El ajolote era ofrecido como alimento a emperadores de la cultura azteca, y ahora se le celebra como uno de los animales más emblemáticos de la Ciudad de México.
Desde 2018 se conmemora el Día Nacional del Ajolote el 1 de febrero, esto a decisión del Senado de la República tras la publicación de un artículo científico en el que se enaltecieron las características del animal originario de la Ciudad de México.
El ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum) es un anfibio con características peculiares que ha tenido gran influencia en la cultura mexicana desde la época de la civilización azteca. Es una salamandra, perteneciente al orden caudata y a la familia ambystomatidae.
Los ajolotes son una especie de anfibios endémicos de México, son capaces de regenerar músculos, huesos y nervios. Algunos científicos han mostrado interés en la forma de regeneración de los ajolotes, y entender su proceso de regeneración podría ayudar a comprender el proceso curativo de una herida.
“Es uno de sus principales dones (del ajolote), ellos pueden regenerar desde partes de las patitas, de la cola, hasta incluso partes del cerebro, del corazón. Se está estudiando por muchos países y muchas instituciones este poder que tiene para poderse utilizar en humanos, en otra aplicación”, compartió Viridiana Saldaña, bióloga de la Corena.
Entrevistada por De Pisa y Corre, en los canales de Xochimilco, la bióloga compartió que los ajolotes son una parte del entorno nacional, pero son reconocidos a nivel mundial. Existen poblaciones de ajolotes en Alemania, Japón, Estados Unidos e Inglaterra.
Desde 1975 el ajolote fue incluido en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), para regular su comercio internacional. Actualmente, ante el riesgo en que se encuentran las poblaciones de ajolote.
En la actualidad el ajolote se encuentra en peligro de extinción ya que las condiciones de los canales de Xochimilco, de dónde es endémico, son adversas por la contaminación del agua y el crecimiento urbano.
La historia del ajolote, se remonta a los dioses mexicas.
“La leyenda cuenta que había un momento en que el quinto sol no caminaba, entonces idearon que los dioses se tenían que sacrificar para poder echar a andar el quinto sol. A todos los dioses les tocaba pasar para morir, para sacrificarse, pero el dios Xolotl no quería morir”, contó.
El dios Xolotl se convirtió en un maíz de dos cañas y se escondió en una milpa para escapar, pero fue hallado, por lo que se transformó en un maguey de dos pencas, al ser nuevamente encontrado decidió echarse a un canal y ahí se convirtió en axolotl.
En algunos lugares de Xochimilco, como el ajolotario ubicado en Nativitas, se dedican a criarlos y así contribuir a su preservación. El costo de la entrada a este santuario es de 35 pesos.
La Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre Atlahuilco se dedica a cuidarlos, actualmente cuentan con 48 ejemplares en más de 5 años de trabajo.
En entrevista, Landi Orozco, propietaria de la Unidad compartió que pese a que los ajolotes son considerados carnívoros estrictos, se les da una dieta variada.
En México tiene un lugar tan especial que incluso ha llegado al billete de 50 pesos, que en internet se ha llegado a cotizar hasta en 50 mil pesos debido a su belleza.
Vía: Excelsior, El Sol de Zacatecas y El Financiero.