Chicatanas, manjar ancestral

Estas hormigas gigantes son consideradas un platillo exótico, que alcanza hasta los 3 mil pesos por kilogramo, los cien gramos cuestan 300 pesos.

Las chicatanas son las hormigas hembra de las conocidas “hormigas arrieras” u «hormigas cortadoras de hojas» que habitan en la región mixteca. Estos insectos pertenecen a las especies Atta mexicana y A. Cephalotes y sirven para consumo humano. Se pueden comer en salsas, en mole o simplemente asadas.

El nombre chicatana proviene del náhuatl tzicatanatl, que quiere decir “hormiga con bolsa” o “vientre abultado”, en otras regiones se les conoce como nucú. Si bien estas hormigas están presentes en todo el país, destacan en Oaxaca, Veracruz, Puebla, Guerrero, Chiapas, Guanajuato, Estado de México y Morelos.

Esta especie se consume en México desde hace varios siglos. Según se sabe, se tiene conocimiento de su existencia desde el siglo XVI. En ese entonces se conocían con el nombre de tzicatl, el cual se ha traducido como «hormiga bolsona» u «hormiga culona».

Las chicatanas son recolectadas durante los primeros días de lluvia pues es cuando se reproducen. En esta época del año, las hormigas reinas emergen de sus nidos para ser fecundadas.

Quiénes recolectan a estas hormigas deben levantarse muy temprano. Algunos optan por esperar a que las hormigas salgan por sí solas, otros destruyen los hormigueros. En este último caso es importante que los hormigueros sean recubiertos para que las hormigas puedan regenerarse y no se dañe demasiado el ciclo de reproducción.

En las comunidades oaxaqueñas, dicen que la mejor hora para atrapar a las hormigas voladoras es en la madrugada. Cuando el cielo se llena de ellos y destacan por sus alas transparentes y el zumbido característico que realizan.

¿Dónde se comen?

En estados de la República Mexicana como Morelos, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Yucatán es más común encontrar estos insectos comestibles y utilizarlos en su gastronomía.

Las hormigas chicatanas se recolectan los primeros días de lluvia o al llegar la primavera.

¿Cómo se deben comer las chicatanas?

Una vez que se recolectan las hormigas se colocan en agua para lavarlas. Una vez que están limpias, se tuestan en un comal hasta adquirir una consistencia firme; este procedimiento tarde entre 5 a 10 minutos.

Al momento de tener las hormigas tostadas se les desprenden las alas y patas, para que sea mejor digerirlas se agregan enteras o hechas polvo. Estos insectos suelen tener un sabor ahumado y terroso, con textura crujiente.

¿Qué platillos se preparan con chicatanas?

La forma más sencilla de comerlas es como botana con limón, sal y el chile de tu preferencia. También se agregan a salsas para potencializar su sabor; la salsa se prepara con diversos chiles como guajillo, pasilla o de árbol, ajo, cebolla, agua, sal y las hormigas. Estas salsas pueden servirse en tacos o con carne de puerco en guisados.

De igual forma, se agregan chicatanas a quesadillas con queso, como relleno de tamales, en el guacamole para darle un sabor crujiente, en mole, adobos y hasta para acompañar bebidas como el mezcal.

¿Qué beneficios tiene comerlas?

Estas hormigas aportan nutrientes como el calcio, zinc, cobre y magnesio. También son ricas en vitaminas A, E y K. Además de contar con grandes cantidades de proteína, tienen bajos niveles de grasas saturadas y no aportan colesterol.

Tienen propiedades antibacteriales, ayudan a combatir padecimientos como la artritis y se cree que son afrodisiacas.

¿Por qué se consideran un plato gourmet?

Las hormigas chicatanas, cuyo consumo aparece ya mencionado en el Códice Florentino del siglo XVI, tienen un sabor parecido al de las almendras, avellanas o nueces, dicen los conocedores. Algunos sólo utilizan el cuerpo y desechan las alas y la cabeza del insecto. Precisamente por este sabor es que resultan un plato gourmet, sumado a la creatividad de la gastronomía de cada lugar.

Dependiendo de la zona geográfica, las hormigas chicatanas pueden tener diferencias en su preparación. Algunos optan por comerlas en taquitos, otros las prefieren hacer en salsas, moles, como botanas o acompañando a las clásicas tlayudas, o aderezando algún guiso. Los más valientes las ponen en nieves o como compañía a sus micheladas. Se dice que las chicatanas son muy apreciadas por su alto valor proteínico.

En Oaxaca, de acuerdo con Hanibal Ortiz, integrante de la Cooperativa Gastronómica Huaje, se puede probar el mole de chicatanas con chile costeño amarillo, también se preparan con chile puya o guajillo.

En la red X, el usuario Seudo_Geek muestra un video de cómo se hace una salsa de chicatana.

¿Con qué otros nombres se conocen a estos insectos voladores?

En su momento, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) llamó la atención sobre la contribución de los insectos a la seguridad alimentaria, por eso la presencia de las hormigas chicatanas en la dieta de diversas comunidades es vista con buenos ojos.

Sin embargo, algunas voces, como la del ingeniero Eliseo Patricio Rosales Bustamante, de la comunidad de Santo Domingo Tianguistengo, Oaxaca, advierte sobre el peligro de la sobreexplotación de las chicatanas.

Dependiendo de la zona, norte o sur, a la chicatana también se le conoce con otros nombres, tales como arriera, hormiga alada, hormiga cabezona, hormiga chancharra, hormiga chícala, hormiga cortadora de hojas, hormiga cuatalata, hormiga mochomo, hormiga mucú, hormiga nacasmá, hormiga nucú, hormiga parasol, hormiga sanjuanera, hormiga sompopa, de acuerdo con el Diccionario Larousse Cocina.

Con información de México Desconocido, El Sol de Cuernavaca, UNO TV, El Sol de Córdova.

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