Guardar arroz o pasta cocidos en la nevera y consumirlos varios días después es una práctica habitual en muchos hogares. Sin embargo, Mario Sánchez Rosagro, un tecnólogo de alimentos y divulgador en redes sociales conocido como @sefifood, sostuvo que podría no ser tan seguro como parece y explica por qué.
¿Por qué no es bueno comer arroz y pasta 24 horas después de cocinarlos?
De acuerdo a Sánchez Rosagro, la pasta y el arroz no deben almacenarse más de 24 horas después de su cocción debido a la bacteria llamada Bacillus cereus, la cual es conocida por su capacidad para generar toxinas peligrosas.
“Esta bacteria tiene la particularidad de resistir las temperaturas de cocción, incluso de 100 grados, lo cual no es algo muy habitual”, explicó.
Sin embargo, lo más preocupante, según el experto, es que esta bacteria no sólo sobrevive al cocinado, sino que forma una espora, una especie de escudo protector que le permite mantenerse latente.
“Está como dormida, y después, cuando hidratamos el alimento, vuelve a nacer, vuelve a crecer y genera esta toxina que puede ser bastante preocupante”, dijo.
Si bien, el tecnólogo insiste en que “lo normal es que no te pase nada [al consumir el arroz o pasta almacenados por más de 24 horas], esto es una cuestión estadística de incrementar riesgos”.
Por ello, recomienda minimizar riesgos, sobre todo cuando se trata de alimentos que, como el arroz o la pasta, son especialmente vulnerables al crecimiento de Bacillus cereus si no se manipulan o conservan adecuadamente.
Desarrollan toxinas
“Parecen alimentos muy estables y, además, si los comes cuatro o cinco días después de haberlos cocinado, tienen prácticamente el mismo sabor. No nos damos cuenta de que pueden tener toxinas de bacillus cereus”, decía en RAC1.cat Beatriz Robles, dietista, nutricionista y tecnóloga alimentaria.
Estas toxinas, bacillus cereus, no se ven ni huelen, pero “nos pueden provocar molestias gastrointestinales, e incluso vómitos incontrolables. Normalmente se resuelve bien, pero pueden dar problemas. Si enfriamos y recalentamos el arroz varias veces, en estos ciclos de cambio de temperatura las esporas del microorganismo pueden germinar”, dice el especialista. Una vez germinan pueden producir la toxina.
¿Qué hacer, pues, con los restos de arroces o pasta?
“Podemos comerlos al día siguiente, siempre que los refrigeramos enseguida y los calentemos por encima de 75 °C, o nos los comamos fríos en ensalada, por ejemplo. Si los calentamos a medias, es donde está el peligro, porque no se destruyen las toxinas que se hayan podido formar”, dice Robles. En frío (a 4 °C), como ha sido refrigerado y te lo comes tal y como está, la espora tampoco germina y los microorganismos no proliferan.
En general, en términos de seguridad alimentaria, “los alimentos que no se recalientan son más seguros porque, cuanto más los manipulamos, mayor probabilidad de crecimiento de microorganismos existe. Si se recalientan, pasan más veces por un rango de temperatura que se considera “zona de peligro”, que está entre los 4 y los 65 grados”, explicaba a RAC1.cat Lluís Riera, director de la consultora de seguridad alimentaria SAIA.
Esto se explica porque las bacterias se multiplican con mayor facilidad a temperaturas medias, y tienen más dificultad para proliferar cuando están por debajo de los 4 °C o por encima de los 65 °C.
¿Conservar o no conservar la pasta y arroz cocinados?
El experto sugiere limitar el tiempo de almacenamiento a un máximo de 24 horas y conservar el alimento siempre refrigerado correctamente, para de esta forma evitar la presencia de la bacteria Bacillus cereus.
Por su parte, la ingeniera de alimentos Mariana Zapién, que comparte consejos alimentarios en TikTok bajo el perfil @ingdetusalimentos, dijo que, una alternativa segura al almacenamiento prolongado en el refrigerador es la congelación, ya que tanto el arroz como la pasta cocidos pueden congelarse sin perder sus propiedades ni su sabor, siempre que se haga correctamente.
¿Cómo guardar el arroz y pasta en el congelador?
De acuerdo con Zapién, para conservar el arroz y la pasta correctamente en el congelador, se recomienda almacenarlos en recipientes herméticos o bolsas con poco aire, para evitar la proliferación de bacterias y mantener su calidad.
En el caso de la pasta, su duración óptima en el congelador es de hasta dos meses, y para consumirla basta con hervirla durante unos tres minutos.
Más allá de la seguridad alimentaria, congelar arroz y pasta puede tener incluso efectos beneficiosos para la salud, ya que el proceso favorece la formación de almidón resistente, un tipo de fibra que mejora la salud digestiva, ayuda a controlar los niveles de glucosa y contribuye a una microbiota intestinal equilibrada.
Fuente UNO TV, La Vanguardia. Fotografía: Directo al paladar