Reseña histórica de la Sociedad Cooperativa Minero-Metalúrgica Santa Fe de Guanajuato

Tomado de el libro – No publicado-  Cooperativismo en México. Normatividad y Políticas Públicas. … Cómo lograr un mayor impacto social. Por Fidel Ramírez Guerra

 

Contexto nacional

   Los acontecimientos nacionales repercutieron en las relaciones de trabajo minero; como por ejemplo, la Revolución Mexicana provocó cambios variados, entre ellos la reforma agraria, el desarrollo industrial del país y una nueva Constitución que incluyo la Ley Federal del Trabajo para la protección de los obreros. Durante la época cardenista se fomentó el progreso social por medio de la formación de cooperativas, pero se respeto la propiedad privada. Con esto lo que se logró fue una meditación social-capitalista. En esa época nació la Cooperativa “Santa Fe de Guanajuato”, cuyos orígenes están en las pertenencias de la empresa norteamericana llamada The Guanajuato Reduction and Mines Co., que en 1904 se estableció en la capital del estado de Guanajuato, con el objetivo de trabajar las antiguas propiedades que el Conde de Valenciana había heredado a las Casas Rúl y Pérez Gálvez, localizadas en la Veta Madre y en La Luz.

Inicia la Caravana del Hambre que termina en paro de labores

   Con el tiempo, allá por los años 30, los trabajadores de la mencionada empresa se empezaron a organizar para defender sus derechos de tal modo que en 1934 se incorporaron a la Sección 4 del Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana. De acuerdo a la Ley, periódicamente se solicita la revisión de los contratos de trabajo; pero en la última revisión no hubo acuerdos ni arreglos porque la empresa se mostró renuente a mejorar las condiciones de los trabajadores, quienes una vez agotados los recursos legales, organizaron una protesta que consistió en la llama “Caravana del Hambre”. No se obtuvo ningún beneficio. En esas circunstancias las labores se reanudaron hasta que por el año de 1938, estalló la huelga de electricistas de The Guanajuato Power and Electric Co., la cual repercutió en el paro de actividades de la Reduction, desde el 11 al 19 de noviembre del citado año.

Compañía cede fondos a los trabajadores

   En vista de tantas dificultades, la empresa resolvió suspender sus actividades. El 10 de noviembre de 1938 se firmó un convenio para ceder a los trabajadores  los fundos de la compañía. Se formó entonces una administración obrera; el 12 de diciembre de 1938 se levantó el acta constitutiva correspondiente.

Se convierte en 1939 en cooperativa

   Así fue como la administración obrera continuó trabajando hasta el 29 de junio de 1939, fecha en la que se logró la autorización del gobierno para construir la Cooperativa Minero-Metalúrgica “Santa Fe de Guanajuato” No. 1, S.C.L.

Se falla por falta de honradez y dirección: interviene gobierno federal

   Desgraciadamente la administración obrera y la naciente cooperativa fallaron desde el principio por falta de honradez y dirección, lo que ocasionó la escasez del dinero para sostener el negocio. En resumen, reinaba la anarquía y ni siquiera se podían pagar los salarios. La cooperativa estaba e bancarrota, lo que causó frecuentes manifestaciones de disgusto por parte del pueblo minero. Fue entonces cuando el Gobernador de Guanajuato, Nicéforo Guerrero, emprendió gestión ante el presidente Miguel Alemán y la Secretaría de Economía para lograr ayuda y asesoramiento técnico. Al frente de esa Secretaría estaba don Antonio Ruiz Galindo, quien decidió enviar al ingeniero Alfredo Terrazas Vega.

Se crea una nueva administración

   Tras un profundo estudio, el ingeniero Terrazas propuso otro tipo de administración: la cooperativa será dirigida por un gerente general que controlaría rigurosamente el dinero mediante personal contable de confianza. Los consejos de administración y vigilancia quedarían supeditados al gerente, plan que se aprobó en asamblea y se dio carácter legal en acta levantada el 23 de agosto de 1947. En esta asamblea se acordó que el ingeniero Terrazas fuera gerente general.

   El Ingeniero Terrazas desempeño ese cargo durante 25 años y cinco más como consultor. A pesar de las pérdidas y de las fluctuaciones del valor de la plata, pudo sostener la cooperativa durante la etapa más difícil de su recuperación, mediante su crédito personal y su visión técnica sobre el porvenir de las explotaciones.

