Romero, el gris

Por  Periodista Fidel Ramírez Guerra / @periodistafrg

Por fin Juan Carlos Romero Hicks se está dando cuenta de sus limitaciones: carrera política al amparo del padrinazgo, del poder y sin ningún mérito propio.

No es cabeza de grupo. Sus discursos no impactan y su perfil no es lo que requiere la alianza.

La llegada de Jorge Romero no solamente es el consenso en la dirigencia del PAN sino que también fue consultada con dirigentes del PRI y del PRD e incluso con actores del sector empresarial.

El tiempo está colocando a Romero Hicks es su lugar: un don nadie que creció al amparo de lo que reclama derecho de sangre azul. Instalado en esa posición se le pegó a Ramón Muñoz en el foxismo y ese fue su carril.

Hoy que se requieren méritos propios, no los tiene.

 

 

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