Por: Israel López Chiñas
Si los románticos de la oposición al régimen que encabeza, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, consideran que la veintena de iniciativas de reformas a la Carta Magna, mostrada y enviada al Congreso de la Unión, seguirían su curso normal, se equivocan rotundamente porque será utilizada por Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial de Morena y sus aliados como el Plan de Gobierno durante la campaña que se avecina.
Ante la carencia de un plan para la campaña presidencial pues le ha tocado bailar con la más fea, Sheinbaum Pardo, encontró en las iniciativas un plan estratégico para el futuro con tufo de continuidad, y ya convocó al “pueblo de México a defender” el paquete de los deseos oníricos de su presidente en funciones. Con la ilusión de que desde el “primero de septiembre del 2024 tengamos dijo la correlación distinta en el Congreso de la Unión y esas propuestas de reformas puedan ser aprobadas con una mayoría calificada”, que han considerado el Plan C de AMLO.
Aunque de antemano el residente de Palacio Nacional, AMLO, sabe que no son viables y que en lo general serán rechazadas porque los morenos y sus aliados no cuentan con la mayoría calificada como les sucedió con las reformas constitucionales en materia eléctrica y electoral; también está consciente de que serán usadas por Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia durante su campaña con carácter de plan de gobierno trazado por el jefe de la 4T.
Amén de colocar a la abanderada de Morena, PT y PVEM, en el proyecto ideológico “más acabado” como lo dijera su autor el pasado 5 de febrero durante la profusa presentación, sería como aparear las imágenes de Claudia y Andrés Manuel en la boleta electoral presidencial. Amén de injerencia del Ejecutivo Federal directamente en las elecciones más allá de la argucia del derecho a opinar cuando se le hacen críticas a su gobierno.
Desde que el presidente López las pregonó en las mañaneras, sin siquiera ofrecer elementos de las reformas, en especial las más taquilleras como el alza de salario mínimo superior a la inflación o el pago de las pensiones del ciento por ciento. Sin embargo, la Federación ha dejado de gobernar para suministrar seguridad pública a los mexicanos ante el incremento brutal de la delincuencia como del aumento de los homicidios dolosos.
Bandera emergente de Claudia
La representante de las izquierdas desde su promoción como suspirante a la candidatura de Morena por la grande, selecto club de las corcholatas destapadas exclusivamente por Andrés Manuel con el uso y abuso del método “lo que diga mi dedito”, la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, Sheinbaum, ha remado a contracorriente, desde la etapa de aplicación de las encuestas de Morena, cuando fue criticada acremente por el excanciller Marcelo Ebrard, debido al uso de recursos públicos.
Posterior a esa etapa también ha sido vapuleada incluso en la selección de la abanderada al gobierno de la Ciudad de México cuando apoyaba a Omar García Harfuch que perdió ante Clara Brugada la candidatura que desgastó a Sheinbaum Pardo por insistir en apoyar a su ex jefe de seguridad pública en la capital. Ante una posible implosión en las filas de morena debido a las decisiones erráticas, la virtual candidata, se dedicó a llamar a la “unidad morenista” con el fin de rencauzar su precampaña.
Sin embargo, el momento más crítico de la promoción de la abanderada presidencial de la alianza de las izquierdas se ha empeñado suscitó cuando la ex directora general de la agencia de Noticias (Notimex), la periodista Sanjuana Martínez, acusó a Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) de “pedir dinero” de la liquidación de los trabajadores para la campaña de Claudia Sheinbaum. Luego la exdirectora Martínez, manejó que de revelar todo lo sucedido podría caerse una candidatura.
Se podría asegurar que Claudia Sheinbaum ante los conflictos ha estado padeciendo “su vía crucis” como consecuencia de estarle sacando las castañas del fuego y cargar con el degaste de la Administración Federal que preside López Obrador por denuncias de corrupción perpetrados por diversos personajes cercanos o no del presidente incluidas promesas incumplidas como de la gravedad del problema de inseguridad en el país.
Más los errores (cometidos) por la propia abanderada siendo la jefa de gobierno en la Ciudad de México, el desastre de la línea 12 del metro durante su administración como de una serie de cuestiones, incluso, le tocó hablar por supuesta recepción de recursos del narcotráfico a la campaña de López Obrador durante la presidencial 2006 (más de 2 millones de dólares).
Entre la espada y la pared la heredera de la 4T no ha alcanzado a tomar distancia de los errores del gobierno de Andrés Manuel López, pero sigue recibiendo los efectos adversos y perversos de esa administración debido a ello no le queda otra salida que tomar el paquete de veinte iniciativas de reformas legales como plan de gobierno para su campaña porque además resultan la tentación por la multiplicación de promesas a los mexicanos.
De pensiones justas, salarios mínimos superiores a la inflación, sistema de salud de primer mundo, reforma electoral, bienestar y jóvenes construyendo el futuro con becas, atención al medio ambiente, vivienda para todos, pueblos indígenas atendidos como a los grupos afromexicanos, ferrocarril para pasajeros, sin olvidar la austeridad en las percepciones, extinción de los organismos autónomos y la atención de sectores estratégicos; o sea de todo como en botica por supuesto con mega farmacia.