Mejoras de la cooperativa

   Modernizó las instalaciones del Molino de Bustos, substituyó el método de cianuración por el de flotación, abrió varias minas, desaguó la Valencina y continuó trabajando, en la Veta Madre, las minas de Rayas y Tepeyac, así como también en las vetas de La Luz.

Sí se logrará, escribió Terrazas

   Vale la pena mencionar el pronóstico del Ingeniero Terrazas fundado en sus conocimientos geológicos y expresado en un folleto, publicado en inglés, a propósito del presente y futuro de la cooperativa; aquel entonces penoso, y este prometedor:

   “Tengo la más sincera esperanza de que la cooperativa continuara produciendo esos valiosos metales por muchos años. Mi convicción es: Si, lo logrará” (Agosto 1968).*

Mérito histórico

   Las intenciones se realizaron. La obra de supervivencia y de reorganización de la Cooperativa Santa Fe de Guanajuato, que es la que aquí se expone, fue debida al empeño y cariño que le puso el Ingeniero Alfredo Terrazas Vega, gran hombre de empresa, a la que dedicó los últimos treinta años de su vida. Su esfuerzo puede compararse con el de los próceres mineros, Conde de Valenciana en el siglo XVIII y Don Juan de Dios Pérez-Gálvez en el siglo XIX, que tanta fama dieron a Guanajuato. El Ingeniero Terrazas pudo rescatar de la ruina una importante fuente de trabajo de la ciudad.

Reservas mineras y exploración, la clave

   Contrariamente a la mayoría de las compañías mineras, sobre todo extranjeras que tratan de sacar la mayor cantidad de frutos en el menor tiempo, la política de la cooperativa, iniciada por el Ingeniero Terrazas, consiste en no agotar las mina, sino en mantener reservas para el futuro; hacer exploraciones para encontrar nuevos fondos, cuidar que se tiene y aprovecharlo convenientemente. En estos términos puede resumir la enseñanza del Ingeniero Terrazas.

 

Reseña histórica de la Sociedad Cooperativa Santa Fé de Guanajuato

  Una de las compañías extranjeras que se estableció en la localidad fue The Guanajuato Reduction Mines and Milles Co., se dedicó a explotar la Veta Madre y algunas minas de la región de La Luz. Se fundó en 1904 con un capital en dólares de 7,000,000. Su presidente era C.I. Kurtz y el gerente general Carlos W. Van Law. Estaba organizada según las leyes del estado de Colorado. Los trabajadores se iniciaron en la veta madre y sólo al final en los terrenos de La Luz. En las minas de San Lorenzo, Purísima, Rosario, San Pedro Gilmonene, se cubrían 14 pertenencias. El equipo moderno permitía un tratamiento de quinientas toneladas diarias de mineral y el método era cianuración. Al comenzar a trabajar la compañía había 880 trabajadores y después aumentaron. (1)

Se estanca producción por Revolución

   Desde la instalación de la compañía la producción fue aumentando progresivamente; pero en los años de trastornos políticos de México, durante y después de la Revolución hubo estancamientos en la producción debido a la escasez de materias primas y la dificultad de comunicaciones. En época normal la producción anual era de 200,000 toneladas con una ley en promedio de 217 gramos de plata y 2,4 de oro por tonelada. Los trabajos que se emprendieron en La Luz fueron fomentados por el alto valor de la plata. No obstante en San Pedro Gilmonene se instaló un costoso molino que fue abandonado sin trabajarse. (2)

Bajos salarios y caja mortuaria… a regañadientes

   Los salarios que pagaba la compañía eran muy bajos: los trabajadores de la mina ganaban $ 1.90 y los de superficie de $ 1.00 a $ 1.50; las jornadas de trabajo eran de 14 a 16 horas y después de 8 horas diarias, incluyendo los domingos. No se firmaban contratos que amparaban a los trabajadores; estos eran pagados generalmente por contratistas, para que la compañía no tuviera responsabilidad directa. Cuando algún obrero moría en accidentes de trabajo, su familiares sólo tenían derecho a la caja mortuoria, y aún así la compañía la entregaba a regañadientes, como si implicara un desembolso grande. (3). Estas eran las condiciones de trabajo de la Reduction por el año de 1934; en esa época ya regía la Ley Federal del Trabajo, emanada de la Constitución de 1917.

