Por Fidel Ramírez Guerra / @periodistafrg
El PAN tiene de todo: políticos de un día. Unos con mayor participación en el tiempo y otros hasta que mueren. Es el político y su circunstancia. De la temporalidad de su participación dependen muchas cosas.
En octubre culminan su gestión como alcaldes Héctor López Santillana, Ricardo Ortiz y Luis Alberto Villarreal. Por estas fechas son los tres años del gobierno de Diego Sinhue y hay especulaciones sobre cambios en el gabinete.
No hay tantos lugares para tanta gente. Jesús Oviedo termina como legislador. Y así habrá otros que se suman a las peticiones de un cargo ante el gobernador.
Desde el centro del poder ya tienen sus proyecciones y al final en el resultado hay de todo: el que sigue en el presupuesto. Quien hace una pausa para después retornar y finalmente los que se van.
López Santillana trae una formación en desarrollo económico. Hay versiones de que Luis Quiroz, director del Puerto Interior, pudiera dejar el cargo. Esta posición sería una salida para HLS.
Ricardo Ortiz es de los que se van y no se van. Financieramente sólido y jefe de un pequeño grupo político. Dice que no, pero sueña con regresar a obra pública del gobierno del estado. Trae un padrinito: Juan Carlos Romero Hicks.
Luis Alberto Villareal es un guerrero. Joven aún, ha perdido una batalla pero no la guerra. Si no prospera la anulación de las elecciones en San Miguel de Allende, él ya trae un plan.
