La espirulina ha capturado la atención tanto de los entusiastas de la salud como de los curiosos en todo el mundo. Conocida por su vibrante color azul verdoso, es un alga que técnicamente se clasifica como cianobacteria y prospera en ambientes de agua dulce y salada.
Esta alga ha sido consumida durante siglos debido a su densa concentración de nutrientes, y ahora se ha infiltrado en el mercado moderno como un suplemento de salud atractivo.
Recientemente, gigantes del café han comenzado a incluir la espirulina en sus menús, destacándola mediante productos como el latte helado de macarrones con espirulina. Si bien el café con espirulina puede sonar como una innovación saludable, este tipo de bebidas a menudo contiene cantidades significativas de azúcar, lo que puede restar valor a los beneficios promovidos por la presencia de la espirulina. Esta combinación ha hecho que la espirulina se perciba como un elemento casi experimental en el ámbito de la alimentación moderna.
Más detalles:
La espirulina es un tipo de alga azul-verde que se encuentra principalmente en hábitats como el Océano Pacífico, cercano a Japón y Hawái, así como en los grandes lagos de agua dulce tales como el lago Chad en África, el lago Klamath en América del Norte, el lago Texcoco en México y el lago Titicaca en América del Sur. Es por eso que, históricamente, ha sido valorada por civilizaciones antiguas en África y América, destacando su uso en la dieta y medicina.
En la actualidad, este alimento es elegido tanto por deportistas y atletas por su capacidad de mejorar el rendimiento y facilitar la recuperación después de esfuerzos físicos importantes, así como por todos aquellos que buscan mejorar su bienestar, ya que cuenta con proteínas de alta calidad, aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales esenciales y ácidos grasos esenciales.
¿Qué es la espirulina?
Aunque inicialmente la espirulina se clasificó en el reino vegetal como consecuencia de sus ricos pigmentos vegetales y su capacidad para realizar la fotosíntesis, lo cierto es que se encuentra dentro del reino bacteriano (cianobacterias) debido a su composición genética, fisiológica y bioquímica. Se trata de un alga verde azulada de agua dulce, la cual cuenta con diversos nutrientes. Asimismo, generalmente es bien tolerada cuando se cultiva en condiciones controladas. Cuando se seca se convierte en una especie de polvo arenoso; pero su consistencia natural es similar a la de un queso untable.
Beneficios para la salud
A menudo calificada como un superalimento, la espirulina ofrece una gran cantidad de beneficios potenciados por su perfil nutricional rico. Una de sus características más destacadas es su alto contenido en vitaminas y minerales esenciales.
Por ejemplo, por cada 15 gramos de espirulina, uno puede obtener la dosis diaria recomendada de vitamina B1 y B2, las cuales son cruciales para mantener la salud del sistema nervioso, la piel y los ojos. Además, este suplemento ofrece niveles significativos de magnesio, calcio y vitamina A, contribuyendo así al fortalecimiento del sistema inmunológico.
Se destaca también por ser una fuente rica en proteínas de origen vegetal, con más proteínas por gramo que la carne o los frutos secos. Ofrece aproximadamente 10 gramos de proteínas por una porción de 15 gramos, lo que la convierte en una opción atractiva para quienes buscan alternativas proteicas vegetales.
Asimismo, la espirulina es abundante en antioxidantes, especialmente ficocianina, la cual no solo proporciona el característico color azul verdoso, sino que también posee potentes propiedades antiinflamatorias.
El consumo de espirulina no está exento de consideraciones. Es vital adquirir este suplemento de productores confiables, ya que en entornos no controlados, la espirulina puede estar contaminada con metales pesados o bacterias dañinas. Para asegurar su seguridad, se recomienda verificar la prueba de pureza y procedencia del producto.
Las personas con condiciones genéticas como la fenilcetonuria (PKU) deben evitar la espirulina, ya que contiene fenilalanina, un aminoácido que estas personas no pueden metabolizar. Además, aunque la espirulina es rica en hierro, se absorbe menos eficientemente que el hierro de origen animal, lo que puede requerir un consumo complementario de otros alimentos ricos en hierro para quienes sigan dietas basadas en plantas.
Una investigación realizada por científicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México, bajo el título Uso tradicional y actual de spirulina sp (arthrospira sp.), efectuada en 2006, aseguró que la espirulina tiene grandes niveles en proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales entre otros nutrientes; los cuales colaboran en el control del colesterol, ya que es de fácil digestión y permite eliminar toxinas del sistema digestivo y del intestino.
Pero eso no es todo, ya que se identificó que permite disminuir calambres, disminuye la fatiga mental y el cansancio excesivo. Asimismo, cuenta con propiedades antioxidantes, antivirales y anticancerígenas, por lo cual podría brindar beneficios ante diversas patologías, tales como enfermedades virales, cardiovasculares, oncológicas, procesos inflamatorios, inmunodeficiencias y hasta ayuda a combatir la obesidad.
Incorporación de la espirulina en la dieta
El polvo de espirulina es la forma más popular de este suplemento y se integra fácilmente en batidos, jugos, o incluso yogures.
Pese a sus beneficios, su sabor terroso y a algas puede dominar los platillos, por lo que se recomienda combinarla con ingredientes de sabores fuertes como cítricos, jengibre o frutos rojos.
Al ser susceptible al calor, se sugiere incorporarla a platos fríos para preservar sus nutrientes.
Para aquellos que no disfrutan de su sabor, la espirulina está disponible en cápsulas o tabletas como una opción más accesible.
A pesar de su popularidad y el respaldo de sus beneficios, la espirulina no es una panacea. Se la considera un alimento funcional, es decir, que puede contribuir a la salud como parte de una dieta equilibrada y variada, no como sustituto de hábitos nutricionales básicos.
Fue reconocida por la OMS como el alimento para el futuro
Este superalimento, que surgió en el México prehispánico, fue categorizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el mejor alimento para el futuro, en 1996, gracias a su rico perfil nutricional. Un reconocimiento que tiene como base diversos estudios científicos que han destacado su alto contenido en proteínas y vitaminas naturales.
Fuentes: Infobae, El Confidencial