1994, el año de la ruptura

Aportaciones especiales del Periodista Fidel Ramírez Guerra / @periodistafrg

Veníamos del 88, un triunfo cuestionado de Carlos Salinas como presidente y un Cuauhtémoc Cárdenas con mucho apoyo popular. Antes de las elecciones, la escisión del PRI, a la que se sumaron Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, en esas fechas, personaje menor, pero rebelde. Los ex priistas democráticos conformaron el Frente Democrático Nacional, integrado por varios partidos chiquitos, que luego pasó a ser PRD y luego a Morena.

 

En el 94 Salinas se decidió por Luis Donaldo Colosio. Lo había dotado de la supersecretaría de Desarrollo Social con todos los reflectores y con todos los recursos. Manuel Camacho Solís no se puede dar por engañado. Si Miguel de la Madrid escogió a Salinas, Salinas escogió a Colosio. Y esto al interior del PRI provocó muchas inconformidades, particularmente la de Camacho y su grupo (En este grupo, por cierto, jugaba Marcelo Ebrard)

Los inicios del año de 1994 fue atípico: seguía la crisis del PRI, entre tecnócratas y nacionalistas. Como país ingresamos a la globalización comercial con EU y Canadá (TLC) y, de manera sobresaliente, surge el levantamiento zapatista: el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. El EZLN, con el personaje subcomandante Marcos a la cabeza.

Tras el dedazo de Salinas por Colosio y Colosio ya en campaña, Salinas nombra a Camacho comisionado para la paz en Chiapas, lo cual aviva la idea de que seguía en la carrera presidencial, sobre todo cuando el candidato priista no prendía porque todos los reflectores estaban en el sur.

23 de marzo, Colosio en Tijuana, es asesinado por Mario Aburto.

Tenso, muy tenso el año de 1994.

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Colosio en Netflix

 

Estuve hace 25 años en Tijuana y narré que de acuerdo a mis investigaciones Mario Aburto actuó solo, mucho antes de las conclusiones oficiales del fiscal especial, Miguel Montes.

En ocasión de esta efeméride Netflix armó una serie que ya terminé de analizar:

Es una producción barata, sin muchos personajes y compuesta por tomas reales del momento y del año de 1994.

Es una serie cerrada al hecho.

Como aportación a las nuevas generaciones me hubiera gustado que el guión tuviera un mayor contexto de lo que ocurrió ese año.

Como periodista acudí también a Chiapas, a registrar el levantamiento zapatista.

Seguía, como ahora, la vida nacional, y creo que el 94 daba para más.

La década de los 90 fue la década del nacimiento de la sociedad civil.

Mediados de los 80 fue la fractura del PRI, cuando los tecnócratas, impulsados por el presidente Miguel de la Madrid – 82-88 – se quedan con el gobierno y con el partido.

De esa escisión del PRI salen Cárdenas, Muñoz Ledo y el propio López Obrador.

En el 94 se preparaban las elecciones presidenciales con Cárdenas, por el PRD y Diego Fernández de Cevallos por el PAN.

Carlos Salinas resolvió la candidatura por Luis Donaldo Colosio y fue cuando vino el levantamiento zapatista.

Se nombra a Manuel Camacho como comisionado de paz y la atención nacional se centra en el sur.

En tanto, las campañas, la campaña misma de Colosio, no tenía la atención social ni de la prensa.

23 de marzo, Mario Aburto ejecuta a Colosio: el asesino solitario.

La serie de Netflix pone como los grandes malvados a Carlos y a Raúl Salinas.

No creo que dé para una segunda temporada.

La serie pudo tener más ponch pero los creadores decidieron el guión cerrado al caso que al amplio contexto.

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Tres momentos en Tijuana a 30 años de la ejecución de Colosio

 

Por Fidel Ramírez Guerra / @periodistafrg

Primer momento

Salgo del aeropuerto Abelardo L Rodríguez y el taxista que me traslada, sintoniza la radio local: se transmite en vivo la conferencia de prensa del procurador Diego Valadez proporcionando detalles del asesinato de Colosio.

Llego en la parte final y entorno a él, en su mayoría, enviados estadunidenses. Prensa gringa.

Me quedo con dos datos:

El nombre de Mario Aburto Martínez y el nombre de la empresa donde trabajaba él, de nombre “Cameros Magnéticos”.

Corro al hotel del frente de las oficinas de la PGR de Tijuana y por el 04 de TelMex y, la operadora del otro lado:

-A sus órdenes, información

 

-Por favor el número telefónico de Cameros Magnéticos

-Permítame… ¿Tiene en qué anotar?

-Sí… adelante

Me da el número… marco

-Cameros Magnéticos a sus órdenes

-Me puede comunicar con Mario Aburto Martínez, pregunté

-Hoy no vino a trabajar

-Por favor con el gerente

Saco cita con el gerente. Me da el domicilio…

Contacto otro taxista y él mismo me comenta:

Una periodista gringa acaba de contratar a un compañero… van adelante.

