¿Has sentido que se te eriza el vello o el cabello cuando estás en medio del campo y con el cielo encapotado? No lo ignores, porque podría ser una advertencia natural de que un rayo está a punto de caer cerca. Este fenómeno, más allá de una simple reacción al miedo, indica que el aire a tu alrededor se ha vuelto conductor, una clara señal de peligro inminente.
¿Por qué se eriza el vello antes de una tormenta?
Durante una tormenta eléctrica, las nubes acumulan cargas eléctricas debido a la interacción de partículas de hielo en su interior. Las corrientes de aire ascendentes y las bajas temperaturas provocan colisiones entre cristales de hielo y granizo blando, separando las cargas: las positivas ascienden a la parte superior de la nube, mientras que las negativas se acumulan en la parte inferior.
Este desequilibrio de cargas no solo afecta al cielo; también influye en el suelo. Cuando una nube cargada se sitúa sobre una zona determinada, el terreno y los objetos que sobresalen, como árboles, postes o personas pueden adquirir carga positiva, preparándose para cerrar el circuito si el campo eléctrico supera cierto umbral. Es entonces cuando puede producirse un rayo.
El Servicio Estadounidense de Meteorología (National Weather Service), dependiente de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), explica que, durante una tormenta eléctrica, los elementos que se encuentran en el suelo -incluidas las personas- pueden cargarse positivamente en respuesta a la fuerte carga negativa de la nube. Este desequilibrio de carga crea las condiciones necesarias para una descarga: el rayo.
¿Cómo se forma una tormenta eléctrica?
Según la NOAA, las tormentas se electrifican por la interacción de partículas de hielo en el interior de la nube. Allí, las corrientes de aire ascendente combinadas con temperaturas bajo cero provocan colisiones entre cristales de hielo y granizo blando. Estas colisiones separan las cargas eléctricas: las positivas ascienden a la parte superior de la nube, mientras que las negativas se acumulan en la parte inferior.
Esta separación de cargas no solo afecta al cielo: también influye en el suelo. Cuando una nube cargada se sitúa sobre una zona determinada, el terreno y los objetos que sobresalen -como árboles, postes o personas- pueden adquirir carga positiva, preparándose para cerrar el circuito si el campo eléctrico supera cierto umbral. Es entonces cuando puede producirse un rayo.
¿Qué hacer si sientes que se te eriza el vello?
La sensación de que se te eriza el pelo durante una tormenta es una señal clara de peligro inminente. Según la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (AEAFMA), esta manifestación física, junto con cosquilleos en la piel, zumbidos en objetos metálicos o pequeñas chispas, significa que el aire se ha vuelto conductor y que la descarga de un rayo es inminente .
Si experimentas esta sensación sin estar protegido, es crucial buscar refugio de inmediato. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) recomienda buscar protección inmediata si se aproxima una tormenta.
Y según AEAFMA, si se siente el vello erizado, hay que agacharse, minimizar el contacto con el suelo y evitar objetos metálicos o puntiagudos .
- Retírate de zonas elevadas como cumbres, lomas o cimas. Busca una zona baja, pero que no sea propensa a inundaciones.
- No corras, especialmente si llevas ropa mojada. El movimiento puede alterar el campo eléctrico y aumentar el riesgo de descarga.
- Deshazte de objetos metálicos (como bastones, herramientas o mochilas con armazón) y déjalos a más de 30 metros. Apaga teléfonos móviles y walkie-talkies.
- Nunca te refugies bajo un árbol solitario ni junto a salientes rocosos.
- Aléjate de vallas, tendidos eléctricos, vías de tren o maquinaria, aunque no los estés tocando: pueden conducir la electricidad a través del suelo o el aire caliente.
- Evita campos abiertos como praderas, cultivos o campos de golf, donde podrías ser el punto más alto. Si no hay alternativa, busca un grupo de árboles de baja altura.
- Aíslate del suelo: sal de charcos o zonas mojadas, y aléjate de masas de agua como ríos, lagos o piscinas.
- No te refugies en cabañas, graneros o tiendas de campaña, ni en bocas de cuevas poco profundas. Solo son seguras las cuevas amplias y profundas.
- Adopta la posición de seguridad: ponte en cuclillas, con los pies juntos, las manos en las rodillas y sin tumbarte ni tocar el suelo con las manos.
- Si estás en grupo, separaos unos metros y mantened contacto visual y verbal, sobre todo si hay niños. Alejarse de rebaños también es recomendable.
- Si tienes un coche cerca, entra en él y cierra todo: ventanillas, entradas de aire y antenas. No toques partes metálicas. El vehículo actúa como una “jaula de Faraday” que te protege.
- Desconfía de los mitos: es falso que un rayo no caiga dos veces en el mismo lugar.
¿Cómo prevenir accidentes durante tormentas eléctricas?
Para reducir el riesgo de ser alcanzado por un rayo, sigue estas recomendaciones:
- Evita estar en espacios abiertos durante una tormenta
- Aléjate de objetos altos como árboles, postes o torres
- No utilices objetos metálicos como paraguas o bastones
- Si estás en un vehículo, permanece dentro con las ventanas cerradas
- Desconecta aparatos eléctricos y evita el uso de teléfonos con cable
Recuerda que los rayos pueden ser mortales y que la prevención es clave para mantenerse a salvo durante una tormenta eléctrica.
Las tormentas eléctricas son habituales en todo el mundo. Según AEAFMA, cada día se producen unas 44.000 tormentas y se generan más de ocho millones de rayos. Aunque el número de fallecimientos por rayo ha descendido con el paso del tiempo, la mayoría de los incidentes graves afectan a personas que realizan actividades al aire libre, tanto por ocio como por trabajo. La clave, según los expertos, es anticiparse y protegerse ante los primeros signos de peligro.
Vía UNO TV, Europa Press. Gráfico RTVE