El obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Samuel Ruiz García había nacido el 3 de noviembre de 1924, en Irapuato, Guanajuato, en la humilde trastienda marcada hoy con el número 340 de la calle Guanajuato. Fue hijo de Don Maclovio Ruiz y doña María Guadalupe García. Fue un defensor de los derechos de los pueblos indígenas de México y de América Latina.

“Asistió al colegio de Hermanas del Sagrado Corazón y a los 13 años ingresó al seminario diocesano de León. Al graduarse, en 1947, fue enviado a Roma a estudiar en las universidades pontificias. El 2 de abril de 1949, se gradúa en teología dogmática en la Universidad Gregoriana. Dos Años más tarde terminó sus estudios en el Instituto Bíblico, con un posgrado en Sagradas Escrituras. Cuando regresó a México empezó a impartir clases en el seminario de León.”

Más tarde se desempeñó como rector del seminario de la diócesis de León. En el año de 1960, el obispo Samuel Ruiz llegó a San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Previo a su arribo a Chiapas, el nuevo Obispo fue homenajeado por diferentes sectores de la comunidad irapuatense, el evento se realizó en diciembre de 1959, en las instalaciones del Club Campestre.

En 1998, fundó el centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba). Tuvo un papel destacado como mediador durante el alzamiento del ejército zapatista de liberación nacional (EZNL) en 1994, y posteriormente en la comisión de mediación en el conflicto entre el Gobierno Federal y el ejército Popular Revolucionario. En noviembre de 1999, firmó su renuncia como obispo y abandonó la entidad en febrero de 2000. Se fue a vivir a su ciudad de origen, Irapuato.

Galardonado con los premios: Simón Bolívar (2000); Premio Internacional de Derechos Humanos de Núremberg (2001), etc. En 1968 participó activamente en la segunda Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Medellín, Colombia como Presidente del Departamento de Misiones del CELAM.

Falleció el 24 de enero de 2011.

 

Presea  Vasco de Quiroga

“Primero lo humano, después lo sobrenatural” Vasco de Quiroga

Dentro de los festejos del aniversario de la fundación de Irapuato, cada año, desde 1974, se reconocen a los irapuatenses por su labor altruista y que ponga en alto el nombre de este municipio con la presea del Vasco de Quiroga.

 La presea es el más grande reconocimiento que hace el municipio de Irapuato a la sociedad.

El Instituto Municipal de Cultura, Arte y Recreación de Irapuato (IMCAR) dice que la fuerza y tenacidad del trabajo de “Tata Vasco”, en beneficio de los más vulnerables, trasciende el binomio: espacio – tiempo, al ser parte íntegra de los individuos que comparten sus ideales y lo han manifestado en nuestra ciudad a través de su historia: como lo fue el Br. Juan de Villaseñor y Bravo al destinar semanalmente maíz, durante la hambruna de 1749; el fortalecer la educación a la niñez irapuatense sin discriminación de raza, por parte de Dn. Ramón Barreto de Tábora (1804), don Gabino Chávez y doña Josefa Vargas, fundan “Las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús” para la educación de los irapuatenses; doña Guadalupe Chávez de Vargas, fundadora del hospital civil (1905), son sólo una muestra de los muchos irapuatenses que siguen la obra de “Vasco”. “Primero lo humano…”, fue, es y será la razón de quienes reciban el “Vasco de Quiroga”.