Fenómenos astronómicos que no te puedes perder en el mes de junio

Este mes, los aficionados a la astronomía tienen un cúmulo de posibilidades para disfrutar del cielo, tanto nocturno como diurno. Los más madrugadores podrán levantarse temprano para disfrutar del planeta Venus en todo su esplendor, algo que no ocurre cada año. Los noctámbulos podrán deleitarse con las lluvias de estrellas de las Ariétidas o las Bóotidas, dos espectáculos astronómicos que podrían competir en belleza con la espectacular “luna de fresa”.

Venus es el segundo planeta en orden de proximidad al Sol, por lo que contemplarlo en todo su esplendor es una tarea difícil aun contando con un telescopio de última generación. El mejor momento del año para observar este planeta en el momento en el que se encuentra en su máxima elongación, esto es, cuando su ángulo con respecto al Sol es máximo. Esto se producirá el próximo día 1 de junio, aunque en algunos lugares podrá apreciarse desde el 31 de mayo.

Aquellos que quieran contemplarlo en todo su esplendor deberán esperar hasta antes del amanecer, justo cuando sale por el este, en el hemisferio norte, o por el noroeste, en el hemisferio sur.

El planeta tarda 584 días terrestres entre dos máximas enlongaciones, un período que se denomina sinódico, aunque este cálculo no deja de ser aproximado, pues depende de la velocidad angular relativa entre la Tierra y el planeta.

El cúmulo globular M13, situado a 25.000 años luz de la Tierra, agrupa más de 100.000 estrellas, lo que lo convierte en uno de los cúmulos estelares más visibles desde el hemisferio Norte. Tanto es así que su descubridor, Edmond Halley, estaba convencido de que este objeto celeste no contenía estrellas en su interior, sino que era una nebulosa brillante. Difícil de ver a simple vista, será perfectamente detectable usando unos binoculares a partir del 2 de junio.

Lluvia de meteoros de las ariétidas

La constelación de Aries nos trae una lluvia de meteoros distinta: las Ariétidas. En realidad se producen desde el 22 de mayo hasta el 2 de julio, aunque tienen su pico de máxima expresión el día 7 de junio, con una tasa horaria cenital máxima de 54 meteoros. Debido al momento exacto de paso de nuestro planeta, se produce generalmente durante las horas del día, por lo que es difícil captarlas. Eso sí, siempre puede disfrutarse online. En el portal Nasa Meteor de la NASA podéis seguir la evolución de la lluvia.

Luna de fresa

La Luna de Fresa 2025 se verá el miércoles 11 de junio a las 07:44 GMT; algunas alternativas para verla por internet son mediante Facebook y plataformas del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), así como de la UNAM. También puede ser por el canal de YouTube de la NASA. Todos estos sitios acostumbran a mostrar los eventos astronómicos.

Aunque el nombre puede llevar a engaño, este mes los incondicionales de los ciclos lunares tienen una nueva cita con la luna llena. La luna de fresa en realidad no es del color del fruto con el que se la identifica, aunque sí que está relacionada con este. El origen del nombre se debe a que coincide con la época de recolección del fruto en su estado silvestre, y debe su origen a los nativos americanos, que lo recogieron en el Almanaque del Agricultor, en el que se relaciona las las lunas llenas con las épocas de caza y cosecha.

En Europa, se la conoce como luna de aguamiel o de miel, algo que podría estar relacionado con la recolección de este producto apícola, y que, curiosamente, podría tener algo que ver con la idea de ‘luna de miel’, ya que según la antigua tradición, la mayoría de los enlaces matrimoniales se producían en el mes de junio.

Sea como fuere, se trata de un evento astronómico a tener en cuenta, especialmente para los amantes de la fotografía. Será visible en todo su esplendor el día 11 de junio.

Encuentro entre Marte y Régulo

El día 17 de junio quienes observen el firmamento tendrán la oportunidad de presenciar un fenómeno único: el encuentro entre Mare y la estrella Régulo, la más brillante de la constelación de Leo. La mejor manera de observar este espectáculo es dirigiendo la vista hacia esta constelación.

La nebulosa M8, conocida popularmente como La Laguna, fue descubierta en 1654 por el astrónomo Giovanni Battista Hodierna, quien, al igual que Messier, intentaba catalogar objetos nebulosos del cielo nocturno para que no fueran confundidos por cometas.

Se trata de una nube de gas interestelar situada en la constelación de Sagitario, ligeramente visible en el cielo nocturno a simple vista, pero fácilmente observable con ayuda de un telescopio, incluso con prismáticos. Aunque agosto es el mejor mes para su observación, la madrugada del día 22 de junio es un muy buen momento para contemplarla.

LA LUNA, más cerca de la tierra

El próximo 23 de junio la luna alcanzará el perigeo, esto es, su máximo acercamiento a la Tierra dentro de su órbita elíptica. Durante este período, el promedio de la distancia entre nuestro planeta y el satélite se reduce aproximadamente a unos 356.500 kilómetros, lo que contrasta con los 406.700 kilómetros que puede alcanzar durante el apogeo, el momento de máxima lejanía.

Unos días más tarde, el 30 de junio, la luna creciente y Marte ofrecerán un espectáculo inédito: serán prácticamente vecinos celestes. Si los localizas en el cielo, podrás apuntarlos con distintos dedos de tu mano. Será perfectamente observable solo con el uso de unos prismáticos.

Además, la luz reflejada desde la Tierra hace que la parte no iluminada de la luna creciente parezca brillar suavemente, algo que será perceptible después de la puesta de sol o antes del amanecer. Un buen momento para contemplar toda la magia de nuestro satélite natural.

Vía National Geographic

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