Por: Héctor Andrade Chacón / @hectorandrade70
El acto masivo de arranque de campaña implementado (…) por Samantha Smith Gutiérrez, candidata a la Presidencia Municipal de Guanajuato por la coalición Fuerza y Corazón por Guanajuato que conforman el PAN, el PRI y el PRD, ante miles de cuevanenses en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, marca en la contienda el sino de lo que veremos en los próximos dos meses, frente a lo mostrado por el candidato de Morena, Jorge Antonio Rodríguez Medrano, quien de forma desorganizada, con apenas dos centenares de acompañantes y la estridencia de la queja sin propuestas articuladas, afirmó la percepción de la improvisación y una oscura red de intereses al interior del morenismo que desplazó a cartas mejor posicionadas y de mayor calidad política como eran Roberto Loya (hoy aliado de Libia Dennise García Muñoz Ledo y por ende de la propia Samantha, como se hizo evidente ayer) o la propia Paloma Robles Lacayo.
Rodríguez Medrano, en este lance, preso de sus profundas limitaciones y alfil de quienes le dieron la candidatura, ha comenzado su ruta electoral desde la violencia política en razón de género, al lanzar sus puyas contra la candidata de la coalición, pues enmarca su postulación como una mera extensión de quien es hoy el alcalde, Alejandro Navarro Saldaña, esposo de Samanta Smith, por lo que cree que ella será una mera continuidad de lo que hoy priva en la Presidencia Municipal. Está muy equivocado.
En realidad, hay profundas diferencias entre la candidata y el alcalde. Si bien, dado el establishment al interior del panismo, se ha dado mayores oportunidades electorales a Navarro Saldaña, la carrera política de Samantha Smith es más larga y de mayor profundidad social. De hecho, podría afirmarse, sin temor a la equivocación, que es ella quien ha sido la activadora, dado su trabajo político y comunitario, la que ha sentado las bases para el éxito electoral de su esposo.
Como arquitecta sabe que todo proyecto político necesita, como en una edificación, de una plataforma base con cimientos arraigados; y en ello se ha enfocado por años. Y, muchas de las veces, dada una preparación política más intensa a la de su marido, no ha estado de acuerdo con lo hecho en la Presidencia Municipal, por lo que, ahora que le toca el turno de ser ella la protagonista principal, según se sabe en su círculo cercano, prepara un gobierno municipal diferente. Con cambios de fondo y nuevos personajes en lo que será la futura administración, de ganar la elección. Alejandro Navarro tuvo su momento y en el próximo trienio no tendrá posibilidad de meter mano. Samantha ejercerá sus capacidades y actuará, como siempre lo ha hecho ante su esposo, con independencia política.
No se puede soslayar que el esfuerzo de ambos ha implicado colaboración y propósitos comunes, pero eso no obsta para percepciones y propuestas diferentes. Nieta de un migrante e hija de un empresario y activista, Smith Gutiérrez, representa una historia política muy diferente a la de Alejandro Navarro. Negarle esta condición, bajo la simplicidad de presentarla desde la propaganda de Jorge Antonio Rodríguez Medrano como una mera extensión del actual alcalde, resulta no sólo un agravio a Samantha Smith, sino a todas las mujeres cuevanenses y de todos lados.
Samantha Smith, debe observarse desde su deslinde de la carrera política de su esposo. Ella tiene sus propios méritos y su propia visión política sobre lo que desea para Guanajuato Capital. Es el momento de Samantha y ella misma lo afirma: habrá cambios en el gobierno municipal y en la forma de ejercer el poder.
Fragmento tomado de la columna: Ethos Político. El momento de Samantha.
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