El Economista
Únicamente seis entidades del país lograron superar las pérdidas laborales del mercado formal que trajo consigo el Covid-19: Baja California, Chihuahua, Tabasco, Sonora, Nayarit y Zacatecas.
De acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, a nivel nacional la merma asciende a 457,234 empleos al cierre de marzo de este año, ya que en el tercer mes del 2020 se registraron 20.48 millones de trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), frente a 20.03 millones en igual periodo del 2021.
El estado con mayor generación de puestos formales es Baja California, único territorio con todos sus municipios en el programa federal de zona libre (IVA a 8%, ISR a 20%, aumento al doble del salario mínimo y homologación de los precios de combustibles con los de Estados Unidos).
Al finalizar marzo del 2020, cuando se declaró por dos meses confinamiento total y paro de actividades no esenciales para evitar la propagación del virus, la entidad industrial contaba con 916,498 trabajadores asegurados, mientras en el mismo lapso del presente año la cifra llegó a 955,422 personas, es decir, se dieron 38,924 altas en el IMSS, colocándose como líder.
La fortaleza de Baja California fue el conjunto de industrias de transformación (43,383 empleos nuevos); le siguieron transportes y comunicaciones (1,919), comercio (862) e industrias extractivas (19); las pérdidas se mostraron en la industria eléctrica y captación y suministro de agua potable (38), construcción (714), servicios sociales y comunales (776), actividades primarias (1,465) y servicios para empresas, personas y el hogar (4,266).
La segunda posición corresponde a otra entidad fronteriza y que, por ende, responde directamente por su ubicación a la recuperación de la economía estadounidense: Chihuahua. Su stock de trabajadores asegurados en el IMSS pasó de 897,260 a 920,933 en un año, creándose 23,673 plazas. Al igual que en Baja California, su bastión fue la manufactura (29,937), mientras la debilidad se centró en servicios para empresas, personas y el hogar (-7,416).
En el tercer escalón se ubica Tabasco, una entidad petrolera que se ha visto beneficiada por la inyección de recursos federales en el sector energético (destaca la refinería de Dos Bocas). Su plantilla laboral creció de 173,950 a 185,038, dando un saldo positivo de 11,088 puestos. El poderío del estado corresponde a la construcción (creación de 13,256 plazas), y el talón de Aquiles, a servicios para empresas, personas y el hogar (destrucción de 1,349 trabajos).
A estos estados le siguió Sonora, otra entidad de la frontera norte de México. En marzo del año pasado tenía 630,894 trabajadores asegurados, contra 632,288 un año después, contratando a 1,394 empleados. La vulnerabilidad del estado fue, como en casi todo el país, en servicios para empresas, personas y el hogar (-7,441), y el baluarte, industrias de la transformación (+5,171).
Completaron la lista Nayarit (de 151,593 a 152,744; 1,151 altas en el IMSS) y Zacatecas (de 188,089 a 189,159; 1,070 trabajos nuevos).
En el caso de Nayarit, fue uno de los tres estados, junto a Chiapas y Aguascalientes, que generó empleos en servicios para empresas, personas y el hogar (1,203); la flaqueza fue la construcción (-867). Para Zacatecas, el mayor creador fue servicios sociales y comunales (1,670) y el peor resultado, industrias extractivas (-1,105).
En tanto, las entidades con menores despidos a un año de que inició la jornada nacional de sana distancia y que están más cerca de recuperar las pérdidas de empleos, son Querétaro (677 bajas), Tlaxcala (1,102) y Chiapas (1,158).
Motor apagado
Por su parte, la Ciudad de México sigue siendo la entidad con mayor merma laboral a causa del impacto negativo de la pandemia, al presentar un déficit de 221,909 trabajadores en un año; otras pérdidas importantes se dieron en Quintana Roo (46,413 despidos), Veracruz (35,495), Estado de México (32,311) y Puebla (30,453).
En la capital del país, motor económico nacional con 16.1% del Producto Interno de México, solamente tres de nueve sectores generaron empleos: servicios sociales y comunales (1,942); industria eléctrica y captación y suministro de agua (414) y agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y caza (263).
Las pérdidas fueron en industrias extractivas (244), transportes y comunicaciones (7,361), construcción (7,863), comercio (25,579), industrias de transformación (27,592) y servicios para empresas, personas y el hogar (155,889). Lo anterior indica que el proyecto Vallejo-i, el plan de reactivación enfocado en el sector constructor y los programas para apoyar a la mipymes han sido insuficientes.
Quintana Roo, en la cima
Al considerar sólo marzo del 2021, resulta que únicamente cinco entidades dieron de baja a trabajadores en el IMSS, en relación a febrero: Durango (10), Morelos (290), Oaxaca (1,461), Ciudad de México (3,287) y Veracruz (3,714).
Sin embargo, sobresale el primer lugar de Quintana Roo, con 14,053 nuevas contrataciones, al ser uno de los estados más castigados por la crisis económica y sanitaria, ya que el turismo fue el sector con mayores complicaciones. Esta dinámica deriva del proceso de reactivación económica en el estado, particularmente en servicios y construcción.
También resaltan Nuevo León (12,482), Baja California (12,482) y Sonora (6,035), a causa de la reactivación económica que vive Estados Unidos, más la implementación de programas y acciones por parte de los gobiernos subnacionales.
Mientras en el primer trimestre del presente año, las pérdidas de empleos formales solamente fueron en Oaxaca (1,466), Veracruz (5,579) y Ciudad de México (33,043). En este periodo los líderes fueron Baja California (37,574 trabajos nuevos), Sonora (29,585), Nuevo León (28,490) y Jalisco (23,252).