Fármaco experimental contra el cáncer podría ayudar en el tratamiento de la tuberculosis

Un fármaco experimental indicado para tratar el cáncer podría ayudar a potenciar los tratamientos de tuberculosis de primera línea, así lo dieron a conocer investigadores del Johns Hopkins Medicine a través de un comunicado.

Se trata del fármaco conocido como navitoclax, y se cree que podría coadyuvar a tener terapias más efectivas y menos onerosas que reduzcan el daño pulmonar en los sobrevivientes de tuberculosis y podría prevenir la disfunción pulmonar mucho después de la finalización del tratamiento.

La disfunción pulmonar se reconoce cada vez más como enfermedad pulmonar post-tuberculosis, la cual afecta a decenas de millones de pacientes.

Una opción para reducir los costos, tiempos y complicaciones de la tuberculosis

Actualmente, los regímenes de tratamiento actuales para la tuberculosis son largos, costosos y dejan a los pacientes vulnerables a una recaída y cicatrices pulmonares. Sin embargo, esta nueva investigación muestra que agregar en una terapia dirigida por huésped tiene una promesa extraordinaria de resolver estos problemas, dijo Sanjay Jain, autor principal del estudio.

Estos hallazgos fueron financiados por los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés) y publicados el pasado 27 de marzo en la revista especializada Nature Communications.

¿Cómo fue posible saber esto?

En el trabajo, se explica que las células pulmonares infectadas por ‘Mycobacterium tuberculosis’, la bacteria que causa la tuberculosis, limitan su propagación en etapas tempranas mediante apoptosis, un proceso molecular natural y estrictamente regulado que provoca su muerte. En etapas más avanzadas, las infecciones de tuberculosis causan necrosis incontrolada, un tipo diferente de muerte celular que provoca inflamación generalizada y daño al tejido circundante.

La bacteria causante de la tuberculosis inclina la balanza en contra de la apoptosis y en favor de la necrosis, al inducir a las células huésped infectadas a producir Bcl-2, una familia de proteínas antiapoptóticas. Esta alteración de una vía molecular típicamente sana presenta ventajas significativas para ‘M. tuberculosis’, ya que promueve nichos necróticos en el pulmón que previenen los ataques del sistema inmunitario y permiten la multiplicación de las bacterias.

Aunque investigaciones anteriores han sugerido inhibir Bcl-2 como estrategia para combatir la tuberculosis, esta terapia dirigida al huésped nunca se había probado utilizando un tratamiento contra la tuberculosis en el mundo real.

Los investigadores comenzaron a tratar a ratones expuestos a M. tuberculosis con los antibióticos rifampina, isoniazida y pirilazinamida (RHZ), considerado el tratamiento estándar para la tuberculosis en todo el mundo.

Además, dieron a algunos de los ratones navitoclax, un inhibidor de Bcl-2 actualmente en ensayos clínicos para tratar el cáncer acelerando la muerte celular programada.

En comparación con los ratones que sólo recibieron RHZ, aquellos que también recibieron navitoclax tuvieron una reducción del 40% en las lesiones necróticas en sus pulmones, y la infección era menos probable que se extendiera a otros órganos como el bazo durante cuatro semanas de tratamiento. Además, ayudó a reducir la carga bacteriana 16 veces más eficazmente.

Tuberculosis es de nuevo la principal causa de muerte a nivel mundial

La tuberculosis es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis y es una enfermedad totalmente prevenible y tratable. No obstante, los expertos aseguran que se ha convertido, de nuevo, en la principal causa de muerte a nivel mundial, con un estimado de 1,25 millones de muertes y 10,8 millones de nuevos casos en 2023, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cientos de miles de estas infecciones son resistentes a los tratamientos antibióticos estándar de oro, lo que complica la recuperación de los pacientes.

Fuentes: UNO TV, Infobae.

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