El ocaso de un líder charro

Por: Héctor Andrade Chacón / @hectorandrade70

Por más de un cuarto de siglo, Víctor Jiménez Ramírez, ha ejercido el monopolio del poder al interior de la Asociación Sindical de Trabajadores Administrativos de la Universidad de Guanajuato (ASTAUG). Siempre, de una forma u otra, se las ingenió para tener en sus manos la secretaría general del organismo y, con ello, grandes sumas de dinero que las autoridades de la casa de estudios le prodigaban “al sindicato” para llevar las cosas en paz, la cooptación pues.

Líder del ASTAUG desde 1997, hace ya 27 años, cobijado ahí por el entonces rector Juan Carlos Romero Hicks, quien le dio cuerda por varios años a decir de sus críticos, Víctor Jiménez, hasta el mes pasado, se aprestaba para una reelección más; quería llegar a sus tres décadas como mandamás sindical. Pero algo pasó en el camino y este fin de semana anunció en la red social de Facebook, eso sí, muy discreto, que no iría más por la secretaría general. Se salía del juego y advertía a sus seguidores que “vienen tiempos difíciles”, a modo muy apocalíptico, muy revelador.

Su anunció de no participar en la elección del nuevo Comité Ejecutivo para el período 2024-2027 de la ASTAUG, contrasta con sus dichos de finales de agosto pasado, donde indicaba a varios medios de comunicación que iba por otra reelección, se dijo seguro de tener el apoyo de los agremiados, pues “ha gestionado apoyos extraordinarios y ha atendido las exigencias del personal”, pero también se dio el lujo de responsabilizar al expresidente Andrés Manuel López Obrador de lo que no logró para sus agremiados, pues le acusó de haber disminuido los recursos para las universidades.

Eran los momentos de los cálculos para retener el poder sindical, pues se avecinaba la elección de la ASTAUG, prevista para noviembre próximo. Sin embargo, no pudo cruzar una aduana fundamental en la ruta, retener una de las arcas a su disposición-

A principios de septiembre fue derrotado en el control del Patronato del ASTAUG. En una cerrada elección, que pretendió no reconocer, su planilla cayó ante la presidida por Carmen Arenas Flores, a quien el comité patronal saliente, donde estaba Jiménez Ramírez, todo el mes se negó a entregar las cuentas y control del ente. El Patronato, recibe dinero por parte de la Universidad de Guanajuato y administra los activos del sindicato, entre ellos salón de fiestas, un área de hotel y pensiones en el estacionamiento del llamado Fraccionamiento del Bosque en Guanajuato Capital. Es la caja chica del sindicato.

Ma. Del Carmen Arenas Flores, le conocía las mañas. Ella fue integrante de uno de los comités ejecutivos que presidió Víctor Jiménez en su larga carrera como líder sindical. Fue su secretaria del Trabajo. Ahora se le opuso.

Víctor Jiménez se dio cuenta en esta elección que había perdido los hilos. Perdió la votación y luego no fue avalado en su intento de no reconocer el triunfo de Arena Flores por la rectora general de la Universidad de Guanajuato, Claudia Susana Gómez López, quien fue designada en el cargo el 27 de septiembre de 2023. Se quedaba solo. Su padrino de toda la vida, Juan Carlos Romero Hicks, ahora diputado panista en el Congreso del Estado, tampoco pudo darle hálitos para seguir adelante. El legislador parece estar más enfocado en hacerse el outsider del Grupo Parlamentario del PAN, lejos de las indicaciones del pastor Jorge Espadas.

En el ocaso, se apresta a entregar los trastos. Se enfocará a tratar de tapar todas las evidencias de las tropelías y malos manejos del sindicato, acusan sus adversarios.

Entre quienes buscan sucederle ya levantó por tercera vez consecutiva la mano la hasta ahora “eterna perdedora”, Áurea Patricia Vázquez Virgen, aunque no necesariamente será la única que pueda disputar el espacio que deja Jiménez, quien buscará coronar a uno de sus alfiles.

Dura será la despedida del poder para Víctor Jiménez, a quienes se le vienen encima auditorías si un grupo contrario toma el mando sindical. Es el adiós del hombre que en 1979 llegó a la UG como intendente y escaló a líder sindical, dador de muchas plazas y beneficios irregulares a familiares suyos en la Colmena Legendaria, un sillón en ISSEG y una dirección general en la universidad con un muy jugoso salario mensual. No se diga de la pensión que le espera.

La rectora general, Claudia Susana Gómez López, quien hoy estará en la Renovación del Fuego Simbólico en la Alhóndiga de Granaditas, tiene la oportunidad de oxigenar la vida sindical de la UG y de hacer las cuentas claras sobre los recursos que ha tenido en sus manos el líder charro.

La violencia amenaza

Tras los atentados con coches bomba en Acámbaro y Jerécuaro, la violencia no ha cesado en la entidad. Las primeras reuniones de alto nivel para encarar la crisis se enfocaron en mostrarse el apoyo a los alcaldes de la región afectada por este tipo de violencia y un mensaje general al resto de que había que estar atentos.

Sin embargo, parece ser que, al secretario de Seguridad y Paz de la entidad, Juan Mauro González Martínez, se le pasó por alto el coordinar tareas específicas de refuerzo en varios de los municipios que no están dentro de la zona de los ataques, pero que pueden ser apetecibles para la criminalidad que busca hacerse notar. Estamos en plenas festividades de muertos y varios municipios se han afanado en atraer el mayor número posible de turistas y hacer de sus ciudades polos que destaquen en la oferta de destinos de temporada. Eso sin contar que se avecina el Festival Internacional del Globo en León, que hoy estará promoviendo en la Ciudad de México la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo.

En algunas Presidencias Municipales se indicó que no hubo mayor acercamiento del secretario para reforzar la seguridad ante las fiestas, donde se estarán concentrando miles de personas y que sería bueno no dejar de lado el tema, creen que hace falta más refuerzo de colaboración. Guanajuato, San Miguel de Allende, Silao, Irapuato, León, son ciudades que tendrán muchas actividades en sitios públicos y las policías locales agradecerían más refuerzos.

En San Miguel de Allende, por ejemplo, el presidente municipal, Mauricio Trejo, a quien le saltó una masacre en un Anexo clandestino, le preocupa que no haya una eficaz coordinación estatal y soluciones administrativas para estos sitios irregulares, donde si bien se trata de ayudar a adictos, no dejan de ser blanco del crimen organizado. Publicó en sus redes sociales: “Anexos clandestinos, bombas de tiempo que ya están detonando”.

La coordinación entre órdenes de gobierno debe ahondarse y superar la inmediatez del evento, aseguran en los municipios, donde siempre resienten y pagan los platos rotos.

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