Sindicalización de mineros

   En Guanajuato los trabajadores se empezaron a organizar y formaron la Sección 4 del Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana que empezó a funcionar por la misma época. Como las condiciones de trabajo eran parecidas en todas la empresas extranjeras del país, se constituyeron secciones del mismo sindicato en diferentes partes de la Republica. Una de las más fuertes fue la de Pachuca, Hidalgo, al frente de la cual estaba Filiberto Ruvalcaba y J. Buenaventura Lara. Posteriormente se logró la unificación total de los trabajadores mineros y similares en el Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, a lo cual ayudó el Sindicato de Ferrocarrileros de la República Mexicana.

Coincide movimiento obrero con ascenso de Cárdenas a la presidencia

   Tan importante organización se constituyó legalmente en marzo de 1934 y fue el primer paso firme para promover y defender los derechos de los trabajadores. En diciembre del mismo año asumió la presidencia el General Lázaro Cárdenas, quien en su campaña había prometido mejorar las condiciones de los trabajadores. Por tal razón la gestión de Cárdenas fue de carácter popular. Su política consistía en propiciar el progreso de la clase trabajadora, con el objeto de incrementar la productividad. Se promovió la justicia social; pero al mismo tiempo se siguió respetando la propiedad  privada, estimuló la de la burguesía nacional. En resumen, su postura era ambivalente, por formación de cooperativas y sindicatos; pero paralelamente dejó margen para el desarrollo de las empresas privadas más que se proclamó como “obrerista”. Por una parte mejoró las condiciones del propietario a base de limitar un poco las ganancias de los empresarios; pero sin poner en peligro el sistema capitalista establecido. (4) Según opinión autorizada “las cooperativas y los sindicatos son totalmente incapaces de transformar el modo de producción capitalista”. (5)

Intransigencia de la empresa

   En Guanajuato, el 12 de noviembre de 1935 sucedió lo siguiente: los trabajadores de la Reduction, ya organizados en sindicato, se ha dicho, solicitaron aumento de salarios y firma de un contrato ante el gerente  de la compañía, Augusto Mac Donald y su apoderado Henry P. Smith. El gobernador de Guanajuato en ese tiempo, Jesús Yáñez Maya y funcionarios federales trataron de lograr entre las partes del conflicto, infructuosamente, debido a la intransigencia del gerente, quien declaró: “por esta ocasión, o se clausuran totalmente las mina o desaparecen los sindicatos”. (6)

Se declara la huelga de 1 200 trabajadores

   Por tal razón se declararon en huelga mil deciento trabajadores de la Reduction que operaban en Valenciana, Rayas, Tiro Kurtz, San Vicente, Cata, Molino de Bustos y Hacienda de Flores. Fue muy notorio para la vida de la ciudad dejar de percibir el movimiento y ruido continuo de los molinos, pues estos estaban situados donde posteriormente estuvo por muchos años la central camionera. La actividad minera se paralizó. Situación que se prolongó seis meses y repercutió en toda la comunidad, Guanajuato languidecía económicamente.

Se organiza caravana

   Fue entonces cuando se organizó la caravana de mineros hacia la ciudad de México, con el objeto de obtener el apoyo del Gobierno para la solución de sus problemas. La dirección se puso en manos de Filiberto Ruvalcaba, designado para tal fin por el Sindicato Nacional. La marcha se inició el 17 de febrero de 1936 y debería recorrer más de 400 kilómetros. Durante el trayecto, los trabajadores recibieron variadas muestras de solidaridad de las diferentes clases sociales.

En Irapuato se integraron trabajadores de cigarrera

   En algunas partes, se agregaban contingentes de trabajadores de otras ramas para aumentar la caravana. Así en Irapuato se incorporaron trabajadores de la cigarrera local. Numerosos periódicos publicaron fotografías y reportes sobre el progreso de la marcha. En el Tepeji del Río, Hidalgo, por ejemplo, un periodista informó lo siguiente: “el día de ayer el grupo formado por más quinientos obreros llegó a la ciudad. . . comisionado por el Gobernador del Estado, el señor Juan Álvaro se trasladó inmediatamente que supo la proximidad de la caravana. . .    Desde antes de mediodía, el presidente municipal de Tepeji se adelantó hasta el lugar conocido con el nombre de La Cañada; cuando los obreros llegaron a ese sitio, el funcionario se unió a ellos haciendo un recorrido de casi 15 Kilómetros a pie. . .En las goteras de la población tulense, un grupo de manifestantes integrado por obreros, electricistas, maestros y público con la banda de música al frente, recibió a los obreros bajo una lluvia de confeti, serpentinas y flores. Inmediatamente se organizó una gran manifestación que recorrió las principales calles de Tepeji, patentizando su protesta por actitud de la empresa guanajuatense”. (7)

