Por: Bárbara Anderson / @ba_anderson
“En México descubrimos que la percepción del ‘fatalismo climático’ ha crecido 12 puntos en 18 meses, ya que el 26 por ciento de los mexicanos duda ahora de la capacidad de la humanidad para limitar el cambio climático y reducir la contaminación, mientras que el 11 por ciento está convencido de que ya es demasiado tarde”. Así arranca el reporte del segundo Barómetro de Transformación Ecológica de la empresa francesa Veolia, realizado en nuestro país y otras 25 economías que suman 60 por ciento de la población mundial, 67 por ciento de las emisiones globales de GEI y 77 por ciento del PIB mundial.
¿Qué es el fatalismo climático? Es la percepción de las personas que creen que ya no hay solución ante el cambio climático, es decir, son escépticos de las acciones que se llevan a cabo por parte de la sociedad, empresas, gobierno para minimizar el impacto.
Cada día sentimos el impacto del cambio climático; sin ir más lejos, el pasado mes fue el mayo más caluroso en la historia de México, al alcanzar una temperatura media de 27° C, la más alta jamás registrada desde que comenzaran las mediciones oficiales en 1953, según reportó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Hace un par de semanas, expertos de la UNAM informaron que a nivel mundial el calentamiento global está rompiendo récords, esto debido a la gran emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Los expertos explicaron que se debe al uso intensivo de combustibles fósiles, generación de energía contaminante, actividad industrial y un estilo de vida que destruye el entorno. En el caso de México, han medido que la temperatura anual del aire, hasta finales de 2021, se elevó 1.69 grados con respecto a inicios del siglo XX, y asimismo, el incremento y la tasa de aumento en la temperatura promedio anual del aire son mayores que el promedio global.
El año pasado, las emisiones de dióxido de carbono procedentes de combustibles fósiles aumentaron un 1.1 por ciento en 2023 versus 2022, siendo México y Colombia dos de los países productores de petróleo donde los gobiernos más han incentivado el uso de este combustible.
Lo cierto es que, según este reporte, 78 por ciento de los mexicanos se sienten expuestos y vulnerables a un riesgo vinculado al cambio climático o de la contaminación. La inseguridad ecológica y climática en México es 13 puntos superior a la media mundial (65 por ciento), lo que la convierte en uno de los países más inseguros del mundo, y comparable a los niveles registrados en los países sudamericanos (Chile, Colombia, Brasil), el sur de Europa (España, Italia), Europa del Este (Polonia, Hungría), India e Indonesia. Estas regiones del mundo registran los niveles más altos de vulnerabilidad percibida.
¿Cuáles son los riesgos más evidentes en la salud como mexicanos? Ocho de cada 10 temen a enfermedades infecciosas a causa de la contaminación, empeoramiento de la salud debido a la reducción de la calidad nutricional de los alimentos y (este es un peligro nuevo detectado por la encuesta) un aumento en problemas de salud mental.
Para 92 por ciento de los mexicanos el cambio climático está en marcha. Sin embargo, el 6 por cinto apoya la teoría de un fenómeno estrictamente natural, mientras que el 4 por ciento piensa que es imposible identificar la causa. “Aunque México sigue siendo uno de los países del mundo con menos negacionistas del clima, éstos han ganado votos en 18 meses (8 por ciento, 5 puntos más en comparación con la 1ª edición del Barómetro), especialmente entre los grupos de ingresos más bajos”, agrega el reporte. México sigue una tendencia mundial, observada en la mitad de los países encuestados. Los negacionistas se han reclutado en 14 de los 26 países analizados, entre los hogares más modestos y los simpatizantes conservadores y populistas de derechas, sobre todo en el Reino Unido, Europa del Este, África y Australia.
Pero, mientras cada vez tenemos más calor, sabemos efectivamente que hay más consumo de combustibles fósiles (principal causa del cambio climático) y crece el número de mexicanos que descreen de estos datos y de aquellos que consideran que ya no hay mucho por hacer para revertir la situación. ¿Qué nos está pasando?
Publicado en El Financiero.