En momentos históricos para México es importante fijar posición. No hay espacio para las dudas. Que quede para la historia el papel de cada cual: AMLO no es un revolucionario que pasará a la historia. Es un camaleón que le quiere dar vigencia al PRI viejo, ahora en un neopriismo, con la cara de Morena

Kiosco Político

 

Por Fidel Ramírez Guerra / @periodistafrg

Cada vez más AMLO queda al descubierto. Se ha referido a la UNAM como una universidad que se ha derechizado, rehén del neoliberalismo y no reconoce su papel histórico.

La UNAM fue el semillero que hizo posible el movimiento del 68 y el movimiento estudiantil generó una importante reforma política a principios de los setentas.

De un partido único se abrió el abanico a distintas expresiones, con nuevos partidos.

En la antesala de la discusión camaral de la reforma eléctrica López Obrador asume un discurso de izquierda, expresión a la que nunca perteneció.

Estos mensajes fueran creíbles si Andrés Manuel tuviera orígenes de izquierda, pero sus orígenes son priistas.

La 4T, más que una izquierda, es el neopriismo.

70 años del PRI, dos sexenios del PAN, otro del PRI y ahora Morena quiere ir para rato.

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