Caravana con ánimo y energía, publicó la prensa

   Otro reportero de la capital de la República informaba sobre el aspecto general de la caravana y sus objetivos: “enfermos, cansados, sedientos y con hambre, pero con el ánimo y la energía suficiente para reclamar la justicia que les asiste, los mineros de Guanajuato y los jarciaros de San Luis Potosí han proseguido su marcha hacia la capital. Ésta no es una caravana del hambre, como ha dado en llamarse. Su objetivo es otro: es una caravana en busca de justicia; son seiscientos hombres que han sido burlados y que desde hace varios meses están en huelga sin que nadie se apreste a resolverles su conflicto y el de los suyos”. (8)

Muere un minero en pie de lucha

   Por fin llegó la caravana a la ciudad de México, el último día de febrero de 1936. Uno de los mineros, Luis Chávez, estaba gravemente enfermo. Fue trasladado inmediatamente a la cruz roja y murió poco después. Como expresión de condolencia y de protesta se publicó una esquela en varios periódicos de la capital que decía: “Con Luis Chávez, minero silencioso de Guanajuato, falleció sobre la marcha del hambre hacia esta capital y Basilio García, minero silicoso de Parral, Chihuahua. . . 35 mil obreros, miembros de la Federación Nacional de Autotransporte de la CTM y Tribuna Obrera, se solidarizaron con la actitud del Sindicato Nacional de Mineros y piden respetuosamente al Presidente de la República sea aplicado el artículo 33 constitucional al extranjero Mac Donald, propietario de la Guanajuato Reduction Co.” Firmaron entre otros Armando Leal y Fidel Velázquez. (9)

Mineros de Guanajuato conquistan la solidaridad nacional

   Las manifestaciones de apoyo demuestran que los mineros de Guanajuato habían conquistado la solidaridad y la simpatía de diferentes organizaciones nacionales. Una vez en México, se nombró al Licenciado Jenaro Vázquez como árbitro privado del conflicto; el gerente Mac Donald estuvo conforme en someterse al arbitraje. El asunto se prolongó algún tiempo, mientras los trabajadores eran repartidos en diferentes dependencias oficiales, según se supo después, para dividir su fuerza. Un grupo trató de entrevistarse con el diputado por Guanajuato, Luis I. Rodríguez, quien para no comprometerse, al parecer, no los recibió. El laudo arbitral se dictó, pero distó mucho a ser favorable a los mineros, pues que obtuvieron una rebaja del 15% de su salario, a cambio del pago del séptimo día, que en realidad ye estaba concedido por ley, aunque no había sido reconocida por la empresa; además lograron una indemnización de $50,000.00 por conceptos de gastos de la huelga y una parte de los salarios caídos. A su vez, la empresa alegaba el bajo precio de la plata en el mercado y la incosteabilidad del negocio. Pedía la clausura de la mina de Valenciana, los cual significaba el despido de más 125 mineros.

Trabajadores acatan, empresa no cumple

   Los trabajadores protestaron por el laudo; pero declararon acatarlo y aceptarlo para reanudar labores. En cambio, el gerente se negó a acatar el aludo y no pagó las prestaciones arriba mencionadas. Interpuso amparo ante la Suprema Corte de Justicia; que le fue negado.

