Por: Jesús Solano Lira / @SolanoJess
HERENCIA
A pesar de los esfuerzos de las administraciones de cualquier partido que guste y mande, que inventan su trienio o sexenio, los servicios de salud, la educación y la seguridad siguen siendo un gran problema para los gobiernos en turno, y los rezagos históricos no han sido subsanados.
La actual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, presume importantes avances en materia de salud y educativa, pero la verdad es otra, ya saben el prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila, decía mi abuelita. Ahhh la abuela siempre sabia.
Y ahí le va, de acuerdo con reporte del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), la jefa de gobierno, Clara Brugada Molina, recibe la Ciudad de México con rezagos en salud y educación. Quiúboles no todo fue bien bonito en la pasada administración ni todos eran felices.
El documento del CEEY, es más que dramático, y señala que la transmisión de la desigualdad de oportunidades, así como las limitaciones en cuanto a cobertura, calidad y acceso efectivo al Sistema Nacional de Salud, son el principal obstáculo para la movilidad social en el ámbito de la salud que tiene la capital del país.
Si bien el nivel socioeconómico de la Ciudad de México raya en lo regular, después de la pandemia, el reporte puntualiza que “aun considerando la diversidad de facetas de la movilidad social, la Ciudad de México presenta una movilidad social elevada, tanto en salud como en educación, pero menor a la que podría esperarse comparándola con la del país y la de la región 3 centro”.
Ah, pero el CEEY da el remedio y el trapito, y ya trabaja para presentar en 2025 un análisis sobre los efectos de covid-19 en la movilidad social, gracias a los datos de su nueva encuesta ESRU-EMOVI.
Ojalá que el actual gobierno capitalino no eche en saco roto el panorama que presenta el estudio publicado por el CEEY, que es una gran oportunidad para que el actual gobierno capitalino realice acciones que permitan superar los niveles alcanzados por las otras regiones del país, en cuanto a movilidad social, tanto de educación como de salud.
Es más, el reporte analiza la movilidad social desde una perspectiva que se basa en el cambio de las condiciones socioeconómicas de las personas, es decir, en los avances o retrocesos de una generación a otra en los ámbitos de salud y educación para la CDMX.
Y surgen interrogantes. ¿Cómo es la movilidad educativa en la CDMX? El análisis del CEEY resalta que, a nivel nacional, el Índice de Educación de las personas es, en promedio, 29 % mayor que el de sus padres, mientras que en la Ciudad de México la cifra se reduce al 27 %.
Según el documento, respecto a la región centro que obtuvo 28 %, la diferencia es de un punto porcentual, mientras que la zona sur, con todo y sus marginaciones, logró un avance de 32 % y el norte occidente llegó al 30%, lo que pone en desventaja a la CDMX, con cinco y tres puntos porcentuales respectivamente.
El análisis revela que 43 % de los hijos de padres con el menor nivel de escolaridad permanecen en ese estrato; mientras que sólo el 6 % logran alcanzar un nivel más alto.
Sin embargo, el reporte del CEEY explica que los avances en escolaridad de los habitantes de la capital reducen las desigualdades educativas entre ellos, para lo cual “el indicador de movilidad igualadora sirve para conocer el avance en la reducción de la desigualdad educativa.”
El estudio del CEEY destaca que la movilidad educativa registrada en la Ciudad de México se asocia al gran predominio de la educación pública sobre la educación privada en la capital del país.
¿Y cómo está la movilidad social en salud en la CDMX? De acuerdo con el estudio publicado por el CEEY, en la Ciudad de México, prácticamente la totalidad de los hijos (99.7 %) superan a sus padres en el Índice de Salud; es decir, los hijos alcanzan una mayor proporción del máximo tiempo de vida esperado.
En promedio, los hijos en la Ciudad de México superan en un 16.81 % el logro en salud de sus padres, cercana al 16.6 % a nivel nacional. No obstante, la CDMX de nuevo se queda por debajo de los indicadores de las regiones norte occidente (17.14 %) y centro norte (17 %).
Por otra parte, se detectó que la Ciudad de México fue la entidad con la mayor transmisión de desigualdades de una generación a otra en el rubro de salud; la CDMX registró 44.1 % lo que la sitúa con más de 14 puntos porcentuales por arriba de la región sur (30.3 %) y de la región norte occidente (30.4 %), esas cifras contrastan con los discursos triunfalistas y del NO PASA…NADA.
De hecho, se destaca que regresar a los registros que se tenían previo a la pandemia, no sería lo mejor que podría ocurrirle a la CDMX, dada la baja movilidad social que presentaba entonces.