La gorila Fatou celebró el pasado 13 de abril su cumpleaños número 68, en el zoológico de Berlín, Alemania.
En 2019, Fatou fue nombrada la “gorila viva más vieja en cautiverio” por el libro Guinness de los récords, después de que su compañera gorila Trudy muriera cuando tenía 63 años. Y sigue sumando años.
Fatou llegó el zoo de Berlín en 1959, cuando se estima que tenía dos años de edad, y donde es uno de los pocos animales aún nacidos en su hábitat natural.
Aunque se desconoce la fecha exacta de su nacimiento, el zoológico celebra el cumpleaños de Fatou el 13 de abril desde hace varios años.
Fatou ya no tiene dientes debido a la vejez y generalmente solo consume verduras. Aunque en sus últimos aniversarios ha recibido algún que otro regalo culinario ‘prohibido’ pero el momento bien que lo merecía. “En su vejez, Fatou necesita alimentos muy blandos que pueda masticar bien incluso sin dientes”, ha explicado en otras ocasiones el veterinario del zoológico, el Dr. André Schüle.
Llama la atención que este animal tenga tal longevidad. Y ha impactado bastante porque el promedio de vida de un gorila es de 40 años. Ella lo ha superado en más de dos décadas.
Según cuenta la leyenda del zoo, un marinero se emborrachó en bar de Marsella (Francia), y al quedarse sin dinero para pagar la cuenta en el bar, le entregó al camarero a la pobre gorila. Posteriormente fue entregada a un comerciante de animales, antes de ser vendida al zoológico de Berlín.
Vive en un espacio especial
Fatou vive en un recinto separado de los otros cinco gorilas que habitan el zoológico de Berlín. Según detalló Schüle, esta decisión se tomó para proporcionarle un entorno tranquilo, lejos del bullicio de los ejemplares más jóvenes, cuyas edades oscilan entre los 4 y los 39 años.
“Ella tiene la paz que merece a su avanzada edad”, afirmó el veterinario, subrayando el compromiso del zoológico con el cuidado de sus animales más longevos.
En su hábitat natural, los gorilas suelen vivir entre 35 y 40 años, mientras que en cautiverio, gracias a los cuidados especializados, pueden superar ampliamente esa expectativa. Fatou es un claro ejemplo de ello, con una edad que la convierte en un caso excepcional dentro de su especie. El año pasado, la gorila se convirtió en la residente más longeva del zoológico tras el fallecimiento de Ingo, un flamenco que se encontraba en el zoológico desde 1955 y cuya edad estimada era de al menos 75 años.
Según informó el propio zoológico, en esas instalaciones además de Fatou habitan el lomo plateado Sango, de 20 años, las hembras Djambala (23), Bibi (28), Mpenzi (39) y la pequeña gorila Tilla (4).
Por qué los gorilas están en peligro de extinción
Los gorilas enfrentan una crisis de supervivencia sin precedentes. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), las dos especies principales de gorilas, el gorila occidental (Gorilla gorilla) y el gorila oriental (Gorilla beringei), están clasificadas como en peligro crítico y en peligro, respectivamente, en su Lista Roja de Especies Amenazadas.
De acuerdo con la información publicada por la organización Global Wildlife Conservation, la caza furtiva es la mayor amenaza para los gorilas, ya que son perseguidos por su carne y, en algunos casos, capturados para el comercio ilegal.
Otra amenaza significativa es la pérdida de hábitat. La expansión de la agricultura, la tala de bosques y la construcción de infraestructuras han fragmentado los ecosistemas donde habitan los gorilas. Esto no solo dificulta su acceso a alimentos y refugio, sino que también los expone a mayores riesgos de caza y enfermedades.
En este último punto, las enfermedades representan un desafío creciente. Según la IUCN, los gorilas son altamente vulnerables a enfermedades transmitidas por humanos, como el ébola. Un estudio publicado en 2006 en la revista Science reveló que esta enfermedad causó la muerte de aproximadamente 5 mil gorilas en el Congo y Gabón, con tasas de mortalidad que alcanzaron entre el 90 % y el 95 %. La transmisión zoonótica, es decir, entre humanos y animales, ha demostrado ser devastadora para estas especies.
Además, los conflictos armados en las regiones donde habitan los gorilas agravan la situación. Las tensiones políticas y sociales en países africanos como Congo, Ruanda y Uganda dificultan los esfuerzos de conservación y exponen a los gorilas a un entorno cada vez más hostil.
Fuentes: La Nación, Marca, Infobae, Guinness World Records.