Por: Alejandro Gómez Tamez /@alejandrogomezt *
El proceso de recuperación económica de México ha sufrido dos reveses en los últimos días. Por una parte, el aumento exponencial en los casos de Covid-19 ha provocado que más personas sean más cautelosas en sus actividades, lo que implica salir menos a de compras, a restaurantes, entre otros. Por otro lado, está la persistente inflación, que ha motivado a un endurecimiento de las condiciones monetarias en el país.
Respecto a este último asunto, tenemos que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) recién informó que en julio de 2021 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró una inflación de 0.59% respecto al mes inmediato anterior. Con este resultado la inflación general anual se ubicó en 5.81% y se acumulan 5 meses consecutivos en los que la inflación ha estado por encima del límite máximo establecido por el Banco de México de un 4 por ciento.
En este contexto, el Banco de México llevó a cabo su reunión de Junta de Gobierno del pasado 12 de agosto y en ella decidió incrementar nuevamente su tasa de interés objetivo en un cuarto de punto porcentual a 4.50%. La votación fue dividida y los “halcones” ganaron a las “palomas” con marcador de 3 votos a 2. El instituto central justificó la decisión en función de que las expectativas de inflación general y subyacente en 2021 han estado aumentando. De hecho, en su comunicado de prensa, el Banxico deja en claro que ve los riesgos inflacionarios al alza en función de lo siguiente: i) presiones inflacionarias externas; ii) presiones de costos; iii) persistencia en la inflación subyacente; iv) depreciación cambiaria; y v) aumentos en los precios agropecuarios. Sin embargo, también concede que hay algunos elementos favorables que pueden ayudar en la lucha contra la inflación: i) por los efectos de la brecha negativa del producto; ii) mayor distanciamiento social; y iii) apreciación cambiaria.
Esta decisión de incrementar la tasa de interés, es un balde de agua fría para los esfuerzos de recuperación económica nacional, en un contexto de renovado temor por el Covid-19. Para ilustrar este punto, a continuación presento lo que sucede con la industria nacional y con el consumo privado de bienes y servicios.
Industria nacional
De acuerdo con el INEGI, el Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) (con cifras desestacionalizadas) disminuyó -0.5% en términos reales en el sexto mes de 2021 respecto al mes previo. Por componentes, la Construcción descendió -2%; la Minería -0.8%; la Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final -0.5%, mientras que las Industrias manufactureras retrocedieron -0.1 por ciento.
Ahora, en cuanto a su comparación anual de junio de 2021 respecto del mismo mes de 2020, es verdad que se siguen viendo tasas de aumento impresionantes. Tenemos que la Producción Industrial se incrementó 13.6% en términos reales. Por sectores de actividad económica, las Industrias manufactureras crecieron 16.3%; la Construcción 15.5%; la Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final 7.2%, mientras que la Minería aumentó 5.2%. Reitero que estas cifras se ven muy bien, pero no debemos dejar de lado que parten de niveles de comparación muy bajos tras la enorme caída que sufrieron muchas de ellas durante el 2020.
Dado lo anterior, es que a continuación volvemos a analizar la evolución de la industria en el primer semestre del año respecto del 2020, pero más importante, comparada con el nivel prepandemia observado en los primeros seis meses de 2019.
En la Tabla 1 podemos ver que en el nivel de actividad industrial del primer semestre de 2021 es 10.5% superior al observado en el primer semestre de 2020, pero ésta se encuentra 4.7% por debajo del nivel que se tenía en el primer semestre de 2019. En el caso de la Minería, las cifras del primer semestre de 2021 indican que el nivel de actividad de este sector está 1.6% por encima de lo observado en el primer semestre de 2020 y 2.1% arriba de lo registrado en los primeros seis meses de 2019.
Con relación a la actividad de electricidad, gas y agua, vemos que el índice del primer semestre de 2021 se encuentra 0.9% por debajo de 2020 y está en un nivel 5.7% inferior al registrado en el primer semestre de 2019. Es muy preocupante lo que ocurre con la construcción, misma que en el primer semestre de 2021 se encuentra 9.5% arriba del nivel de 2020, pero sigue estando 13.1% por debajo de lo observado en 2019. Finalmente, en cuanto a las Manufacturas, vemos que en el primer semestre de 2021 éstas se encuentran 15.2% por arriba de 2020, pero están aun 3.1% por debajo del nivel de 2019.
Queda claro, pues, que salvo por la minería, la industria nacional se encuentra operando en niveles por debajo de los que se tenían en 2019; y no debemos olvidar que el 2019 fue cuando comenzaron los problemas recesivos de México porque ese año el PIB cayó -0.15%.
