Esta mañana amanecimos con la noticia de que el pequeño helicóptero Ingenuity finalmente pudo realizar su primer vuelo controlado sobre la superficie de Marte. La NASA informó que, al recibir los datos, pudieron confirmar que la aeronave despegó, flotó y volvió a aterrizar en el cráter Jezero.
“Ingenuity ha conseguido el primer vuelo autopropulsado en otro planeta”, ha dicho el piloto Håvard Grip desde el centro de control del Laboratorio de Propulsión a Chorro en Pasadena, California, como ha compartido la administración espacial en su cuenta de Twitter. El trayecto programado tenía previsto durar 40 segundos y alcanzar una altura de tres metros sobre la superficie, lo que desde la NASA aseguran que ha sucedido.
Este pequeño dron es parte de la mayor misión de exploración marciana que se ha lanzado nunca y que tiene como buque insignia al vehículo terrestre Perseverance, el mayor y más sofisticado que haya pisado Marte. El Perseverance y su pasajero Ingenuity aterrizaron con éxito el 18 de febrero.
El Ingenuity es una prueba de concepto de cara a futuras misiones a Marte y otros planetas. Se intentaba comprobar si era posible hacer un vuelo con motor en otro planeta, lo que supone todo un reto. “La atmósfera de Marte es la más difícil para volar que conocemos”, explica Jorge Pla-García, científico del Centro de Astrobiología, en Madrid, y miembro de la misión. “Para poder sostenerte en el aire necesitas unas aspas gigantescas. Las de Ingenuity tienen 1,2 metros de diámetro y giran muy rápido, a 2.400 revoluciones por minuto”. También hay que pesar muy poco y aquí la gravedad marciana juega a favor, pues es un tercio que la de la Tierra, con lo que el helicóptero supera por poco los 600 gramos, señala Pla-García.