Por: Héctor Andrade Chacón / @hectorandrade70
Con temas variopintos en el ámbito electoral, hay un asunto más peliagudo que debe preocupar a los gobernantes, a los partidos políticos y de sobremanera a la sociedad: la sequía.
Tendremos una primavera y un verano muy calientes y con abasto de agua en descenso. Los tandeos se ampliarán como medida de contención y la gente sufrirá entrega de agua potable de forma esporádica en varios municipios, lo cual generará mayores tensiones sociales y hasta problemas de salud pública. No hay vuelta de hoja. Pero parece que eso no lo tienen contemplado quienes están metidos de lleno en los procesos electorales. Un dolor de cabeza que se le viene a quien gobierna.
En la Ciudad de México, por ejemplo, Morena entrará en crisis en la medida de que se agote el abasto del sistema Cutzamala. Y se prevé que ello sea entre abril y mayo. Habrá amplia molestia social en la capital del país y eso puede lastimar la campaña de Claudia Sheinbaum y de la candidata morenista a la Jefatura de Gobierno, Claudia Brugada. El gobierno federal destinó recursos a un aeropuerto que no es usado, una refinería que no produce gasolinas y un tren maya inacabado, no a garantizar el abasto de agua a las metrópolis y mucho menos a prever qué hacer ante la sequía y el cambio climático.
Ayer, para dolor de los leoneses, pero también de los guanajuatenses, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAL), anunció que posiblemente en marzo la Presa del Palote, icónico vaso lacustre de la urbe más grande de Guanajuato, espejo del Parque Metropolitano, será sólo un campo terroso. Se secará en su totalidad, algo que sólo ha sucedido tres veces antes, de acuerdo con Enrique de Haro, director general de la paramunicipal.
Con esto, se mantendrá el tandeo a 97 colonias que recibían agua de la presa, tandeo que ya tiene varios meses, mientras que se prevé el aumento de colonias afectadas con la medida y la irrupción emergente de dos nuevos pozos que tratarán de ayudar a compensar el desabasto.
También se prevén tandeos ya en otros municipios. El gobernador Diego Sinhue ha indicado que se trabaja en un plan de contingencia, según sus palabras tomadas en noviembre del año pasado, sin que se sepa bien a bien un diagnóstico estatal del abasto del vital líquido, qué escenarios se prevén y qué medidas en concreto se asumirán y en dónde.
Paralelo flota el fantasma de la asfixia que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su inquina política por no poder ganar jamás en Guanajuato, al quitarle al estado su derecho, establecido legalmente, de recibir agua desde el proyecto El Zapotillo y luego ratificado con el olvido de un plan secundario ante la medida, dotando de recursos a otros planes in extremis a aliados políticos, como lo ha sido Samuel García, en los últimos dos años, en Nuevo León, aspirinas de todos modos en aquellas latitudes.
La cosa es que más allá de lo que haga o no haga AMLO y su partido Morena, enfrascados en tratar de ganar Guanajuato a costa, en este caso verificable, del sacrificio de la población por el tema del agua, que además llevará años reponer lo perdido en El Zapotillo, bueno sería saber cómo enfrentará Diego Sinhue Rodríguez Vallejo lo que hoy se vive y cómo ofertará el PAN una respuesta propia en la entidad, más allá de la esperanza de que gane la oposición la Federación o se intente una negociación con Claudia Sheinbaum si mantiene a Morena en el poder federal.
Ya están circulando las invitaciones para el último informe de gobierno de Diego Sinhue. Los guanajuatenses esperan que de perspectivas claras de lo que se tiene con el agua y lo que viene, entre los múltiples adeudos que deja en su paso por la administración pública estatal, como lo es la seguridad pública y la incontenible violencia o una economía que nomás no levanta en cuanto a crecimiento.
Sin medidas concretas, dejará a Libia Dennise García Muñoz Ledo, candidata a la gubernatura, un grave problema a discernir en las campañas. Porque si bien el tema del agua pasa por el orden federal, sin respuesta en Palacio Nacional, algo se debe hacer en la tierra seca, donde la producción agrícola decae y la sed hará estragos en las urbes.
