La mañana de este viernes murió Beatriz Barba a los 92 años, la primera mujer graduada como arqueóloga en México, fundadora de la Academia Mexicana de Ciencias Antropológicas y prolífica maestra que abrió camino a las mujeres en este tipo de profesiones.
A través de un mensaje en Twitter, el antropólogo lamentó el deceso e indicó que todos “sus compañeros del INAH le lloramos y mandamos un saludo amoroso a sus hij@s, niet@s, familiares y amig@s”.
El deceso de Beatriz Barba también fue lamentado por Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, quien destacó que fue la fundadora de la Academia Mexicana de Ciencias Antropológicas: “Prolífica y generosa maestra de muchas generaciones, fue columna de las instituciones en las que participó”.
A lo largo de su prolífica trayectoria, destacó por más de 60 años en la docencia, la investigación, la antropología, la arqueología, la museografía y la etnología.
Originaria de Jalisco, Beatriz Barba, una mujer que siendo profesora normalista decidió desafiar las reglas sociales de la década de 1950 y las normas conservadoras de su familia, para ponerse pantalones, salir a campo acompañada de hombres y convertirse en la primera mujer en conseguir un título de arqueóloga. Como no había pantalones para dama, ella misma arreglaba las tallas de niño, y los ajustaba para que le quedaran.
Profesora normalista egresada en 1954 de la Escuela Nacional de Maestros, en 1957 ingresó en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) entusiasmada con la idea de estudiar y conocer el cuerpo humano, con lo cual podría ayudar a sus alumnos de primaria, que sufrían de la columna vertebral los efectos causados por el mobiliario inadecuado. Ese fue el tema de su tesis.
Se convirtió en la primera arqueóloga (en 1956) y etnóloga (en 1960) por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y maestra (1982) y doctora (1984) en ciencias antropológicas por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Participó en las excavaciones arqueológicas en Tlapacoya, en Tlatilco, Edomex., y en el Valle de Guadalupe, Jalisco; investigó las clases sociales en el entonces Distrito Federal (ahora Ciudad de México); participó en la planeación del Museo Nacional de Antropología, cuya sala de introducción fue diseñada por ella. En 1965 fundó y fue subdirectora del Museo de las Culturas Populares. Investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en 1986 estudiaba la problemática socioeconómica del pensamiento mágico en México. Se dedicó a la organización de la biblioteca de Román Piña Chan.
En 2019 recibió un sentido homenaje, a días de cumplir 91 años de edad, que sirvió como marco para festejarla y conmemorarla. El reconocimiento fue organizado por la Academia Mexicana de Ciencias Antropológicas (AMCA) —la cual fundó Barba, en 2003— y el INAH, en el marco del Año Internacional de las Lenguas Indígenas y el 80 aniversario de la institución.
Con información de: El Universal, Aristegui Noticias y Infobae.