Con la cita pactada, al llegar, inmediatamente me abren las puertas de la empresa. El gerente ya me esperaba.

Ese medio día, una, dos de la tarde, la empresa registraba un ritmo lento en el trabajo. El comentario: fue Mario Aburto él que mató a Colosio.

Confusión. Asombro.

En menos de 15, 20 minutos, hablé con el gerente, con varios trabajadores y, en general, todos coincidían que era serio, muy serio, y muy trabajador.

Incluso, uno de ellos me comentó Aburto, que tenía pocos días de haber entrado a trabajar, generó algunas ideas para mejorar cargas y descarga y gracias a él la empresa dio fajas a algunos empleados.

Un trabajador me dio un dato:

-Ah sí, Mario se expresaba muy mal de Marcos, el de Chiapas… nos dijo que era un farsante, que cómo se ponía pasamontañas y no daba la cara.

Concluí que de momento no habían los suficientes datos y me fije una idea: Mario Aburto tuvo que tener novia… una novia, su chica, a quien le contara más.

¡Y que llego con la jefa de personal!

-Sí, Mario tenía novia: se llama Graciela González Díaz pero hoy no vino a trabajar. Este es su domicilio…  y el domicilio que nos dejó Mario es este…

Segundo momento

 

Recorrí la calle Buenos Aires, donde vivió Aburto:

El tendero, el carpintero de enfrente de su casa. El de la combi y algunos vecinos, coincidieron en señalar que el joven era introvertido, retraído y uno que otro lo llamó como “retrasado mental”.

Mario Aburto era una persona cualquiera.

Incluso, semanas antes, lo vieron arreglando su casa, cavando, acomodando madera. Pintando.

Tenía iniciativa. Era propositivo.

De esa casa, entre sus pertenencias, la policía local encontró un baúl en el que se incluían varios escritos, dibujos y, el libro “Presidente interino”, de Rafael Loret de Mola, en el que siento, se inspiró él para ejecutar a Colosio.

En el mismo baúl una serie de cartas a Enrique Gratas, famoso periodista argentino del programa “Ocurrió Así”, de Telemundo, en las que se quejaba de que no tenía respuesta a su petición de que fuera entrevistado.

Tercer momento

 

En el trayecto a la casa de Graciela González Díaz, la novia, un camión descarga el semanario Z, de Jesús Blancornelas, lo compro y está Mario Aburto en la portada.

Llego al domicilio. Hay una reja y un pequeño jardín. Por la derecha una puerta y otra. Me abre un anciano, el abuelo de ella. Me invita a pasar. La veo… muy joven, 16 años, guapa, bien formada… se mantiene sentada en un sofá y se mantiene atenta a la televisión que narra el crimen.

Me presento. Saco el periódico y le pregunto:

-¿Es o no es Mario Aburto Martínez, tu novio?

-Sí, si es él…

Charlamos por espacio de una hora. Tranquilos:

-Tenían un mes de novios

-Él le comentó que muy pronto saldría en la televisión, que sería famoso

-Que lo que iba a hacer, cambiaría la historia

-Que estaba hasta la madre del PRI

-Que había sido elegido para una misión, entre muchos

Y una narración importante:

Sí, recuerdo que un día fuimos al cine… y a tomar un helado, pero llegó el momento en el que él no quiso que lo acompañara… era sobre la calle Madero… una casa o una oficina blanca, toda de blanco, con ventanales negros… me dijo: aquí espérame…. Fue hace unos días, acabamos de ir… todavía lo vi ayer y nos despedimos… agarramos el camión del trabajo y ya después yo me vine a mi casa…

Fui al lugar. No sé si era el mismo lugar. Entre. Escalones blancos. Cuatro o cinco. Madera bien trabajada, pintada. Pregunto a una dama y ella dice no conocer a Mario Aburto.

Mis impresiones:

Mario Aburto actuó solo. En él, problemas de personalidad. No politizado pero sí con ciertos ideales. La pistola la compró él mismo con sus propios recursos. Practicó disparos durante unos días. Ello explica la firmeza con que disparó sobre el cráneo de Colosio. Hombre de decisiones. Ese mismo día que ejecutó a Colosio fue a trabajar de manera normal. Descendiente de padres michoacanos. Familiares en Estados Unidos. Seguramente escuchó a lo largo de su vida repudio al PRI. Planeó lo que hizo. Espero la visita de Colosio y lo mató. Al ver su imagen en televisión, creo que por esas fechas no se arrepintió. Sostengo que con la persona que más convivió días o semanas previas al asesinato fue con su novia.

 

Un solo Mario Aburto

 

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