Cuando somos niñas todas soñamos con una casita de juegos y la reina Isabel II no fue la excepción. De acuerdo con un archivo fotográfico, en 1932 cuando la monarca cumplió seis años recibió una casa de su tamaño para jugar.
Edmund Willmott, fue el arquitecto encargado de la construcción de este “pequeño” detalle para quien se convertiría en la reina de Inglaterra, tan solo 20 años después, de aquel cumpleaños inolvidable.
La casa de muñecas cuenta hasta la fecha con una cocina funcional, sala de estar, un dormitorio y un cuarto de baño, por lo que el mini palacio de la reina es completamente habitable. Se dice que la construcción y la estructura de este palacio está inspirada en la casita que pertenecía a Wendy, el personaje de ficción del cuento Peter Pan.
Otra historia es que, al ser transportada para colocarla en el lugar que pasaría el resto de sus años, se incendió. Por fortuna, el desperfecto se pudo reparar antes del cumpleaños de la monarca.
La preciosa casa de muñecas de la Reina Isabel se convirtió en un gran tesoro familiar y fue colocada en Windsor, en un terreno que era propiedad de sus padres, el rey Jorge VI y la reina madre. En la actualidad esta propiedad pertenece al príncipe Andrés, padre de las princesas Beatriz y Eugenia de York.
Tomado de: Admagazine y Travelandleisure.