Las flores han sido muy utilizadas tanto para la ornamentación como para la medicina natural, pero también para la alimentación, ya que existen muchas variedades de flores comestibles con varios beneficios para la salud.
Aunque es una realidad que pasa desapercibida, probablemente todas las personas han comido flores en más de una ocasión, pues alimentos comunes que forman parte de la dieta cotidiana como el brócoli, la coliflor y la alcachofa los son, sin embargo, más allá de estas variedades conocidas, existe un vasto universo de flores comestibles que pueden integrarse en la cocina con propósitos diversos.
Estos ingredientes han sido utilizados desde tiempos antiguos en múltiples culturas del mundo, según el recetario La Cocina de las Flores, publicado por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), las flores cumplen funciones muy variadas: algunas se comen, otras decoran, unas se emplean en remedios tradicionales y muchas tienen un significado ritual o simbólico profundamente arraigado en la cosmovisión de los pueblos originarios.
Cualquiera que sea su función específica, el incorporar flores a la cocina ofrece una amplia gama de posibilidades sensoriales, pues estos ingredientes ofrecen sabores que van desde lo dulce y delicado hasta lo amargo, picante o cítrico y, de igual manera, aportan diversos beneficios para la salud.
De acuerdo con la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oriente (UDO) en Venezuela, además de aportar colores y aromas a los platillos, las flores comestibles son ricas en vitaminas A y C, riboflavina, niacina y minerales como calcio, fósforo, hierro y potasio, las cuales, junto a su capacidad antioxidante, las posicionan dentro del grupo de alimentos funcionales o nutracéuticos, contribuyendo al bienestar general del organismo.
¿Cuáles son algunas flores comestibles?
Rosa:
La rosa, conocida por su versatilidad, es utilizada en una amplia variedad de preparaciones, desde postres y mermeladas hasta platos salados como carnes estofadas y salsas. Según la revista gastronómica Directo al Paladar, sus pétalos, que pueden ser dulces o ligeramente picantes, son populares en la repostería, especialmente en su versión escarchada, mientras que en la cocina árabe se emplean en recetas de cordero y cous cous.
En cuanto a sus propiedades nutrimentales, un artículo de la revista Investigación Alimentaria Internacional destaca que las rosas contienen fitoquímicos como flavonoides, carotenoides y ácidos fenólicos, lo que les otorga propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, anticancerígenas y antimicrobianas. Además, se les atribuyen efectos antienvejecimiento y beneficios para la salud hepática y neurológica.
¿Sabías que puedes acompañar tus platillos con flores? Existen muchas comestibles que puedes usar para embellecer y hacer más agradables tus platillos. Prueba con begonias, caléndulas, borraja, violas, pétalos de rosas o flor del azafrán. ¡Nos platicas qué te parecieron!🌺✨ pic.twitter.com/HDdn477F2p
— Revista MAXWELL (@RevistaMAXWELL) December 4, 2020
Lavanda
La lavanda, con su característico sabor ligeramente picante, es ideal para platos de carne de caza, pollo, ensaladas y postres como helados y dulces, según Directo al Paladar. Además de su aporte culinario, la marca de productos lácteos Lyncott señala que esta flor contiene calcio, vitaminas A y C, hierro y carbohidratos, lo que la convierte en un complemento nutritivo.
El blog de salud de MAPFRE, por su parte, resalta sus propiedades digestivas, ya que estimula la producción y expulsión de bilis, lo que la hace útil en casos de digestiones pesadas. También ayuda a prevenir flatulencias, náuseas y mareos, y se recomienda para tratar inflamaciones o infecciones urinarias.
Las violetas, con su característico sabor dulce y mentolado, son una fuente importante de vitaminas A y C, según Directo al Paladar y Urban Harvest. La primera es esencial para la salud ósea y reproductiva, mientras que la vitamina C contribuye a la producción de colágeno, la absorción de hierro y la cicatrización de heridas.
