Por: Héctor Andrade Chacón / @hectorandrade70
No se justifica, a luces visto, la ausencia de Alma Alcaraz, la candidata morenista, al debate organizado por Coparmex, dado su peregrino argumento de que se habían hecho ajustes de última hora que le advertían un evento a modo de la candidata puntera en la competencia por la Gubernatura, Libia Dennise García Muñoz Ledo. El formato observado y las preguntas, que fueron dadas a conocer públicamente, que estaban destinadas a la morenista, no mostraron condiciones suficientes como para bajarse del tapanco y, sobre todo, afirmar, sin dar pruebas, de que desde el Gobierno del Estado le habían hecho “manita de puerco” a la organización empresarial para favorecer a la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por Guanajuato.
Se sabe que hubo una única reunión donde se definieron las reglas y que estas, por testimonio de organizadores y de los equipos de las candidatas que, si participaron, que el modelo del debate fue el mismo. Y también se supo que en realidad desde hacía días la decisión de no entrar al debate por parte de Alma Alcaraz estaba dada.
Y es que en el diablo están los detalles. Cada candidata tenía la oportunidad de invitar a 50 asistentes al evento y la lista de estos invitados debió enviarse días atrás, para poder acomodarles en el sitio del debate. Sin embargo, Alma Alcaraz o su equipo, se indicó entre los organizadores, jamás remitió tal lista. No hubo interés en participar en lo referente a la logística. Y, de hecho, no hubo morenistas, ni un despistado, que acudiera a la cita, a pesar de que el anuncio de la no asistencia se hizo apenas con unas cuantas horas de anticipación y donde prácticamente sólo los metidos en las campañas fueron enterados en redes sociales.
¿Cuáles fueron los motivos para que Alma Alcaraz no estuviera en el debate? Bueno, hay desde quienes indican que tuvo “miedo” a confrontarse hasta los que apuntan a que, en realidad, no tuvo tiempo para prepararse porque su campaña es un caos, sin recursos y donde depende de lo que el Centro le otorgue para salir avante, como su propuesta de Seguridad que dará a conocer, dice, en breve y que será dada a los electores desde sus redes sociales. Propuesta, dicho sea de paso, que llegará a casi dos meses de arrancada la campaña, siendo la seguridad el tema más candente en Guanajuato.
Yo descarto que sea “miedo” el motivo de su ausencia. Tiene experiencia parlamentaria y, siendo el caso, habría sabido sortear en tribuna las preguntas incómodas.
La versión del abandono que sufre en la campaña desde el morenismo, por otra parte, resulta más factible, sobre todo cuando son militantes del rojo marrón los que insisten en exponer que no hay dinero suficiente para armar eventos, que la candidata tiene que estar peleando cada día para que le apoyen con recursos para sus eventos o donde los grupos -siempre en pleito- no le proporcionan eventos en los municipios. Así, metida en esos cuentos, ella no tendría tiempo ni dinero para prepararse como es debido para debates de este orden.
La salida fue la fácil, acusar a la Coparmex de estar subordinada al gobierno, aunque en el pecado lleva la penitencia, su explicación fue también un acto de agresión al sector privado con este tipo de descalificaciones.
Así las cosas, el evento en la Casa de Piedra fue desaprovechado por Alcaraz Hernández para mostrar qué ofrece a la sociedad guanajuatense de llegar a ser gobernadora. Su ausencia, ese terrible vacío político, fue copado plenamente por la candidata puntera, Libia Dennise García Muñoz Ledo, que mostró contar con propuestas, dominio de estas y, primordialmente, tener idea clara de cómo enfrentar los problemas más fuertes, en este momento, para Guanajuato: la seguridad pública y la crisis hídrica. Podrá discutirse con ella detalles de sus planteamientos, pero, de entrada, los tiene. Enfrente, en la causa guinda, no los tienen y si los tienen, mejor se los guardan al no presentarse a eventos como el debate.
Por lo que toca a la candidata de Movimiento Ciudadano, Yulma Rocha Aguilar, fue con la idea de sobresalir, pero no tenía el bagaje para ello. Mostró poco conocimiento de los temas planteados. Por ejemplo, fue patético cómo desairó la pregunta de una catedrática de la UNAM que le pidió dar a conocer sus ideas en torno a la política industrial y la emecista optó por mejor criticas las tarjetas rosas. Fue evidente que de transferencia tecnológica nada o poco sabía y le dio la vuelta al tema, o en el peor de los casos, fue irrespetuosa con el esfuerzo de los ciudadanos que participaron con preguntas para el debate, sobre todo, porque son especialistas. Imagínesela de gobernadora.
Al final, dos encuestadoras dieron ganadora, entre el público que dio a conocer sus preferencias tras escuchar y ver el debate, a Libia Dennise García Muñoz Ledo, de forma aplastante. Alma Alcaraz pudo inscribirse como opción, pero decidió despreciar la oportunidad y con ello a una parte de los electores, el empresariado, que esta vez era el primer interesado.
Le queda el debate del 12 de mayo, ante el IEEG, para debatir, pero cuando llegue a esa fecha, de acuerdo con los expertos, la mayor parte de los ciudadanos ya tendrá su decisión tomada y poco podrá obtener de su presentación para ganar adeptos. Alma ha dejado pasar los días, pero si es cierto como dicen algunos de sus correligionarios que está a su suerte en el partido, resulta entendible que opte por el mutis y salga del escenario de la disputa electoral.
Fragmento tomado de Ethos Político. Publicada en Paralelo X.