Por: Fran Navarro, Historiador y experto en documentación
Para muchos de nosotros, las bibliotecas son una especie de templos para el conocimiento, el sosiego y el disfrute de la lectura. Sin embargo, estos espacios no han sido siempre tal y como los conocemos hoy. La historia del libro y la evolución de las bibliotecas van de la mano, insertas en el largo proceso históricos de la transmisión del conocimiento humano a través de la palabra escrita. ¿Desde cuándo se acumulan documentos en un mismo lugar? ¿Cuál fue la primera biblioteca del mundo? ¿Cuál es la más antigua de todas las que continúan activas hoy día?
Los sumerios, pioneros de todo
No podía ser otra cultura la que diera inicio a este repaso por las bibliotecas más antiguas del mundo. Los sumerios fueron los primeros en levantar una ciudad, los primeros en generar una estructura social verdaderamente urbana, los primeros en escribir con un objetivo administrativo y, claro está, los primeros en crear una biblioteca con estos documentos. Los arqueólogos Paolo Matthiae y Giovanni Pettinato descubrieron en la actual Siria un conjunto de tablillas de arcilla escritas en cuneiforme que formaban un conjunto de 1800 ejemplares reunidos en el archivo del palacio de la antigua ciudad de Ebla.
Hablamos de documentos con más de 4000 años de antigüedad, pues algunas tablillas fueron datadas hacia el 2500 a. C. Más reciente, pero de mayor entidad fue la biblioteca descubierta en las ruinas de Nínive, la capital de Asiria que gozó de un gran esplendor en el siglo VII a. C. En el palacio de Asurbanipal, último gran rey de Asiria, se descubrió una biblioteca con más de 20 000 tablillas de arcilla que contenían obras de temas tan diversos como gramática, listas oficiales de reyes y ciudades, ciencias, arte, historia y literatura. Entre las obras más destacadas encontradas en este conjunto está el Poema de Gilgamesh.
Con todo, aunque podemos tomar estos casos como las primeras bibliotecas de la humanidad y entender el concepto, si somos rigurosos habría que retrasar el origen de las bibliotecas unos siglos, pues según el diccionario de la RAE, una “biblioteca” es el “lugar donde se tiene considerable número de libros ordenados para la lectura”. Y las tablillas no son libros, sino sus antecesoras.
La biblioteca de Alejandría
El libro como tal nació en formato rollo de papiro hacia el siglo VI a. C. Las ciudades más importantes de la Antigüedad se afanaron en tener su propia biblioteca y convertirse en un reclamo para todos los eruditos del momento. Éfeso, Atenas, Constantinopla o Pérgamo son algunos ejemplos de bibliotecas antiguas que ganaron cierta entidad. Pero ninguna es comparable con la mayor biblioteca del mundo antiguo (y una de las mayores de la historia): la biblioteca de Alejandría. Fundada por la dinastía de los Ptolomeo en el siglo III a. C. llegó a albergar más de 700 000 rollos de papiro. El proyecto tenía por objetivo acumular en sus anaqueles todos los libros del mundo al precio que fuera.
“Se cuenta que Ptolomeo III pagó una enorme fianza a los atenienses para recibir en préstamo los originales de las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides para poder copiarlas y tenerlas en su catálogo. Finalmente, el soberano egipcio se quedó los originales y envió a Atenas las copias, perdiendo la enorme fianza”.
Por desgracia, esta institución no sobrevivió. Entre destrucciones, reconstrucciones y la decadencia intelectual de Alejandría, las últimas informaciones acerca de la biblioteca las tenemos en el siglo IV.
La biblioteca más antigua en uso
Muchos medios coinciden en identificar la biblioteca al-Qarawiyyin como la más antigua del mundo que siga en uso en la actualidad. Situada en la ciudad de Fez, en Marruecos, forma parte de un complejo construido en el año 859 por Fátima Al-Fihri, una mujer culta que heredó una gran fortuna de su padre, un comerciante de nombre Muhammad Al-Fihri. De ser así, estaríamos hablando de una biblioteca que lleva más de 1100 años en activo, exceptuando períodos de reconstrucción, el más reciente tuvo lugar en pleno siglo XXI. En 2017 se reabrió al público, lo cual es un éxito para la cultura, pues esta biblioteca ha tenido muchas restricciones a los interesados en sus obras a lo largo de su historia.
Sin embargo, Javier Albarrán, experto en historia de al-Ándalus de la Universidad Autónoma de Madrid, afirma que no tenemos pruebas de la existencia de una biblioteca en el complejo levantando por Fátima Al-Fihri en el siglo IX:
“Tendremos que esperar a la época meriní (1244-1465) para ver a Fez transformada en una auténtica ciudad del saber y a al-Qarawiyyīn en un centro de enseñanza regulada que podría, por tanto, albergar una biblioteca. […] La [biblioteca] más antigua que conocemos fue fundada en el año 1271 por el sultán Abū Ya‘qūb y se conoce como al-Ṣaffārīn”.
Por tanto, de retrasar tanto la existencia de la biblioteca en Marruecos, estaría prácticamente empatada en este particular récord con la biblioteca que Alfonso X el Sabio fundó en la Universidad de Salamanca en 1254.
Referencias:
- Albarrán, J. 2019. Al-Qarawiyyīn: historia de una biblioteca en Fez. alandalusylahistoria.com.
- Cartwright, M. 2019. Las bibliotecas de la antigüedad. worldhistory.org.
- Pedraza Gracia, M. J., Clemente San Román, Y., De los Reyes Gómez, F. 2003. El libro antiguo. Síntesis.
Con información y grafíco de Muy Interesante.