Caléndula
De color naranja o amarillo, la caléndula tiene un sabor que recuerda al azafrán o la pimienta y por ello, según Directo al Paladar, se utiliza en ensaladas, sopas y postres. Por su parte, respecto a sus compuestos, la farmacia Dosfarma detalla que esta flor contiene flavonoides, triterpenos y carotenoides, que le confieren propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes y antibacterianas.
Además, la caléndula estimula la producción de colágeno y favorece la regeneración de la piel, mientras que su uso en gárgaras puede aliviar afecciones bucales como aftas, gingivitis y faringitis. También se le atribuyen beneficios para el sistema digestivo, aliviando indigestiones, vómito y espasmos menstruales.
La flor de calabaza, ampliamente utilizada en la cocina mexicana, es rica en nutrientes como calcio, fósforo y potasio, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México. Este alimento es especialmente recomendado durante el embarazo, ya que complementa el ácido fólico y favorece el desarrollo del bebé. Además, la Clínica Baviera señala que contiene vitaminas A, C, B1, B2, B3 y B9, esenciales para la salud ósea, la vista y el crecimiento infantil. También se le atribuyen propiedades para combatir la osteoporosis, gripe y problemas cardíacos.
Jazmín
Conocido por su aroma intenso y sabor dulce, el jazmín tiene aplicaciones tanto culinarias como medicinales. Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sus hojas frescas se utilizan para aliviar dolores bucales, mientras que sus pétalos contienen compuestos como benzoato de bencilio, fitol y linalool, que le otorgan propiedades antioxidantes, antisépticas y relajantes.
La marca de té, Matcha & CO explica que, además, el té de jazmín ayuda a regular los niveles de azúcar en personas no diabéticas y se utiliza para tratar fiebre, mareos y dolores de cabeza.
Flor de Calabaza
Es un vegetal que crece de forma muy fácil y no requiere de mayores cuidados, por lo que no resultaría difícil que la cultives en tu jardín, con lo cual, además de aprovechar esta nutritiva verdura, podrás disfrutar de sus apetitosas flores. Puedes prepararlas de forma frita y rellenarlas con queso, o utilizarlas para preparar salsas. La flor de calabaza estaría aportado a tu dieta proteínas, hidratos de carbono y calorías principalmente.
Ya viene la temporada de la flor más rica del ejido, vamos poniendo la ubicación de donde podemos consumir las mejores quesadillas, sopas y guisos. ¡Viva la flor de calabaza! pic.twitter.com/Qj2gRDw2Dq
— Mujer que toma café (@tihui) June 16, 2022
Violetas
Muy utilizadas de forma caramelizada en postres, también pueden utilizarse para acompañar ensaladas y guarniciones, resultando beneficiosas para fortalecer el cabello y tratar afecciones respiratorias y de la garganta.
¿Cuáles son las precauciones a tomar en cuenta?
Aunque las flores comestibles ofrecen múltiples beneficios, la UNAM advierte que es fundamental tomar ciertas precauciones antes de consumirlas, por ejemplo, es primordial asegurarse de que provienen de cultivos destinados específicamente al consumo humano, ya que las flores ornamentales pueden contener pesticidas y otros químicos.
En segundo lugar, explica que no todas las partes de una flor son comestibles; en muchos casos, solo los pétalos son seguros para el consumo, mientras que pistilos y estambres deben ser eliminados. Además, se desaconseja recolectar flores de carreteras, parques o áreas expuestas a contaminantes.
Finalmente, sugiere que es importante introducirlas gradualmente en la dieta para evitar posibles alergias, especialmente en personas sensibles al polen. Según la Universidad, en general, la mejor opción es adquirirlas en lugares que certifiquen su aptitud para el consumo humano o cultivarlas en casa, asegurándose de no utilizar productos tóxicos en su cultivo.
Fuentes: Infobae, Lyncott,