntimo de reverenciar a Don Samuel Ruiz en el nicho mortuorio de su mausoleo, en la catedral de San Cristóbal de la Casas, Chiapas, donde reposan sus restos, depositar una ofrenda floral y hacer una oración por el llamado “Obispo de los Pobres”.

Año de 1995: Samuel Ruiz, Profeta en su Tierra

Samuel Ruiz García, hombre parco al hablar, sabio, casi siempre sonríe a su interlocutor y responde enseguida de forma afable, con gesto bonachón y mirada cálida, con parpados caídos.

Sin su casquete de seda que caracteriza a los dignatarios de la iglesia, llega a esta ciudad luego de un viaje de horas desde San Cristóbal de las Casas, donde se mantiene el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) esperando el demandado armisticio.

En el Bajío el escenario está ya listo en la Plaza de los Fundadores de esta ciudad. Es un medio día soleado de abril de 1995, con un aire especial en el ánimo de los que ocurren a este espacio, con el Mural de La Identidad como marco, obra del pintor también irapuatense, Salvador Almaraz, que evoca a esa incipiente protección clerical por los indios de la Nueva España, en ese espacio de su ciudad natal, cobra nuevamente vida.

En el estrado con la inscripción de fondo “Samuel Ruiz, Profeta en su Tierra” lo espera ya la comitiva del homenaje integrada por Carlos Gadsden representante del gobernador de Guanajuato, Vicente Fox; el muralista José Chávez Morado, el periodista freelance Fidel Ramírez Guerra, el dirigente social Martín Negrete y León Ramírez Barba, ideólogo, además de muchos otros miembros de la sociedad civil que escucharía el mensaje del Tatik.

El obispo había dejado el solideo, la estola, el anillo y el báculo en su Diócesis. Se preparó con saco azul marino de suaves vivos blancos, corbata a tono y su crucifijo permanente pendiente en su pecho.

Con ligero equipaje, como acostumbraba, salió rumbo a su tierra natal donde lo recibió su familia y en comitiva arribaron antes del mediodía a la Plaza de los Fundadores, teniendo como testigo la efigie en cantera del Tata Vasco de Quiroga y un indígena suplicante, a un costado del Templo del Hospitalito.

En el preludio, obligado el tema del conflicto chiapaneco, donde era protagonista irrenunciable, hasta su muerte en la Ciudad de México el 24 de enero de 2011, como mediador de paz entre el Gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari y el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) con el subcomandante Marcos, como líder visible.

En el protocolo, luego de las salutaciones sin formatos complicados y los llamamientos a la concordia nacional, monseñor Samuel Ruiz se refiere al reconocimiento “inmerecido”, dice, que le profesa su gente y que, como se lee en la proclama de fondo, quieren a como profeta en su tierra.

José Chávez Morado entrega reconocimiento al obispo

El muralista José Chávez Morado, con trayectoria y reconocimiento internacional (en su haber cuenta con cerca de una treintena de murales, entre los que destacan los ubicados en Ciudad Universitaria -El retorno de Quetzalcóatl, La conquista de la energía, y La ciencia del trabajo-, la Alhóndiga de Granaditas, el Museo Nacional de Antropología, el Centro Médico Nacional, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, entre otros) y generador igual que Don Samuel de un pensamiento libre, se refiere al galardonado como icono de la opción por los pobres que da paso obligado y necesario a la opción por los Indígenas.

Es este personaje de la historia del muralismo mexicano quien hace entrega de la estatuilla en cantera obra de Rocío Cervantes, talla en justicia y honra a quien representó en su momento la visión cósmica del indigenismo para la proclama de la defensa de los más pobres, “de los pobres entre los pobres”, diría monseñor Ruiz García.

El Papa Francisco había reservado en su visita a México en 2016 un momento para orar ante la tumba del polémico obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, ese religioso acusado en su momento de vínculos con la guerrilla, y al que durante años vigiló el Vaticano (…) en el temor de que promoviese una iglesia autónoma, separada de Roma.

Lo primero que hizo don Samuel según la Conferencia de Jesuitas en Latinoamérica fue aprender las lenguas de todos los pueblos indígenas de su diócesis, el tzotzil, el tojolabal, el chuj, el chol, y empieza a oírlos (…). Pero ya dominaba italiano y francés los 23 años y al ir estudiar a Roma aprendió hebreo, griego y latín, además de especializarse en exégesis cristiana -interpretación bíblica- para luego continuar con el inglés y el alemán.

Develan placa en Irapuato

El pasado mes de septiembre de este año, el Obispo Emérito fue homenajeado post mortem con la develación de su busto en la plazoleta pública, cercana a lo que fue su casa de niñez en la calle Guanajuato.

El gobernador Diego Sinhué Rodríguez Vallejo encabezó el homenaje en donde el orador, Juan Miguel Alcántara Soria, uno de los promotores de ese reconocimiento, expuso la hoja de vida del prelado: “Atacado, también distinguido: Los premios Simón Bolívar, (Unesco), de Derechos Humanos (Nüremberg). Bartolomé de las Casas, de España. Doctorados Honoris Causa. Dos veces nominado al Nobel de la Paz”.

En su intervención Juan Miguel Alcántara destacó que “en febrero de 2016, a cinco años de su muerte, el papa Francisco rindió tributo a Tatik: le llevó flores y rezó en su tumba en la catedral de San Cristóbal de las Casas. Bendijo su apertura a otros legados culturales, a la digestión del `monstruo come-piedras´. Apreciado en distintas confesiones por sus aportes al diálogo interreligioso.

No fue ángel ni comandante guerrillero. Fue pecador estándar buscando traducir a términos de vida las Bienaventuranzas de los más marginados en sus circunstancias. Siguen vigentes: su ‘llamado a la congruencia y al cambio personal; la paciencia y capacidad de escuchar al otro y la otra; la no violencia activa como alternativa para construir una sociedad donde quepan todas y todos; el no tener miedo y afrontar las consecuencias de las opciones que debemos de asumir. Y a mantener la esperanza en alto, a pesar de los pesares’. Honroso participar en concretar, aquí y ahora el busto-obra de Laura Badillo-, para hacer memoria ¡de un irapuatense universal!

Bibliografía

https://jesuitas.lat/redes-sociales/noticias-cpal-social/1028-por-que-samuel-ruiz-merece-un-homenaje-del-papa-francisco-1091

https://milenio.com/opinion/juan-miguel-alcantara-soria/instinto-de-conservacion/samuel-ruiz-garcia-irapuatense-universal

https://cejil.org/comunicado-de-prensa/cejil-lamenta-la-muerte-del-obispo-samuel-ruiz-garcia/

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top