Por: Israel López Chiñas
Cuando se insiste que la violencia es orbital emergen inmediatamente los que consideran que los hechos violentos como la impunidad tienen sus territorios; sin embargo, la obstinada realidad les devuelve la atención con referentes significativos desde el fracaso de la estrategia nacional contra la inseguridad aplicada en el sexenio sangriento que encabeza, Andrés Manuel López Obrador, que está feneciendo la cual suma más de 193 mil homicidios dolosos hasta julio, a solo dos meses de su cierre.
El fallido intento del asesinato contra Donald Trump, el ex presidente de los Estados Unidos y nuevamente candidato presidencial por el partido Republicano para la Casa Blanca confirma la regla; aunque en la Unión Americana insistan que las cuestiones violentas en ese país incumben únicamente a los estadounidenses sus conflictos adquieren sentido más allá de sus fronteras. Ni el gobierno mexicano ni el norteamericano se deben circunscribir en que cada quién para su santo, ese nacionalismo “trasnochado” que le apuesta a la construcción de muros para frenar la inmigración y atemperar el ingreso de las drogas no parece la solución.
El grave problema de inseguridad en el territorio mexicano producto del fracaso de la administración de López Obrador, requiere de apoyos de sus socios en el Acuerdo Comercial T-MEC, Estados Unidos y Canadá incluso con América Latina porque la relación entre todos los países en el continente supera los aspectos comerciales con el fin de inscribirse en diferentes aspectos, desde culturales hasta de relaciones humanas. Pero tampoco Estados Unidos y Canadá, podrán superar la avalancha de violencia que tienen y se van sumando hasta multiplicando ante las circunstancias difíciles que viven los países pobres y que se propagan.
La propuesta de la virtual presidenta, Claudia Sheinbaum, como titular de la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana (SSPC) en el sexenio próximo, Omar García Harfuch, sabe del fracaso de este sexenio en la materia de seguridad, además de que no podría suministrar seguridad pública a los mexicanos si no “consigue vincularse” con las entidades federativas y sus municipios porque los anuncios sobre la atención del grave problema de inseguridad del país con una numeraria donde se ofrece la información sobre la comisión de delitos que proporcionan las Fiscalías, cual agoreros de la desgracia, no proporcionará la paz social ofrecida por segunda ocasión consecutiva en la campaña presidencial.
Los gobiernos de las entidades como el estado de Guanajuato, la nueva gobernadora, Libia Dennise García tendrá que impulsar ese vínculo que mandata la Constitución General de la República a fin de suministrar de una manera conjunta la seguridad pública, sin olvidar los 46 municipios. En consecuencia, la selección del titular de la secretaría del ramo en la entidad; no solo debe tener una persona preparada para el cargo más allá de la improvisación, también capaz de negociar con la Federación.
La cuestión internacional se deberá de considerar, aunque, se tendrá en el estado de Guanajuato, los acuerdos bilaterales entre los gobiernos de los países en el T-MEC con el mexicano que presidirá, Sheinbaum.
Con base en la violencia política desatada en los Estados Unidos con el intento de asesinato de Donald Trump durante un mitin en Pensilvania, a fin de obtener la nominación de candidato por parte de su partido para los comicios del próximo mes de noviembre de este año, no dista mucho de la violencia política que se vivió en México en el proceso electoral para obtener a la persona que sustituyera al presidente López Obrador; las intensidades y varios aspectos podrían diferir pero el objetivo básico es igual (se permite incluso la calificación de “similar”), la eliminación del contrario. En Pensilvania hubo muertos incluido ese atacante de Trump.
Llamó la atención los comentarios emitidos por el director del Proyecto sobre “Seguridad y Amenazas” en la Universidad de Chicago, Robert Pape, quien luego del ataque del que resultó herido el ex presidente de Estados Unidos, D.T., aseguró que por medio de una encuesta hecha en EE.UU., que acababa de aplicar presentaba “resultados impactantes alineados” con el tipo de violencia visto en el mitin de Trump ese viernes.
Aunque cabe mencionar que el fin de semana el residente de la Casa Blanca, presidente Joe Biden y la clase política del vecino país norteño, rechazaron la “violencia política” cuando los investigadores en el “Caso Trump”, empezaban a buscar los motivos del ataque armado que el FBI desveló había cometido Thomas Matthew Crooks, joven de 20 años que abatido por el Servicio Secreto, y Trump herido atendido en un hospital.
El investigador Pape, le reviró a los políticos, asegurando, lo sucedido es parte de un patrón de hechos “cada vez más extremos” en EE.UU. y sugirió que los líderes políticos de ese país llamaran claramente a sus seguidores para redirigir su ira hacia el voto en vez de hacia la violencia. Sobrevino como por arte de magia, la respuesta o confesión pública del presidente Biden (El contrincante del Republicano). El suspirante de la candidatura del partido Demócrata, en una entrevista grabada de la cadena de Televisión NBC News, admitió que su frase “poner a Trump en la diana –pronunciada uno días antes del atentado fallido contra la vida de Republicano- fue un error” ¿Nacido del “sentimiento de culpa”?
Tomada de Paralelo X.