Ante el acelerado avance de la tecnología, particularmente en el campo de la Inteligencia Artificial, es importante reflexionar qué tipo de sociedad queremos, y cuáles podrían ser sus repercusiones en Latinoamérica, sostuvo Nelson Remolina Angarita, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes en Colombia.
Resaltó que América Latina es importador de este tipo de tecnologías por lo que los derechos de su población están moldeándose a partir de políticas creadas principalmente por empresas.
Estas políticas, agregó, se basan en un modelo de negocios en el que no se privilegian los derechos humanos, por lo que resulta imprescindible cuestionarnos qué tipo de tecnología y de sociedad queremos en vista de la generación exponencial de las neurotecnologías.
“Hay muchas promesas con la Inteligencia Artificial, pero yo los invito a que hagamos uso de la Inteligencia Humana, porque si no se ponen límites seguramente pueden suceder cosas no deseables para la sociedad”, sentenció Nelson Remolina durante el panel ‘Retos y Desafíos del Entorno Digital en Latinoamérica’ que se llevó a cabo en el 1er Congreso Internacional de Protección de Datos e Inteligencia Artificial.
Por otra parte, el catedrático explicó sobre los retos que enfrenta Latinoamérica respecto a la evolución tecnológica, situación que se replica en muchas partes del mundo por la falta de regulación en materia de protección de datos personales.
“Hay que analizar si las regulaciones que ya se emitieron se ajustan a las necesidades actuales y si las estamos cumpliendo, porque no son mágicas, tenemos normas en 22 países de la Secretaría General Iberoamericana; este tema de derechos humanos y protección de datos personales está en la agenda regulatoria de los países en el más alto nivel, es algo muy importante, en un 82 por ciento en sus constituciones está presente este derecho humano”, manifestó el experto en derecho.
Como conclusión mencionó que el gran desafío es la efectividad de estos derechos en el ciberespacio y frente a la revolución sociotecnológica de este siglo, para la cual las autoridades deben estar debidamente preparadas.
“Las autoridades deben reinventarse para ser más eficientes y efectivas frente a los retos porque también estamos en un mundo global e hiperconectado y hay que trabajar en manera de cooperación entre todos; también se debe impedir que el uso de las tecnologías sea en contra de los seres humanos, pues la dignidad humana es algo que está desde los años 70 y es un desafío que sigue estando vigente”, finalizó.