No pasa… nada

Por: Jesús Solano Lira / @SolanoJess

OTROS DATOS

Termina un sexenio en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador, quedará ante millones de mexicanos como uno de los peores mandatarios que ha tenido el país, sexenio en el cual, él fue el yoyo, todo, absolutamente todo, giró en torno a su figura.

Fue un sexenio en el que tuvo la astucia de aplicar la máxima de divide y venderás, un sexenio tóxico, sexenio en el que se encargó de abusar del poder desde su conferencia mañanera, de cuestionar y denostar a los críticos a su gobierno, sus vengas, sus fobias y filias fueron el común denominador de ese diálogo que el llamo “circular”, fíjate que suave.

De acuerdo al tabasqueño, fue el sexenio de la felicidad, del de las finanzas sanas, merced a su política de austeridad republicana y miseria franciscana, qué si bien hubo disciplina fiscal, e incrementó la recaudación, también deja un boquete de casi OCHO BILLONES DE PESOS en deuda pública por los recursos destinados a sus programas sociales y a sus obras emblemáticas, en las que nos salió más caro el caldo que las albóndigas.

Si bien durante su sexenio no se cansó de mentir y mentir, respecto a que íbamos a toda madre, y que se habían generado políticas extraordinarias para sacar a millones de la pobreza, con la generación de más fuentes de empleos, hay organismos, serios, responsables y profesionales que tienen OTROS DATOS.

Y ahí le va, de acuerdo con un estudio de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, en este sexenio, al que le quedan escasas horas de vida, las fallas estructurales del sistema laboral permanecieron, prácticamente, sin cambios sustanciales.

Es más, el documento sostiene que, en estos últimos 6 años, indicadores como el desempleo, exclusión laboral de mujeres y jóvenes, salarios de pobreza y empleos informales, registraron estancamiento, retrocesos o, en el mejor de los casos, cambios mínimos.

Y no sólo eso, a nivel internacional, México está muy abajo en la tabla de comparación de indicadores laborales; queda siempre por debajo de los países pares de la OCDE y muchas veces por debajo de las economías de América Latina y El Caribe.

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza presentó un análisis, con base en datos oficiales, sobre los resultados de la actual administración en distintos rubros relacionados con el trabajo, en su relación con las causas de la pobreza. https://frentealapobreza.mx/balancesexenal/

El reporte propone “afinar la mirada y cambiar la narrativa” sobre el mundo del trabajo. Las condiciones de exclusión y precariedad laborales en México son inaceptables, pues no corresponden con el tamaño y el dinamismo de nuestra economía. En este gobierno, brillo la política del NO PASA…NADA en materia laboral.

Y vaya que le revierten al presidente que está por irse a “La Chingada”, sus cifras alegres, porque en un amplio estudio, la organización explica con palitos y bolitas sobre el grave estancamiento y la magnitud desproporcionada de la pobreza en nuestro país, aún con su reciente reducción y considerando el incremento del salario mínimo.

En ese marco, Rogelio Gómez Hermosillo, presidente ejecutivo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, explicó que la estructura del sistema laboral no ha cambiado, se mantienen las condiciones de indefensión por falta de contratos estables y representación sindical, siguen los trabajos con salarios por debajo del umbral de pobreza y no se cumple con la afiliación obligatoria al seguro social para el acceso a servicios de salud.

“Es una oportunidad perdida, la agenda laboral no fue prioritaria, salvo el incremento al salario mínimo, que es una medida acertada pero no se alcanzó la meta de cubrir el costo de dos canastas básicas”, advierte el especialista.

El balance sexenal muestra el contraste de datos en diversos indicadores, por ejemplo, el ingreso laboral ha mejorado en estos 6 años, la leve reducción de la pobreza se explica por mayor ingreso laboral en los hogares, pero la realidad estructural del mundo del trabajo no se ha transformado; ahora hay 5 millones de personas más que carecen de salario suficiente para superar la pobreza.

Tasa real de desempleo Uno de los mayores errores de percepción es la magnitud del desempleo. El desempleo real es, al menos, la suma de personas desocupadas más las disponibles – desalentadas; es decir, personas que ya no buscaron, y la tasa sobre población ocupada que reporta ingreso. Considerando ambos grupos, la tasa de desempleo total o “completo” es de 10%, 2 puntos menos que hace 6 años.

Y si a eso añadimos que además de las personas desempleadas, hay otro sector de la población excluido del trabajo, y es en su gran mayoría mujeres, que no están disponibles porque trabajan en su hogar, en labores de cuidado, sin remuneración. Son sólo 279 mil menos que hace 6 años.

Y LOS OTROS DATOS, nos revelan que casi 5 millones de jóvenes en México están fuera de la escuela, con rezago educativo y sin trabajo, lo que incumple, una más de las promesas de López Obrador, y dos derechos humanos fundamentales, esos a los que fue indolente e indiferente, como son: educación y trabajo. Son 910 mil menos y 3 puntos porcentuales menos que hace 6 años.

Los datos son impactantes, como impactante es que México actualmente se encuentre entre las naciones peor evaluadas por la Organización Internacional del Trabajo. Por ejemplo, ocupa el lugar 120 de 186 en participación laboral; 138 de 187 en participación laboral femenina; 57 de 105 en jóvenes fuera de la escuela y sin trabajo; 70 de 87 en salario promedio; 45 de 72 en tasa de informalidad laboral; 47 de 59 en contratación colectiva, y 38 de 62 en densidad sindical. Quiúboles, terminamos el sexenio requetebién y felices, felices, felices.

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