Tabla 1
Índice del Volumen Físico de la Actividad Industrial total y de las actividades que lo componen (Base 2013 = 100)
|
2019 |
2020 |
2021 |
Crecimiento % 2020 – 2021 |
Crecimiento % 2019 – 2021 |
Total de la actividad industrial |
102.8 |
88.6 |
98.0 |
10.5% |
-4.7% |
Total minería |
73.8 |
74.1 |
75.3 |
1.6% |
2.1% |
Total generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final |
112.4 |
107.0 |
106.0 |
-0.9% |
-5.7% |
Total construcción |
103.7 |
82.3 |
90.1 |
9.5% |
-13.1% |
Total industrias manufactureras |
114.5 |
96.3 |
111.0 |
15.2% |
-3.1% |
Fuente: Elaborado por GAEAP con datos de INEGI
Consumo nacional
En los primeros cinco meses del 2021, el indicador mensual del consumo privado en el mercado interior muestra un incremento de 5.82% respecto de los mismos meses de 2020, pero aún se encuentra 4.96% por debajo del nivel que tenía en los primeros cinco meses de 2019. No obstante lo anterior, lo que más preocupa y es un riesgo para la recuperación económica nacional, es que el consumo de bienes y servicios nacionales muestra un aumento de 3.91% respecto a 2020, pero está 6.10% por debajo del nivel de 2019. Por su parte, el consumo de bienes importados muestra un aumento de 24.05% respecto a 2020 y ya se encuentra 5.20% por encima del valor observado en los primeros cinco meses de 2019.
En otras palabras, lo que estamos viendo es que no obstante que el nivel de consumo total todavía está por debajo del nivel de 2019, el consumo de productos importados ya registra niveles superiores a los observados en 2019. Esto significa que la incipiente recuperación del consumo en México ha beneficiado más a los productos extranjeros que a los nacionales, en perjuicio de la planta productiva nacional.
Tabla 2
Indicador del Consumo Privado en el Mercado Interior (Base 2013 = 100)<
|
Total |
Nacional |
Importado < |
||||||||
Total |
Bienes |
Servicios |
Total |
Bienes |
|||||||
Total |
Bienes Duraderos |
Bienes Semi duraderos |
No duraderos |
Bienes Duraderos |
Bienes Semi duraderos |
No duraderos |
|||||
2019 |
115.6 |
115.5 |
110.3 |
109.7 |
116.5 |
109.3 |
120.7 |
116.6 |
110.1 |
133.3 |
114.9 |
2020 |
103.8 |
104.3 |
100.4 |
90.3 |
73.1 |
106.6 |
108.4 |
98.9 |
79.8 |
113.1 |
109.9 |
2021 |
109.8 |
108.4 |
109.5 |
109.8 |
100.1 |
111.2 |
107.3 |
122.7 |
109.6 |
127.0 |
132.8 |
Crecimiento % 20 – 21 |
5.82% |
3.91% |
9.15% |
21.54% |
36.89% |
4.37% |
-1.03% |
24.05% |
37.29% |
12.30% |
20.81% |
Crecimiento % 19 – 20 |
-4.96% |
-6.10% |
-0.71% |
0.09% |
-14.10% |
1.80% |
-11.11% |
5.20% |
-0.44% |
-4.78% |
15.64% |
Fuente: Elaborado por GAEAP con datos de INEGI
Para complicar aún más las cosas, tenemos que las alzas en la tasa de interés objetivo por parte del Banco de México, fortalecerán más al tipo de cambio (que al escribir estas líneas se encuentra en 19.87 pesos por dólar). Entonces en el contexto actual, lo que se logrará es abaratar el producto importado respecto del hecho en México y así seguiremos viendo que la recuperación económica se traducirá en mayores tasas de crecimiento de las importaciones comparado con el consumo de productos nacionales. Lo peor que puede pasar, y de hecho está pasando, es que en diversos mercados la recuperación del mercado interno sea para los extranjeros.
Conclusión
México enfrenta tiempos muy complicados por el crecimiento exponencial de los contagios de Covid-19, lo que hace probable que la expectativa de crecimiento de un 6.0% no se cumpla. En este contexto, hay un problema estructural de inflación a nivel global, y en México el problema es aún más grave, pero la autoridad del Banco Central cree que subiendo la tasa de interés logrará disminuirla (tal vez lo haga bajando el precio del dólar y así con importaciones baratas incida en el INPC). Lo que el Banxico no quiere entender es que subiendo la tasa de interés en México no resolverá los problemas de los precios de las gasolinas o lo que pasa con los contenedores atorados en casi todos los puertos del mundo. Pero el Banxico ya tomó una decisión y eso afectará la economía nacional, la cual ya privilegia el consumo de bienes importados.
Director General GAEAP*
alejandro@gaeap.com