Las semillas de girasol son ampliamente reconocidas por su elevado perfil nutricional gracias al cual se le atribuyen muchos beneficios que ayudan a prevenir el desarrollo de diversas enfermedades.
Y es que entre sus nutrientes se encuentra grasas saludables, proteínas, fibra, vitaminas (especialmente la vitamina E y del complejo B) y minerales como magnesio, selenio y fósforo.
Es así que estas semillas brindan beneficios potenciales para la salud, como el apoyo a la salud cardiovascular, la función inmunológica y la mejora del sistema digestivo y muchos otros de los cuales te contamos a continuación.
Origen de la semilla de girasol
Son las semillas de la planta de la familia de las Asteráceas, y de la especie Helianthus annuus L.
Las semillas se encuentran en el centro de la flor, el girasol, y tienen una cubierta generalmente obscura con rayas blancas a lo largo.
También se les llaman pipas, maravillas o maíz de teja.
La planta de girasol es nativa de América y se sabe que se domesticó primero en México al menos 2,600 A.C.
Para los aztecas y otomíes, el girasol representaba a la deidad del sol.
Después de llevarse a Europa, su mayor comercialización se dio en Rusia.
Hoy en día, el país con mayor producción es Ucrania, seguido de Rusia y Argentina en tercer lugar.
En México, el girasol se siembra de manera asociada al maíz, frijol y calabaza, es decir, que frecuentemente forma parte de la milpa.
Es reconocido el atole de semillas de girasol en México.
Se produce principalmente en la región de la Huasteca, abarcando los estados de San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas.
Actualmente, gran parte del cultivo de la semilla de girasol se destina a fabricar aceite de girasol.
Propiedades curativas de las semillas de girasol:
Las semillas de girasol tienen propiedades nutritivas que pueden ser beneficiosas para la salud y entre sus propiedades más destacadas se encuentran las siguientes:
- Ricas en nutrientes esenciales: Contienen vitamina E, que actúa como antioxidante y ayuda a combatir el estrés oxidativo, protegiendo las células del cuerpo. Aportan vitaminas del complejo B, fundamentales para la función del sistema nervioso y el metabolismo.
- Ayudan a combatir y prevenir osteoporosis: Poseen minerales como magnesio, fósforo, hierro, zinc y selenio, esenciales para la salud ósea, muscular y del sistema inmunológico.
- Previenen ataques al corazón: Su aporte de grasas saludables, como ácidos grasos insaturados (incluidos omega-6), puede ayudar a reducir los niveles de colesterol “malo” (LDL), lo que beneficia al corazón. El magnesio y el potasio en las semillas apoyan el control de la presión arterial.
- Favorecen la salud de la piel: La vitamina E ayuda a mantener una piel saludable y a prevenir los daños ocasionados por los radicales libres.
- Previenen enfermedades de tipo inflamatorio: Contienen compuestos como los fitoesteroles y selenio, que pueden ayudar a reducir la inflamación en el organismo, lo cual previene la aparición de enfermedades de tipo inflamatorio como la artritis.
- Apoyo al sistema digestivo: Su alto contenido de fibra ayuda a mejorar el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento.
- Ayudan a combatir la depresión: Poseen triptófano, un aminoácido que contribuye a la producción de serotonina, favoreciendo la sensación de bienestar.
¿Cómo se pueden consumir?
Para consumir semillas de girasol y obtener sus beneficios se pueden añadir a ensaladas, yogures, panes o consumirse directamente como snack natural.
Es importante moderar el consumo debido a su densidad calórica, especialmente si están saladas o procesadas.
Consumir entre 20 y 30 gramos diarios de semillas de calabaza (aproximadamente un puñado, equivalente a 2-3 cucharadas soperas) es considerado saludable para la mayoría de las personas como parte de una dieta equilibrada.
Esta cantidad proporciona una buena dosis de nutrientes como grasas saludables, proteínas, fibra, hierro, magnesio, zinc y antioxidantes.
Fuentes: Infobae, El Poder del Consumidor. Gráfico: Bien comer
