Fiesta de los Panecitos en León, se celebra desde el siglo XIX

Pese a que el Barrio Arriba, corazón de la identidad de León, ha presentado una serie de cambios sociales y culturales durante las últimas décadas, la tradicional “Fiesta del Panecito” cada vez toma más fuerza por su colorida celebración.

La fiesta se realiza cada 10 de septiembre en el templo San Nicolás de Tolentino, que se ubica sobre la calle Aquiles Serdán y de acuerdo con Pedro Daniel Reveles Reyes, coordinador de Eventos y Exposiciones del Archivo Histórico Municipal de León (AHML), tanto la historia del barrio como la festividad van de la mano.

“Recordemos que el barrio surge como un espacio para los negros y mulatos y San Nicolás de Tolentino es un santo muy venerado por este sector de la población y que va prácticamente de la mano con la historia del barrio, si bien el Barrio Arriba ha ido evolucionando o cambiando su giro, de ser un barrio de negros que se dedicaban a ser arrieros o vigilantes de ganado a un barrio industrial”, comentó.

Aunque la celebración data de mediados del siglo XIX, Daniel Reveles aseguró que cada vez toma más fuerza y popularidad fuera de León.

“Aproximadamente la festividad es de mediados del siglo XIX, si bien la capilla o mejor dicho el humilladero data precisamente ese siglo, inclusive un poco antes, está muy ligada con la veneración al santo, San Nicolás, por la historia”, agregó.

Antecedentes

La Fiesta de los Panecitos es una tradición que inició en 1865 un 10 de septiembre, para celebrar los milagros hechos por el Santo Católico Nicolás de Tolentino, un fraile italiano conocido por haber sanado a personas enfermas.

Se dice que cuando San Nicolás Tolentino estaba enfermo, vivió la aparición de la virgen en sus sueños, quien le aconsejó que para sanar su enfermedad, remojara pan en agua y lo consumiera.

Nicolás de Tolentino cumplió al pie de la letra la indicación y logró recuperar su salud al poco tiempo. Así al obtener los resultados que él esperaba tomó la decisión de salir a las calles y repartir pan a la gente enferma en una canasta, donde a pesar de compartirlo con muchas personas, la canasta jamás se vaciaba.

Tradición milagrosa

La tradición dicta que las familias acuden afuera del templo a comprar pan chiquito, lo depositan en un cesto de mimbre y se bendice mientras visitan al santo. Después se ingiere en la tarde-noche del mismo día con la intención de sanar enfermedades de la garganta o vías respiratorias, pues se dice que tiene cualidades curativas.

“Uno de sus milagros es que a través del pan sanaba a las personas, entonces nosotros creemos que estamos hablado de ese tiempo cuando surge esta festividad que se ha ido acrecentado con el pasar del tiempo y sobre todo es una de las festividades que más presentes tenemos los leoneses y una que es muy particular de nuestro municipio”, añadió.

Reveles dijo que esta celebración podría ser la más importante de los leoneses, pues su influencia histórica es propia de la capital del calzado.

“Yo pensaría que es una de las festividades más importantes que tenemos en León porque si bien podemos decir que hay algunas otras, muchas de ellas son a nivel regional o nacional como el altar de Viernes de Dolores, Día de Muertos, el panecito está muy arraigada en el Barrio Arriba”.

Con información de El Sol de León y Correo. 

Grafico: Bonito León.

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