Intenta huir empresario y líder toma las armas que les había dado el general Lázaro Cárdenas

   A fines de 1938 trató de ausentarse del país y rehuir los compromisos con los trabajadores, por considerar incosteable la situación. (10) Ese intento de huida suscitó una serie de peripecias que narró con gran emoción a la autora de este trabajo el Señor Evaristo Cortés, viejo trabajador de la cooperativa, aún en servicio, que  fue testigo y actor de ellas. “Yo había sido secretario general suplente de lo que es ahora la Sección 4 de mineros; por entonces, el secretario general era Pablo Rodríguez. Una señora me dio la noticia que la empresa se iba (los dirigentes, se entiende). El secretario general me dijo que si yo tenía el valor suficiente los detuviera; dije que sí, que cómo no. Recordé que el General Cárdenas había venido a Guanajuato con su hija Alicia y le dimos un comelitón en la Hacienda de la Flores. Nos había regalado seis máusers, máquinas de coser y una banda de guerra. Le dije que sí al secretario general, pero que me diera armas para detener a los americanos y me contestó: “Pues vamos a que las tomes”.

Militares se solidarizan con mineros

   “Subimos hasta el último piso del sindicato y tomé un máuser, pero se me fue un tiro, pues no sabíamos manejar las armas, nada más por el valor de tomarlas. No pasó nada; pero mucha gente se dio cuenta de la discusión que había tenido con el secretario general. Reuní a mi grupo y les dije lo que iba a pasarnos. Muchos me dijeron que me acompañarían a donde yo fuera. Mandé unas personas al Callejón de San Juan de Dios, por la Presa; otros al Cantador y yo fui hasta Dolores de Barrera, muy antiquísima, ya cayéndose, nos apostamos dos de cada lado. Eran David, Alfonso, Roberto y yo. Para eso yo pedí permiso en el Sindicato de que me dejaran ir a mi casa por una lámpara de carburo. Así que ya con ella la cargué con agua y carburo y cuando veíamos alguna luz de carro entonces nos parábamos y le apuntábamos, habíamos convenido a un bombero que estaba en los jales de que cuando vieran pasar a los americanos entonces nos tirarían un balazo y esa sería la seña. Pero este señor se equivocó; tiro el balazo, nos paramos a hacer las señas para que se detuviera y en lugar de ser los americanos era un general del ejército. Como era una curva donde lo detuvimos era una sorpresa para él y se detuvo, y lo bueno fue que no llevaba soldados armados. Entonces tuvimos que bajarlos para ver si no iban los americanos dentro del vehículo. No hubo nada. Lo dejamos ir, y le dijimos que estábamos deteniendo a los vehículos. Este señor debe haberse interesado, porque al llegar a Silao, que era donde estaba el destacamento, de ahí nos mandó soldados y ya cuando llegaron los soldados era que nosotros estábamos en las oficinas del sindicato con los americanos detenidos.

Se da la negociación

   “En la oficinas estaban el presidente municipal, un señor Garabito, el Secretario de Gobierno y algunas autoridades, nos pedían que no fuéramos a hacer nada a los americanos. Para entonces el gobernador era Luís I. Rodríguez; ayudó algo. Después nos dio lo que es ahora el salón del sindicato porque las escrituras estaban pendientes, así que él nos lo regaló. El primer convenio se firmó esa noche en el Sindicato; estaban los tres americanos Mac Donald, Percy Ramsden y Murphy, pero en la madrugada se fueron.

Les dan seis meses para manejar empresa

   “El convenio se firmó a las 10 de la noche más o menos. Ellos quedaron libres, entendidos de que no habría otra reclamación de parte de nosotros, así  que salieron  como a las cinco de la mañana  y nos quedamos otra vez al garete. Sabiendo que se habían ido a México se nombró una comisión para que fuera a buscarlos encabezados por J. Buenaventura Lara y sí los encontraron, y allí se firmó el otro convenio. Iba a quedar nulo el primero y ya con el segundo nos vinieron a entregar los bienes. Se levantó un inventario y se estableció en el convenio que si a los seis meses no podíamos manejar el negocio se les devolvería a ellos, de modo, que teníamos que hacer todo lo posible por trabajar. Comenzaremos a trabajar sin técnica en 17 de diciembre de 1938”.

