General Motors, la armadora de Guanajuato que enfrenta más riesgos por presiones de Estados Unidos: Alejandro Rangel

El dirigente del Sitimm señaló que Honda y Toyota no prevén cambios en su producción de vehículos en las armadoras que tienen en el estado.

Irapuato, Gto.- Pese a los pronósticos de bajo crecimiento económico para 2025 y el impacto de los aranceles en el sector automotriz, el panorama laboral en Guanajuato se mantiene estable, aseguró Alejandro Rangel Segovia, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Metal Mecánica (Sitimm), aunque señaló que una armadora que podría verse perjudicada por las presiones del gobierno estadounidense podría ser General Motors.

En entrevista con Organización Editorial Mexicana, el líder sindical opinó que las proyecciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional sobre un posible crecimiento de apenas 0.3% del PIB para 2025 eran válidas, aunque aclaró que estos informes representaban una “fotografía del momento” bajo condiciones estáticas. Alejandro Rangel explicó que el aumento de aranceles había generado una contracción en el consumo global y temor en las inversiones hacia México, pero confió en que la rápida adaptación de las fábricas podría equilibrar el panorama en los próximos meses.

Sobre la reciente revisión de la calificadora Fitch, que modificó su perspectiva del sector automotriz a negativa, Alejandro Rangel reafirmó su postura de cautela optimista, señalando que las armadoras estaban trabajando para aumentar el contenido regional de sus vehículos y así reducir el impacto de los aranceles.

“Estamos viendo una localización rápida de proveeduría nacional, lo que puede generar una inercia positiva”, indicó.

Respecto a los rumores sobre una posible reubicación de la producción de Honda hacia Estados Unidos, el dirigente del Sitimm aclaró que no había afectaciones en la planta de Celaya.

“Tenemos la producción de dos vehículos con demanda extraordinaria, el HR-V y el ADX, por lo que no hay traslado de producción a Estados Unidos”, afirmó.

De igual forma, detalló que Toyota continuaba operando con normalidad en Apaseo el Grande, con planes de trabajo extra debido al exceso de pedidos, lo cual era una “buena noticia” para más de veinte fábricas de autopartes vinculadas a las ensambladoras.

En cuanto al posible impacto de las políticas arancelarias impulsadas por Donald Trump, Alejandro Rangel señaló que las afectaciones serían temporales, de dos o tres meses, siempre y cuando las plantas aumentaran su nivel de integración regional. Sin embargo, advirtió que las armadoras estadounidenses como General Motors enfrentan mayores riesgos debido a la presión sindical en Estados Unidos.

“Ahí sí se prevé pérdida de empleos, porque tienen plantas espejo allá”, comentó.

Finalmente, el dirigente sindical resaltó que, aunque se preveía una disminución de producción en algunas marcas americanas, no existía un riesgo inmediato de cierre de fábricas en México, ya que procesos de traslado industrial tomarían de tres a cinco años.

“Lo que veremos es un ajuste de producción, pero no un cierre en el corto plazo”, concluyó.

Entrevista extraída del Sol de Irapuato

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