¿Se imaginan los políticos cómo sacar votos en las micro casas de interés social que fomentó la Ley Vilches, donde hay familias hacinadas, con alteraciones de conducta por ello y sin agua suficiente para sus necesidades más elementales?
Ayer, en el orden internacional, se ha informado que llevamos 8 meses consecutivos rompiendo marcas sobre calor. Los más cálidos en la historia del clima que se hayan registrado científicamente y las noticias de sequía en varias naciones son abrumadoras. El propio Amazonas se seca. En el orden nacional, las lluvias registradas durante el primer mes de 2024 estuvieron por debajo del promedio histórico, refieren los registros.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), “el 23.79 por ciento del territorio nacional está libre de afectaciones por la falta de precipitaciones, mientras que el 76.21por ciento del país (Guanajuato está en este apartado) resiente los impactos de la sequía, lo que representa la situación más grave en al menos los últimos 12 años”.
Los números no dejan duda: el 15.76 por ciento del territorio nacional se encuentra anormalmente seco, el 14.37 por ciento enfrenta sequía moderada, el 17.10 por ciento sufre sequía severa, el 19.79 por ciento experimenta sequía extrema y el 9.19 por ciento está en una situación de sequía excepcional. Hay una crisis y se necesitan respuestas políticas de orden federal, estatal y municipales.
El próximo 15 de febrero, el Congreso del Estado de Guanajuato reanudará sus sesiones ordinarias, pues entrará en el último periodo ordinario de la 65 Legislatura, donde muchos de sus actuales integrantes estarán poniendo su atención en sus campañas de reelección o buscando nuevos cargos.
Pero, tienen un problemón en las manos, como representantes populares. Los conflictos sociales derivados de la sequía se vienen encima. Si van al supermercado, verán cómo han aumentado los precios de los alimentos. Se prevé que en este 2024 la escasez de alimentos sea mucha, pues no hubo producción suficiente por la sequía de 2023 de granos y eso se reflejará en los anaqueles y en los bolsillos de las personas. Para 2025 el problema persistirá.
Los campesinos, en las próximas semanas, demandarán de su atención. En las urbes la gente sin agua en sus casas estará molesta.
La Junta de Gobierno del Congreso Local, que preside Luis Ernesto Ayala, debe poner atención en este grave tema.
Atendiendo la historia, sociedades han colapsado cuando no hay agua. Bien vale la pena atenderlo, más allá de ver lo inmediato, lo electoral, donde también pueden recibir sorpresas los candidatos.
José Luis Manrique ya está en Morena ¿Y su esposa?
Ayer, José Luis Manrique fue recibido con los brazos abiertos en Morena. Como se tenía previsto. Incluso Jesús Ramírez Garibay, secretario general del morenismo estatal, le deslizó que ese salto debió hacerlo seis años antes.
La cosa es que en el panismo gobernante y tras las declaraciones que hizo Manrique Hernández hasta contra Alejandra Gutiérrez, alcaldesa de León, ya voltearon a ver al Instituto Cultural de León (ICL), donde labora la esposa de José Luis Manrique: Lisette Ahedo Espinosa, directora de la dependencia, llegada al cargo apenas en enero de 2023.
Con la Feria Nacional del Libro por delante, no se sabe bien a bien en qué momento la esposa del exfuncionario podría ser llamada a dejar el presupuesto municipal, pues ahora que el exsubsecretario estatal pasa a la órbita morenista, la confianza se acabó en la Casa Municipal de León.
Lisette Aedo, está sufriendo la misma circunstancia que hace casi 12 años, cuando fue despedida de una dirección cultural en el municipio leonés, por Bárbara Botello, precisamente por ser esposa de Manrique Hernández, quien había sido exsecretario de Ayuntamiento de su predecesor, el entonces panista, Ricardo Sheffield Padilla.
Sebastián Serra, entonces director del Instituto Cultural de León, indicó que el despido de Lisette Aedo fue porque “causaba ruido” su matrimonio con Manrique Hernández, por lo que debió abandonar la Dirección para el Desarrollo de las Artes. Y echó la culpa al Consejo Consultivo del ICL, no a quien realmente era la responsable administrativa de su expulsión de la administración municipal: Bárbara Botello, la actual candidata de Morena a la Presidencia Municipal de León. Vueltas de la vida.
Tomada de Paralelo X.