   (Fue entonces cuando se organizó la administración Obrera que se transformó poco después en Sociedad Cooperativa, porque en realidad la constitución de ésta fue todo un proceso)

El Señor Evaristo Cortés continúa su narración sobre los acontecimientos:

   “Duramos menos de un año organizados como Administración Obrera. Me tocó por suerte andar haciendo gestiones como secretario general suplente. Yo trabajaba en la Hacienda de Flores como jefe del taller mecánico. Se seguía usando el método de cianuración, pero el rendimiento no lo pudimos obtener de inmediato porque con el tiempo que se duró sin trabajar, las instalaciones, ya viejas, se deterioraron aún más, de modo que los valores estaban asentados en el fondo de los tanques. Hubo necesidad de desarmarlos y limpiarlos, y del fondo, sacamos los valores asentados en un equivalente a cinco barras de plata de 30 a 35 kilos cada una. Empezamos a notar que no era igual el beneficio; ¡nos faltaba la técnica!… Hasta compré un manual de cianuración en inglés. Yo no sabía nada pero me gustó. En tiempo de Luís I. Rodríguez había escuela nocturna en la Universidad y allí tomé mis clasecitas y me ponía a traducir y sacaba apuntes de ese libro.

Población en contra pero también la solidaridad

   “Para podernos sostener, del sindicato nos daban frijoles, algo de sal, maíz y chile…La situación era muy crítica; teníamos mucha gente en contra; como  la mitad de la población que no estaba de acuerdo con el movimiento. Se nos decía “comunista”, “bolchevique”. Primero no se nos pagó nada, hasta que se consiguió quién comprara las primeras barras. Nuestra situación era mala, hasta que nos prestaron dinero: Federico Hudson, Margarito Rocha, Abel Funes, Ricardo Guerrero, Jesús Valadez, el doctor José J. Franco, etc. También nos prestaban material, explosivos, corriente eléctrica y luego  se abonaba a las personas que nos habían prestado.

Se intenta la Federación de cooperativas mineras

   “Por esa época hubo una convención minera en México de los fundos abandonados y se estaban fundando cooperativas. Se presentaron cincuenta y dos delegados de cooperativas con el objeto de formar una federación de cooperativas de toda la república: estaban representados Pachuca, El Oro, tres de Guadalajara, de Sinaloa, Chihuahua, Nuevo León, San Luís Potosí, etc., y yo fui como delegado por Guanajuato, porque entonces era el tercer presidente del Consejo Administrativo. Es interesante mencionar el dato que de todas esas cooperativas mineras, sólo sobrevive la nuestra. El Sindicato quería formar cooperativas, pero no tenía capital; como no nos ayudó, nos separamos y así las demás”. (11)

Otro testigo

   Así como el trabajador Evaristo Cortés, el señor David Cordero es de los más antiguos de la negociación. Ellos presenciaron la transformación de la Reduction a administración obrera y luego a cooperativa. Por esa razón, se consignan aquí los datos que proporcionaron sobre el desarrollo de la actual Sociedad Cooperativa Santa Fe de Guanajuato. Ambos socios coincidieron en sus puntos de vista, confirmándose así la autenticidad de los hechos. Sin embargo, cada uno proporciona diferentes detalles que amplían la perspectiva sobre los acontecimientos. David Cordero comenzó a trabajar a los 14 años de edad, en 1923, cuando existía la Reduction:

Líderes se reunían a escondidas

   “Esta pequeña compañía era muy exigente. Teníamos unos sueldos muy bajos, figúrese: el que ganaba $3.50 diarios, era el maestro mecánico, y  en el molino el reparador era el único que ganaba $5.00. El sueldo de los peones era de $1.20. Se vestían con calzón blanco y patío y comían chiles y frijoles. No había ninguna prestación; eran ocho horas de trabajo incluyendo sábado y domingo. No había descanso. Sufrimos mucho. Yo fui uno de los fundadores del sindicato. A escondidas teníamos nuestras juntas, porque por parte de la compañía no querían que uno se sindicalizara. Pero  ya estaba en la Ley. Había sindicatos libres, por ejemplo, los de Sirena y Peñafiel fueron los primeros.

Se forma la sección 45

   “Luego nosotros comenzamos hacer juntas en la calle de Alonso, para formar  nuestra directiva. Después se formó la Sección 45, a la que pertenecíamos. Hubo muchos secretarios generales, entre ellos el maestro Evaristo Cortés; pero el primero fue Alonso Rodríguez, ya muerto. Cada secretario duraba dos años. En la mesa directiva había secretario, tesorero, etc.

