Por: Jesús Solano Lira / @SolanoJess
MIGRANTES
Con el ánimo hasta el cielo y la euforia a flor de piel de haber ganado, por fin, la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció en octubre de 2018 en Chiapas, como mandatario electo, una política de fronteras abiertas a las caravanas de migrantes que ingresaban por esa entidad, es más les prometió casa, dinero y sustento, además de seguridad en su aventura de atravesar el país para llegar a Estados Unidos.
Como no recordar esa imagen con el gobernador saliente, Manuel Velasco, ese que salió bueno para la tranza, y que en 2011 en un restaurante de conocido hotel de Polanco suplicó al priista Roberto Albores Guillén, su apoyo para llegar al gobierno de Chiapas, y eso nadie me lo cuenta, fui testigo de esa conversación, me ubicaba en una mesa atrás de ellos, pero esa es otra historia.
En esa ocasión, el tabasqueño también pidió al gobernador de Morena entrante, Rutilio Escandón que protegieran y estuvieran al pendiente de las caravanas de miles de migrantes que ingresaron por la entidad. Textualmente les dijo: “Nada de maltrato con migrantes centroamericanos, no queremos que ellos sufran lo que padecen nuestros compatriotas, no queremos que haya injusticias, queremos un mundo que defienda el derecho a la vida, va a haber trabajo para nosotros y los que necesiten que vengan de otras partes”. Hay ternurita, compromiso incumplido.
Pronto, la llamada política migratoria con sentido humano, una más de sus ocurrencias, toparía con la política anti-inmigrante del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien no le pidió, le ordeno frenar esa ola migratoria, o comenzarían las sanciones arancelarias. El presidente López Obrador, se dobló, lo que llevó a su política migrante a un rotundo fracaso.
Y qué decir de esta joya del entonces todo poderoso secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, cuando la crisis migratoria estaba en su punto de ebullición: “(si eres migrante) probablemente lo que vas a encontrar es que te vamos a decir: no queremos que atravieses nuestro territorio si tu objetivo es llegar a otro país, por qué, porque le vas a crear un problema a nuestro país.
Y así ha transcurrido toda la administración del presidente López Obrador, con una crisis migratoria que ninguno de sus programas sociales ha podido contener, vaya ni la ayuda económica a venezolanos para que regresen a su país, qué manera de presumir con sombrero ajeno, gastar dinero sin ton ni son, al fin que él ya se va, le vale madre el boquete que dejará en las finanzas públicas.
Ahora la que avanza es la llamada Caravana del Niño Migrante, que salió de Tapachula el pasado 30 de abril y este fin de semana llegó al Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, después de recorrer más de 450 kilómetros, según lo ha documentado Milenio. En su andar han soportado temperaturas de más de 40 grados, y en ella viajan más de 400 niños acompañados por sus padres, pero para el inquilino de Palacio Nacional no importa, en su mente NO PASA… NADA, y todo es bien bonito, porque a su parecer su política migratoria ha sido la acertada.
TLALPUJAHUA
Ubicado al noroeste de Michoacán, el municipio de Tlalpujahua, considerado Pueblo Mágico desde 2005, por su excelsa arquitectura de pueblo minero, su artesanía y refugio de la mariposa monarca en su zona serrana, además de ser famoso por sus esferas. Se elaboran más de 20 millones de esferas, que lo coloca a ese lugar entre los diez principales productores del mundo.
Sin embargo, Tlalpujahua es más que eso, en este pintoresco lugar se desarrolló desde hace algunos años, un extraordinario programa denominado “Únete a la Banda”, encabezado por el Doctor Octavio Martínez Camacho, que ha permitido a los niños vencer uno de los más graves lastres que arrastra el país, como es la deserción escolar, la cual ha disminuido entre un 70 y 80 por ciento, y les ha permitido a los niños desarrollar su creatividad y sentido de permanencia.
El desarrollo de este programa sale adelante con recursos propios, así como por donaciones de empresarios y ciudadanos. Para ellos, no hay lo que pregona el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, de apoyo a la cultura como nunca antes en la entidad, de lengua me como un taco. Sus más de 400 alumnos que forman 25 bandas tocan en eventos locales y reuniones familiares, pero ya trascendieron al presentarse en el Centro Cultural Los Pinos.
Tras su presentación en ese recinto cultural de Ciudad de México, el director del programa, Octavio Martínez Camacho, lamentó que ni el Gobierno de Michoacán ni el de Tlalpujahua, apuesten por estos proyectos, que dan identidad a los niños y adolescentes que lo integran, además de ser un detonante de la recuperación del tejido social, en una entidad, donde no se ha podido erradicar ni contener la presencia de la delincuencia organizada.
TEMOR
En la recta final de las campañas electorales, y a sólo 13 días del proceso más grande en la historia del país, arrecian las campañas sucias de Morena en contra la oposición, y la alcaldía Venustiano Carranza, no es la excepción. Ahí, el cacique morenista Julio César Moreno Rivera, no quiere soltar prenda, en momentos que su candidata Evelyn Parra, quien busca la reelección, nada más no levanta, y ha sido manifiesto el descontento de la población por su mal gobierno.
La que ha sufrido los embates de esas campañas, es la candidata de la coalición “Va Por Venustiano Carranza”, Rocío Barrera Badillo, quien denunció que Morena pretende “infundir temor y profundizar la polarización política, pero no lo va a lograr, porque la ciudadanía está más politizada y preocupada por el futuro de la alcaldía, la Ciudad de México y de nuestro país”.
Confiada en ganar, Barrera Badillo, sostuvo que la campaña del miedo y la mentira está destinada al fracaso, ya que, dijo, “los vecinos de la alcaldía ya no quieren tres años más de parálisis en el gobierno, pugnan por autoridades que actúen contra la inseguridad, brinden mejores servicios públicos y garanticen el bienestar de la población”.
En sus recorridos, la candidata de la coalición “Va Por Venustiano Carranza”, ha planteado reestructurar el presupuesto local para enfocarse en el empleo, la capacitación, y el bienestar de más de cien mil jóvenes que habitan en esa jurisdicción. Insistió en que hay invertir en ese sector de la población que durante esta administración estuvo en el abandono.
“En Venustiano Carranza, nuestro compromiso es claro: abrir puertas para que nuestros jóvenes no solo se enfrenten al mundo con las mejores herramientas, sino que también se conviertan en agentes de cambio positivo”, garantizó la ex diputada federal.