La huelga, la caravana y el convenio

   “La compañía se dio cuenta de que ya pertenecíamos al sindicato y que estábamos incorporados al Sindicato Nacional, cuyo presidente era J. Buenaventura Lara. Venía un delegado a ponernos al corriente y a dirigirnos. En 1934 hubo un paro de la compañía de luz, y por entonces nosotros nos lanzamos a la huelga, que duró seis meses. Nos ayudaron las molineras que tenían su sindicato. Los camaradas de Pastita nos daban un día por semana; el gobierno nos ayudaba con maíz. Se organizó la caravana a México para lograr ventajas. Pero perdimos  y hasta salimos ganando menos. Entonces estaba Lázaro Cárdenas de Presidente. No sé en qué estuvo que perdimos el pleito; porque llevábamos seguro el triunfo. La caravana duró 16 días y cuando llegamos a México se nos repartió en diversas dependencias. A mí me tocó estar en la Cámara de Senadores; otros compañeros estuvieron en la de los Diputados, otros en el Palacio Nacional, etc. Estuvimos un mes completo allá. Posteriormente regresamos a seguir trabajando. Los gringos se iban a ir a escondidas, pero los agarramos. Fuimos a  alcanzarlos al camino, yo y el maestro Evaristo, Roberto Vera y otro. El convenio con la empresa se firmó en México. Los dirigentes se trasladaron a la capital para firmarlo.

Cooperativistas pobres con cooperativa pobre

   “Después de que empezamos a trabajar por nuestra cuenta, teníamos dificultades para comprar los reactivos, nos faltaban materiales. Estábamos muy pobres. Pero ahí fuimos aprovechando material viejo, lo hervíamos y los mismos trabajadores se encargaron de la planta de beneficio del Molino de Flores. En aquel tiempo se trabajaba a mano, en la mina, con cuña y pico; ahora está muy distinto, pues hay bastantes máquinas.

Sí se excluyen de la Federación

   “La primera organización fue la Administración Obrera, con la asesoría de Buenavista Lara y un señor Castillo, de Pachuca. No duró mucho tiempo. Luego en 1939 formamos la Sociedad Cooperativa Minera en México, Incorporada a la Federación Nacional pero luego zafamos para trabajar solos. Cuando vino el presidente Lázaro Cárdenas a visitarnos, Gildardo Miranda era secretario general…

Los gringos inundaron la mina

   – “Con el Presidente venía su hija Alicia que nos regaló máquinas de coser para las mujeres, el equipo de la banda de guerra y unos máusers que fueron empleados en varias cosas, entre otras en ahuyentar a los lupios, que causaban muchos estropicios en las minas, aparte de llevarse el mineral, que vendían al señor Gregorio Martínez, cuya compra estaba por la Galarza; por Pastita había otra. Se llamaba almonedas. Esta costumbre es muy antigua. Había barrios enteros de buscones o lupios. Actualmente son escasos; pero todavía se les sorprende en Rayas, donde el metal es bueno.

   “Los gringos dejaron inundada la mina de Valenciana, tal vez a propósito; la estuvimos desaguando cerca de un año. (12)

Fuente General:

Libro: Reseña histórica de la sociedad cooperativa minero-metalúrgica Santa Fé de Guanajuato.

Fuentes que utiliza la autora:

(1).- Jhon Southworth, The oficial mining directory of México, 1906, p. 96

(2).- Rafael OROZCO, OP. CIT., P.74

(3).- Manuel Villa A. Filiberto Ruvalcaba, luchador por los mineros, S.I.T.M.M.S.R.M., México, 1956, p.27.

(4).- Medín Tzivi, Ideología y praxis política de Lázaro Cárdenas, Siglo XXI, México, 1979, p.9

(5).- Citado por ibid., p. 10

(6).- Manuel Villa A., op. cit., p.68

(7).- Ibid., p.72

(8).- Periódico El Universal, México, 1 de marzo de 1936.

(9).- Manuel Villa A., op. cit., p.81

(10).- ibid, pp. 109, 110.

(11).- Entrevista de historial oral hecha por Aurora Jáuregui de Cervantes al señor Evaristo Cortés en Guanajuato, Gto., el 9 de marzo d 1983.

(12).-  Entrevista de historial oral hecha por Aurora Jáuregui de Cervantes al señor David Cordero en Guanajuato, Gto.,  el 24 de febrero  1983.

 

Fotos tomadas del Facebook: Sociedad Cooperativa Metalúrgica De Gto

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